Unico

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Ese dia.

Caminaba tranquilamente por aquella plaza desolada de aquel pueblo.

Aun recuerdo tu reacción al escuchar mi voz que se dirigia a ti.

Por primera vez quede sorprendió por tal belleza que me miraba.

Por primera vez quede embobado por alguien.

Aquel dia, el viento que corria era fresco, a tal punto en que casi mi nariz quedo congelada.

Yo estaba tan abrigado que casi no podia ni moverme por completo.

Apenas caminaba.

Era tarde, justo volvia para mi casa y asi poder tomarme una buena taza de café.

Pero alli me tope contigo.

Un chico de aproximadamente 19 años, con la cabellera castaña, parecias mas pequeño que yo y eso fue lo que me gustó de ti.

Estabas bajo aquel gran árbol, abrazando tus piernas y tu rostro estaba escondido alli.

Te observe desde donde me encontraba parado, un poco más alejado de el lugar en el que tu estabas, tus labios se movían lentamente y decías distintas cosas, yo no te entendia.

Tu ropa era un poco mas veraniega, tu cuerpo temblaba por cada golpe que daba el viento frio en ti.

Pero aun asi tu no te movias y seguías alli, abrazando tus piernas y llorando.

No sabia, si acercarme o irme y dejarte alli, pero algo en mi interior queria que me acercara y te consolace.

Al final decidí acercarme y te hable.

Y alli fue donde conocí lo que realmente me daba miedo.

El miedo a perderte.

Esa tarde te invite un café en mi casa, tu lo aceptaste.

Nos levantamos de aquel gran árbol y caminamos en direccion a mi casa.

Claro en todo el camino fue silencioso.
Un silencio tan incomodo que no veía las ganas de llegar a casa y poder estar un momento solo.

Tu caminabas tranquilamente a mi lado, pero algunas veces te abrazabas a ti mismo, para poder tener mas calor en tu cuerpo.

Al verte asi, me saque mi campera y te la entrege.

No vi cual fue tu reacción pero se que te sorprendiste por tal acción mia.

En esa tarde, tomamos un cafe juntos en mi casa.

Me contaste varias cosas tuyas, pero me sorprende que no me haya contado nada del porque lloraba. 

Despues de todo, desde el dia en el que nos conocimos de aquella tarde y hasta actualmente, no me has dicho el causantes de aquellas lagrimas.

Los dias pasaban tranquilamente.

Esa tarde que te vi e invite un cafe, me entere que no tenias a donde ir y entonces te convencí de que te quedaras en mi casa.

Y a mi lado.

Tu rostro era y es hermoso.
Tu piel era y es tan suave como la de un bebe. 

Aun escucho las palabras que me dedicabas con amor y aun siento tus dedos acariciando mi rostro con cariño.

Tu me dabas cariño y tu amor tan puro.

Los recuerdo que tuvimos juntos, vuelven a mi casi todo el tiempo y algunas veces lloro por el simple hecho de que no puedo estar contigo.

Lloro por el simple hecho de haberte dañando.

Some DayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora