La moneda tiene dos caras.

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Querido Nicolás: 

Te llamo Nicolás, porque ya no eres mas mi Nico, por el simple hecho de que eres una persona muy doble cara. Te digo las cosas directas, porque yo no me considero una persona así. 

¿Te acuerdas de nuestra segunda discusión? Sí... Llevábamos un mes de noviazgo, en el cual tu me acostumbraste al maldito exceso de información, de cuando ibas o no al baño, de si se te cayó una moneda, o de sí saliste algún lugar. 

Reconozco yo tuve una parte de culpa, puesto me acostumbre a que siempre me dijeras que hacías sin necesidad de que yo te preguntará como te había ido en tu día. Recuerdo bien, era un miércoles patrio en nuestra nación, yo tuve la visita de David, (ese amigo que ya conocías de semanas antes, que sabías andaba con una de mis mejores amigas); te avisé y me dijiste sin problemas, que estaba bien, que dormirías un rato porque tuviste un día cansado en el trabajo. 

Horas después, no me hablabas, y sentí como dicen los hombres "el típico sexto sentido" de que algo estabas haciendo a escondidas mías y lamentablemente, era cierto. Habías ido a ver a tu ex novia Esmeralda. Sentí como por segunda vez mi corazón se rompía cuando vi que ella en sus redes sociales subía foto contigo y con su hijo, como una familia feliz;. Cuando te pregunte que habías hecho después de dormir me contestaste con seguridad que nada en lo absoluto. Y desde ahí me di cuenta no podía confiar en ti, puesto eso significaba me esconderías más cosas. 


Ese día, cuando tuve que decirte como me di cuenta o como lo presentí, no te dio de otra mas que decir: "Solo la acompañe a unas vueltas, nada paso... como pasaría algo con ella, si te quiero a ti." O SÉA!!! ¿Cómo me quieres a mí, si estas mintiéndome? Era algo ilógico. Pero lamentablemente como era la primera vez que me decías lo que sentías por mí, mi corazón tontamente te creyó. 


Hoy, me digo a mi misma como te creí eso, si meses después me dijiste que la seguías viendo, pero que nunca a pasado nada con ella porque te daba asco ella, porque era una simple teibolera. Pero cuando yo la mencionaba con celos, la defendías porque era una mujer valiosa y que yo era una loca paranoica. OSEA!! 

Ni tu pinches has de saber que quieres de tu vida. 

Razones por las cuales no me mereces.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora