• La Casi-Charla con las Serpientes •

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Lo que hicimos los siguientes días de vacaciones fueron cosas bastante ordinarias, si nos aburríamos nos poníamos a leer, dibujar o incluso a jugar a juegos de mesa que había por la casa, también, como yo era una persona que se aburría muy rápido, patinábamos o nos tirabamos con el trineo.

Por año nuevo Joanne nos invitó (como casi siempre) a pasar el día en el Londres muggle, comimos en uno de los mejores restaurantes de la cuidad, nos hicimos fotos con la cámara polaroid  y contamos, con otras muchas personas debajo del Big Ben los minutos que quedaban para año nuevo.

Sinceramente, ver a tantas personas juntas y tan felices me hizo terminar el año mejor si era posible, gente a la que no conocía me abrazaba deseándome un feliz año al igual que yo a ellos. Fuegos artificiales, gritos, risas, niños corriendo por los alrededores y parejas alejadas del bullicio bailando al son de la música que tocaba una banda local.

No fue el siguiente sino el próximo día cuando tuvimos que volver a Hogwarts y despedirnos de Odette, ya si, para siempre.

Nosotros volvimos más tarde que los demás alumnos haciendo el mismo trayecto que cuando nos marchamos así que nada más entrar me di cuenta que todo el colegio se encontraba en movimiento, aquellos que se habían decidido quedar durante las vacaciones abrazaba a sus compañeros de forma dramática como si hubieran pasado años en vez de semanas.

Se notaba bastante el enfado que había entre el trío de oro, mientras que los dos chicos estaban en la sala común abrazando y hablando con toda la gente que se había marchado, no fue hasta que entré a la habitación cuando vi a la castaña tumbada en la cama leyendo un libro que me parecía familiar.

Emma—Ese fue el libro que te regalé por navidad.—sonreí cerrando la puerta.

Las tres chicas que se encontraban cada una en sus tareas se giraron sorprendidas.

Ginny—¡Mía!—gritó abrazándome muy fuerte.

Emma—¡Ginny!—grité igual irónicamente.

Y tras saludar a Izzy y Hermione planté mi baúl sobre mi cama para poder comenzar a deshacerlo.

Ginny—Estas vacaciones han sido rarísimas.—saltó sobre su cama que estaba a al lado de la mía, empezando a contar cómo había pasado sus navidades.—Como siempre ha venido la otra mitad de mi familia y como Ron no estaba me he quedado sola porque Fred y George siempre estaban metidos en su habitación.—puso morritos—¿Y tú Hermione?

Hermione—Han sido unas largas navidades.—respondió zanjante.

Emma—¿No nos vas a contar lo que ha pasado?—insistí sonriendo.

Hermione suspiró—A Harry le han regalado una saeta de fuego...

Ginny—¿Qué? ¡Eso es increible! Es la mejor escoba del mundo.—gritó ilusionada.

Izzy—¿Quién se la regaló?

Hermione—Ese fue el problema, no tenía ningún nombre así que le avisé a McGonagall y ahora la tiene ella.

Ginny—¿Por qué?

Emma—Por Sirius Black.—respondí con la mirada fija aún en mi ropa.

Izzy—¿Existe la posibilidad de que se la haya regalado Sirius?

Hermione—Eso es lo que investigaran los profesores.

Ginny—Pero no tiene sentido, Sirius Black está siendo buscado por todo el mundo mágico ¿Cómo se pudo haber metido en una tienda y robar la mejor escoba existente en el mercado?

Emma—Bueno, ya se ha escapado una vez de Azkaban, creo que le deberíamos empezar a tomar más en serio.—intenté reír seguidamente para quitarle importancia a mis palabras.

Hogwarts Scars   [ESP]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora