Por Ella. ©

× P R Ó L O G O ×

—¡No, no esperes eso de mí!, ¡yo no doy todo por amor, entiende!–. Gritó enojado, me dispuse a quedarme en mi lugar y mandar a nuestra hija al cuarto.

—Controlate–. Lo mire seria–. Si no quieres mas problemas en nuestra "familia", ¡dejame ir!–. Ahora grite yo, harta de toda esta situación, de que ni siquiera tome en cuenta lo que yo hago por el.

—Desde el momento que te revolcaste conmigo sabias lo que era–. Calcó–. Sabias con quien trabajaba y mas que nada sabias por que estamos aquí.

—¿Por que acabe con tus trabajos de mierda?–. Lo mire más molesta aún–. ¿Por que se te acabo salir de fiestas, a revolcarte con quien tuviera tetas y vagina?–. Me miro serio.

—Tu fuiste una de esas–. Sonrió burlón–. Y jamás te quejaste–. Se acerco a mi.

—Oh si, lamento decirle que no fue mi culpa no usar protección, porque tanto tú, como yo, no estábamos en los cinco sentidos y además, que odies a mi hija para que pienses que no es tuya–. Solté todo, lo que no se me permitió decir desde hace mas de cuatro años.

Desde que tengo 17 años, estoy condenada a vivir un infierno a su lado, por que eso es, un infierno.

Un sentimiento que se quedo en recuerdo, un engaño que dura toda la vida.

Una traición que pasa cada fin de semana, una furia que me nace cada que lo veo hacerlo descaradamente y en nuestra cama, con nuestra hija a unas cuantas recámaras lejos.

Una decepción al encontrarlo y que no me pida perdón. Unos celos por su parte al prohibirme salir de esta jaula de oro. Al ver a mi familia unas cuantas veces al año, al no poder enamorarme de otra persona por que tengo el riesgo de morir.

Así es mi vida junto al mafioso, al maldito narcotraficante mas buscado de Europa, a quien tiene comprado a todo mundo.

P R Ó X I M A M E N T E.