Capitulo 8- Reencuentros

184 12 7
                                    

Me despierto asustada, estoy completamente sudada, miro a mí alrededor y no reconozco la habitación, hasta que caigo en la cuenta de que no estoy en mi casa, sino en la mansión Milanovic. Miro el reloj del velador e indican que son las 5am, me bajo de la cama y me dirijo al baño para darme una ducha. Cuando estoy bajo esa caliente y deliciosa ducha recuerdo las palabras de Damon en la noche anterior. -Eres un problema, pero ahora, eres MI problema- dijo recalcando el . No supe que responder, solo lo mire y entre en mi cuarto.

Luego de un refrescante ducha, me visto con unos leggins negros como los de siempre, mis botas largas de cuero, una polera blanca holgada de tiritas y una chaqueta encima. Pongo mi arma en la cinturilla de mi pantalón en mi espalda.

Me dirijo a la cocina por un café, cuando entro me encuentro con un Damon ya vestido para un día de trabajo.

-Buenos Días-dice un Damon muy animado-¿Cafeína?-dice ofreciéndome una taza de café. Asiento con la cabeza a modo de saludo y tomo la taza de café.

-Bueno ya que no quiere hablar, hablare yo-dice Damon sentándose en la isla.-Hoy tengo que ir al centro de la ciudad, por lo que supongo debes acompañarme. Dejaremos mi auto en mi oficina y luego iremos a por la ciudad. Tengo que ir a una notaria a firmar unos documentos, también debo reunirme con mi mejor amigo y la hija de un socio en el Caffe Room Hyat Center en Franklin St.- dice un Damon muy animado. Yo no sé si este tío es bipolar o la cafeína le hace mal, porque parece un verdadero niño chiquito así como anda. Solo le falta ponerse aplaudir y dar saltitos.

-Bien, pues no te retrases D.-digo dándome la vuelta para ir a encender el auto.-ah y D, hoy iremos en mi auto-no espero respuesta y salgo de la cocina.

Luego de unos aburridos 40 minutos en una notaria de la ciudad, volvemos al auto para dirigirnos a Caffe Room Hyat Center. Me encanta manejar, es mi forma de estar al control. Tú decides la dirección a la que quieres ir o a la que debes ir, es tu decisión. Es tan relajante para mí como un libro. Me fascina y más cuando escucho música.

-¿En qué piensas niña?-dice Damon sacándome de mis pensamientos.

-En cómo deshacerme de ti idiota- digo mirándole de soslayo y sonrío al ver que tiene una pequeña sonrisa traviesa. Veo como escribe rápidamente en su celular pero no le doy importancia y sigo conduciendo. De repente comienza a sonar la canción el problema de Ricardo Arjona. Le miro de soslayo y veo como se ríe entre dientes y con eso no puedo evitarlo y nos ponemos a reír.

-Bien idiota, punto para ti.-digo sonriendo.

Luego de unos 10 minutos llegamos a CRHC.

-Aquí estamos Mister M.-digo en un tono juguetón.

-Pues Gracias Lady- dice bajándose del auto. Me sorprendo cuando abre mi puerta y me ofrece su mano lo miro y miro sus deliciosos ojos verdes, su perfecta mandíbula que me dan ganas de pasar mis dedos y ver si esa barba de tres día me deja un picor en mi dedos. Oh. Oh. Pero en qué diablos estoy pensando, mis mejillas arden y veo que él también se da cuenta de mi sin vergüenza mirada y pone una sonrisa de lado que, oh mi dios, baja bragas. Pero las mías no me repito mentalmente. Las mías no.

Le doy la mano y permito que me baje de mi GMC negra.

-¿A dónde me llevas D?, yo debo esperarte aquí- le digo

-Quiero que me acompañes, tranquila mis amigos no muerden-dice Damon- Aparte cómo es posible que me protejas si estas tan lejos- me dice juguetonamente.

-Bien-respondo.

Entramos al local y nos dirigimos a una mesa que está medianamente en el centro de este. Al acercarnos diviso a una bella rubia, alta y muy guapa sentada de espalda a nosotros y enfrente de ella se encuentra…Oh. Oh dios mío.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 10, 2014 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Milanovic BrothersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora