Me despierto asustada, estoy completamente sudada, miro a mí alrededor y no reconozco la habitación, hasta que caigo en la cuenta de que no estoy en mi casa, sino en la mansión Milanovic. Miro el reloj del velador e indican que son las 5am, me bajo de la cama y me dirijo al baño para darme una ducha. Cuando estoy bajo esa caliente y deliciosa ducha recuerdo las palabras de Damon en la noche anterior. -Eres un problema, pero ahora, eres MI problema- dijo recalcando el mí. No supe que responder, solo lo mire y entre en mi cuarto.
Luego de un refrescante ducha, me visto con unos leggins negros como los de siempre, mis botas largas de cuero, una polera blanca holgada de tiritas y una chaqueta encima. Pongo mi arma en la cinturilla de mi pantalón en mi espalda.
Me dirijo a la cocina por un café, cuando entro me encuentro con un Damon ya vestido para un día de trabajo.
-Buenos Días-dice un Damon muy animado-¿Cafeína?-dice ofreciéndome una taza de café. Asiento con la cabeza a modo de saludo y tomo la taza de café.
-Bueno ya que no quiere hablar, hablare yo-dice Damon sentándose en la isla.-Hoy tengo que ir al centro de la ciudad, por lo que supongo debes acompañarme. Dejaremos mi auto en mi oficina y luego iremos a por la ciudad. Tengo que ir a una notaria a firmar unos documentos, también debo reunirme con mi mejor amigo y la hija de un socio en el Caffe Room Hyat Center en Franklin St.- dice un Damon muy animado. Yo no sé si este tío es bipolar o la cafeína le hace mal, porque parece un verdadero niño chiquito así como anda. Solo le falta ponerse aplaudir y dar saltitos.
-Bien, pues no te retrases D.-digo dándome la vuelta para ir a encender el auto.-ah y D, hoy iremos en mi auto-no espero respuesta y salgo de la cocina.
Luego de unos aburridos 40 minutos en una notaria de la ciudad, volvemos al auto para dirigirnos a Caffe Room Hyat Center. Me encanta manejar, es mi forma de estar al control. Tú decides la dirección a la que quieres ir o a la que debes ir, es tu decisión. Es tan relajante para mí como un libro. Me fascina y más cuando escucho música.
-¿En qué piensas niña?-dice Damon sacándome de mis pensamientos.
-En cómo deshacerme de ti idiota- digo mirándole de soslayo y sonrío al ver que tiene una pequeña sonrisa traviesa. Veo como escribe rápidamente en su celular pero no le doy importancia y sigo conduciendo. De repente comienza a sonar la canción el problema de Ricardo Arjona. Le miro de soslayo y veo como se ríe entre dientes y con eso no puedo evitarlo y nos ponemos a reír.
-Bien idiota, punto para ti.-digo sonriendo.
Luego de unos 10 minutos llegamos a CRHC.
-Aquí estamos Mister M.-digo en un tono juguetón.
-Pues Gracias Lady- dice bajándose del auto. Me sorprendo cuando abre mi puerta y me ofrece su mano lo miro y miro sus deliciosos ojos verdes, su perfecta mandíbula que me dan ganas de pasar mis dedos y ver si esa barba de tres día me deja un picor en mi dedos. Oh. Oh. Pero en qué diablos estoy pensando, mis mejillas arden y veo que él también se da cuenta de mi sin vergüenza mirada y pone una sonrisa de lado que, oh mi dios, baja bragas. Pero las mías no me repito mentalmente. Las mías no.
Le doy la mano y permito que me baje de mi GMC negra.
-¿A dónde me llevas D?, yo debo esperarte aquí- le digo
-Quiero que me acompañes, tranquila mis amigos no muerden-dice Damon- Aparte cómo es posible que me protejas si estas tan lejos- me dice juguetonamente.
-Bien-respondo.
Entramos al local y nos dirigimos a una mesa que está medianamente en el centro de este. Al acercarnos diviso a una bella rubia, alta y muy guapa sentada de espalda a nosotros y enfrente de ella se encuentra…Oh. Oh dios mío.
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Milanovic Brothers
Teen FictionEn esta historia conocerás a Camille Billablanc de 24 años, ella es agente de la agencia KK.A security agency. Es una de las mejores agentes, si es que no es la mejor. Paso toda su adolescencia en entrenamiento y apenas cumplió la mayoría de edad co...