¡Maldita sea! ¿Por qué mi vida tenía que ser tan miserable?
Justo cuando pensaba que todo al fin iba bien, tenía que ocurrir esto. Estoy maldecida para siempre. Mis demonios nunca me dejarían tranquila y en especial uno de ellos, un demonio de ojos vacíos como su interior.
- Debo de admitir que eres muy buena jugando al escondite. 4 jodidos años buscándote, en dos meses serían 5. Pero al fin te encontré.- Hablaba en un tono tan tranquilo que me daba escalofríos.
- ¿Qué quieres?- Apenas pude formular una pregunta.
Él se acercó a mí, con pasos lentos. Ahora puedo verlo mejor, esos 5 años se hacen notar. No recordaba que fueran tan alto, su cabello está más largo y las facciones de su rostro son más pronunciadas. Definitivamente ya no era el chico que conocí.Seguramente estaba aquí para poner fin a mi vida, tal vez morir no sea tan malo después de todo. Jeff me estaría haciendo un gran favor.
- ¿Recuerdas lo que te dije aquella noche en el orfanato?- Su cercanía me ponía nerviosa, di unos cuantos pasos hacia atrás, pero choque con la pared. Él aprovecho eso y me acorraló poniendo sus brazos a mis costados.
Recordé esa noche, la pequeña charla que tuvimos, cuando... Casi me besa y lo recuerdo a él perdiendo el control.Esa noche me había dicho que me llevaría con él.
- Dijiste que... Me llevarías contigo.-- Y eso voy a hacer.- Su mirada era neutra.
- No. No puedo irme, ¿Por qué debería hacerlo?- Tome todo el valor que había en mi y lo encaré.
- No te estoy preguntando si quieres o no venir conmigo. Lo harás por las buenas o por las malas... ¿Acaso quieres que algo malo le pase a Biersack?- Sonrió cínicamente.
Mi corazón se detuvo al escucharlo decir eso último. Cómo sabía de Andy... No podía ponerlo en peligro.
- Eso creí.- Dijo en tono superior.- Te odio Jeffrey Woods.- Sé que estoy jugando con fuego, pero quiero borrarle esa estúpida sonrisa del rostro.
- ¿Cómo me llamaste?- Se acercó aún más, logré hacerlo enojar.
- Ese es tu nombre. Leí tu historia, Jeff. Solo quería saber más acerca del chico que arruino mi vida.-
- Vaya, vaya... Te has vuelto más arrogante. La última vez que te ví parecías una niñita tonta.- Con su mano sujeto mi mentón.
- Sueltame.- Trate de apartarme.
- Ve por tus cosas, linda.- Al fin se apartó de mi.
- Ya dije que no me iré... No puedo.-
Comencé a analizar la situación, buscando alguna forma de huir, pero no tengo ninguna opción. No creo lograr tomar mi teléfono y llamar a la policía, obviamente no puedo pelear con él, ni siquiera puedo salir del departamento sin poner en riesgo a Andrew. Esta vez estoy atrapada.
- Bien, entonces buscaré a Biersack y lo mataré delante de ti.- Sacó su cuchillo y me alarme.- No, por favor no le hagas daño.- Corrí hasta él y jale del brazo.
- ¿Por qué te interesa tanto el doctorsito ese?- Me miró fijamente.
- No quiero cargar con más muertes, no es justo que mueran inocentes por mi culpa.- Dije con la cabeza baja.
- Solo dame 3 semanas... E iré contigo.-- ¿3 semanas?-
- Están vigilandome, en 3 semanas seré libre. Si me voy ahora, me buscarán... Pero si me esperas, les diré a todos que volveré a mi hogar, de ese modo no levantaré sospechas.- Expliqué.
- Es mucho tiempo...-
- Ya has esperado 4 años, puedes esperar un par de semanas.-
- Bien, pero estaré viniendo algunas noches y si veo algo sospechoso voy a...-
- Te prometo que no intentaré nada. Solo no lastimes a nadie más.- Lo mire a los ojos.
- Eso es algo que no puedo jurar, pero no lastimare a ninguna persona que sea cercana a ti por algo a cambio.- Como te odio, Jeff.
- ¿Qué cosa?- Temí por su respuesta.
- Déjame marcarte.- Su voz sonó más grave.
- ¿Qué?- Instintivamente me aparte de él, acaso quería marcarme como a un animal. - No, no harás eso.-
- Es un poco de tu sangre o toda la de tus seres queridos.- Comenzó a jugar con su cuchillo.
Me senté en la cama, no puedo dejar que lastime a Andy, CC o a Miranda. Y él se está aprovechando de eso.De tan solo imaginar lo que Jeff les podría hacer... No soportaría. Mi vista se nubló por las lágrimas acumuladas en mis ojos.
- Está bien.- Me estoy condenando.- Tranquila, no lo haré muy profundo.- Limpió mis lágrimas con sus pulgares. - Recuestate.-
Hice lo que me pidió y tome una almohada para cubrir mi rostro.
- Quiero ver tu cara.- En serio no podría sentirme más humillada en este momento.
Di un pequeño brinco al sentir sus frías manos colarse por el borde de mi blusa, la alzó un poco. Al menos no vería las cicatrices que tenía en mi abdomen. Mi respiración se agitó cuando tiro un poco de mi pantalón dejando al descubierto parte de mi ingle. Fue cunado me di cuenta de algo... Iba a hacer esto completamente a oscuras, no quiero ver cómo terminará esto.Cuando sentí la punta del cuchillo sobre mi piel quería salir corriendo, pero no tenía opción. Había aceptado hacer esto, solo espero que el cumpla con su parte del trato.
Empezó a cortar, mordí la almohada para evitar gemir de dolor. Esa zona de mi cuerpo comenzó a arder, quería que parará, quería que todo esto fuera una pesadilla.
- Listo.- Alzó el cuchillo a la altura de su cara, parecía distraerse viendo como mi sangre resbalaba por el filo de la hoja.
Se colocó sobre mi, apoyo su brazo a un costado de mi cabeza y acercó su rostro. Dejando el cuchillo entre los dos, yo no podía hacer nada más que verlo con temor.
- Ahora eres mía, (Tn).- Acarició mi mejilla con la hoja del cuchillo, manchandome con un poco de sangre. Después lamió la sangre que quedaba en su cuchillo. - Solo mía.-- Ahora cumplirás con el trato.-
- Argh.- Gruñó y se quitó de encima.
- Bien, pero pronto volveré a verte.-
Salió por la ventana, con cuidado me incorporé. Fui al baño y encendí la luz, vi mi reflejo en el espejo.
Las letras "JTK" talladas en mi piel resaltaban, busqué algo con lo que limpiar mi sangre y evitar que saliera más. No pude contener mi llanto, el dolor físico ya no me importó, me siento devastada completamente.He firmado mi sentencia de muerte, y al ver esta marca en mi parecía una oveja y yo sola me había metido en la boca del lobo. Iba directo al matadero.
ESTÁS LEYENDO
《ESQUIZOFRENIA》[JTK x (TN) x AB]
FanfictionUn Demonio... Su frío tacto, esa mirada sin vida, su pálida piel sólo hace resaltar su escalofriante sonrisa. Él lo hizo, él los mató. Yo no fui, entonces por qué me atormentan a mi. Un Ángel... Su calidez, la esperanza en sus ojos, su tierna sonris...