Acto 6. Amistad -Nunca estarás solo-

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Han pasado ya dos meses y medio desde que Chris y Alfonso entablaron una sólida amistad, y a pesar que había pasado muy poco tiempo de esa relación; realmente se habían hecho muy cercanos. Se convirtió en rutina que Chris despertara a Alfonso a las 5:30 de la mañana para que ambos salieran a trotar y correr en el área verde de enfrente, para después subir y desayunar ambos juntos. Un día preparaba el desayuno Alfonso, y el otro día le tocaba a Chris, aunque a veces prefería comprar algo ya hecho que cocinar; a pesar que Alfonso quedaba fascinado con lo que preparaba Chris.

Mientras Alfonso estaba en su trabajo de oficinista, Chris salía a pasear, se dedicaba a leer algún libro que tenía pendiente y otras veces hablaba con su familia; a veces pensaba que si sus fans supieran que estaba llevando una vida demasiado tranquila, (casi aburrida o muy aburrida), lo tomarían como un tipo loco e irreconocible. Pero años de trabajo, de ser acosado, de no poder ni siquiera de disfrutar un partido en familia o con amigos por los reporteros o fans que lo seguían, llegaba a ser fastidioso, y de cierta manera esta nueva rutina le gustaba mucho.

Vio el reloj y notó que ya casi eran las 7:30 de la tarde. Normalmente a las 7:00 llegaba Alfonso (incluso los viernes como ese día), pues ya se hizo cotidiano que ambos cenaran juntos, y más en su departamento pues a Chris le gustaba la compañía de Alfonso. Pidió una pizza familiar y un refresco para cenar y así disfrutar de una serie que empezaron a ver en Netflix.

Dieron las 11:30 de la noche, y Chris se preocupó al instante, pues Alfonso nunca llegaba tarde, y ese viernes no había tenido contacto con él desde que se fue a su trabajo. Empezó a pensar lo peor, hasta que escuchó que el elevador se detenía en su piso. Tenía que llamarle la atención, pues aunque aún no fuera muy tarde realmente le molestó que lo preocupara. Al salir notó que Alfonso estaba todo empapado por la lluvia, se tambaleaba, sus ojos estaban rojos y tenía aliento alcohólico. Está ebrio, pensó mientras lo ayudaba a entrar a su departamento.

-¿Qué es lo que te pasó?- Le preguntó en tono molesto mientras lo sentaba en su sofá.

-¿Desde cuando eres un maldito ebrio? Me preocupe al no tener ninguna llamada o mensaje tuyo cuando noté que no habías leído mis mensajes ¡Carajo! Pensé que te había pasado algo grave.- Grito Chris regañando a Alfonso por su estado.

-Si estoy así, es porque no valgo nada. Soy una maldita porquería- Contestó Alfonso en voz alta pero algo lento por su ebriedad.

-Mi novia. La mujer que amaba y que pasé años a su lado, me dejó por un idiota de donde está trabajando. Dijo que era un poco hombre, un imbécil inmaduro y que no valgo nada. ¿Y sabes qué? Tiene razón. Ya no podía a veces responderle como hombre en la cama. Y ahora tú me dices que soy un maldito ebrio. ¡Soy un asco!- Gritó para empezar a llorar.

A Chris le sorprendieron dos cosas, la primera fue que Alfonso nunca le contó sobre su novia, a pesar de que ya habían platicado sobre vida y las relaciones que habían tenido (pero seguía ocultando lo de su "relación actual"). Lo segundo fue ver a ese chico alegre, vivaz, que siempre tenía el ánimo al 100%, que ahora estuviera destruido tanto por dentro y por fuera y que haya recurrido al alcohol cuando él no era afín a tomar. Empezó a sentirse mal por gritarle, nunca lo había hecho.

-Hey, tranquilo Alfa. Tú no eres nada de eso.- Le dijo Chris sentándose a su lado.

-Sí lo soy. Ahora que me he quedado solo y que no tengo a nadie cerca... mi destino es quedarme solo hasta morir.

-¡No hables así! No quiero oírte decir eso. ¿Sabes por qué nunca estarás solo? Porque yo estaré a tu lado. Somos más que amigos, inclusive más que hermanos, y yo te apoyaré para que salgas de cualquier circunstancia que te lastime. Los dos nos apoyaremos y estaremos juntos.- Lo tomó de su rostro mientras le decía esto y notó que a pesar del estado de Alfonso, vio en su mirada que entendía cada palabra que le decía. Se acercó más a su rostro sin apartar su mirada de la de él. Los labios de ambos quedaron muy cerca, casi podían tocarse y ambos podían sentirlo.

-Yo nunca me alejaré de ti. Estaremos juntos siempre.- Dijo Chris a Alfonso para finalmente abrazarlo. Alfonso se sintió mejor pero quedó en silencio, como si aún siguiera asimilando esas últimas palabras.

Chris fue a su cuarto por ropa limpia y una toalla. Ayudó a Alfonso a quitarse la ropa húmeda que tenía: empezó por su suéter, su camisa, luego sus zapatos, sus calcetines y al final su pantalón.

-Por lo menos tomemos un café antes Evans.- Dijo Alfonso en tono de broma con una leve sonrisa.

-Iba a sugerir una cerveza para luego pasar a la acción.- Contestó riendo un poco Chris. –Seré cuidadoso... bueno lo intentaré.- Ambos empezaron a reír. Y Chris sintió alivio al ver que Alfonso volvía ser el mismo de siempre con su linda sonrisa.

Lo ayudó a secarse y poniéndole una playera holgada azul marino. Le dio agua para hidratarlo y lo motivó a que por lo menos comiera dos rebanadas de pizza. No quería dejarlo en su departamento solo ni tampoco en su sofá. Quería cuidarlo muy de cerca. Su cama era "King-size" así que no había problema de que ambos durmieran juntos. Lo llevó a su cuarto y lo acobijo primero del lado derecho de la cama. Pasó al lado izquierdo para quedar igual que él; intentó dormir con playera pero se le hizo incomodó optando por quedarse en bóxer como siempre. Alfonso quedó frente a él, y Chris pudo dormir tranquilo al ver su rostro dormido con mucha tranquilidad y serenidad.

Alfonso se despertó en la mañana con un leve dolor de cabeza, y al tratar de levantarse se dio cuenta que Chris estaba dormido sobre su pecho abrazándolo con un brazo. Sonrió y optó por dormir otro poco más, o hasta que Chris lo levantara.

Tampoco estarás solo Chris... Me quedaré a tu lado siempre.

¿Será esto AMOR o CONFUSIÓN? (Chris Evans) (Yaoi) (Fanfic) (Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora