Abre esto cuando...

Recuerdes el día febrero 14.

Hola, precioso.

Recordar todo lo que sucedió aquel día me da una felicidad inmensa, así como espero que esta carta lo haga contigo.

¿Recuerdas el momento en el que nos conocimos? Captaste completamente mi atención desde el primer segundo en que te vi. Cada mensaje tuyo me hacía sonreír como bobo, incluso aunque no fuese directamente para mí.

Ni cómo olvidar las bromas, las veces en las que jugábamos a flirtear entre nosotros (mhm, no era un juego), el momento en el que ya ni siquiera me era posible disimular la baba que me caía cuando hablabas y te dirigías a mí. Creo que fuiste el único que no se daba cuenta.

En ese momento, realmente yo era más depresión que persona, y sin embargo, tú estuviste ahí conmigo todo el maldito tiempo. Supiste sostener mis sentimientos mientras yo sufría por cosas que ni siquiera valían la pena.

Estaba cayendo lentamente por ti. Estaba cayendo de la manera más profunda e intensa; hasta que se me hizo necesidad estar contigo.

Estaba más que enviciado con la idea tuya y mía queriéndonos. No deseaba otra cosa que no fuera ser parte de tu vida, y ahora estamos aquí; cumpliendo cuatro meses como pareja.

Soy el hombre más feliz del mundo a tu lado. No quiero que dudes de todo el amor que te tengo ni un solo segundo. Quiero pasar mi vida entera contigo, quiero ser la persona que pueda cuidarte a cada minuto, quiero que seamos felices juntos y recordarte a cada momento que eres el único que hace que mi corazón quiera saltar de mi pecho. No hay un momento en el día en el que no esté pensando en ti; estás en cada parte, en cada paso que doy, en cada cosa que puedo ver, en cada sonido que puedo escuchar.

Espero poder ser tan afortunado como para que te quedes junto a mí. Eres lo mejor que ha llegado a mi vida.

Te amo como nunca he amado, ángel.