Justin se bajó un poco las gafas de sol y la miró con cierta exasperación.
- ¿Qué te pasa ahora por la cabeza?
- Bueno, lo siguiente. Ya que eres el capitán del equipo, seré sincera contigo. Me han contratado para realizar un cambio de imagen del equipo.
- No necesitamos ningún cambio de imagen.
- Eso es discutible. A Kidco Corporation, el actual propietario del equipo, como muy bien sabes, no le gustó nada como os comportasteis después de ganar la Copa la pasada temporada.
Justin reprimió una sonrisa burlona.
- Compartimos la Copa con la ciudad. ¿Qué hay de malo en eso?
- La paseasteis por clubes de striptease. - Kelsey se dio cuenta de inmediato de que le había tocado la fibra sensible...pero la mala.
Las facciones esculpidas de aquel atractivo rostro se endurecieron y ella tuvo la inconfundible impresión de que aquel tipo estaba luchando para mantener a raya su conocido mal carácter, un mal carácter que supuestamente le llevo en una ocasión a amenazar a un jugador con echarle de un coche en marcha si no mejoraba su juego.
Kelsey esperó retenida en la parálisis prolongada de lo que ya, inequívocamente, era una mirada furiosa.
- Permíteme que te explique una cosa, señorita McNeil. - Su voz era un retumbar bajo, perfectamente controlado-. La temporada pasada, mis chicos se partieron el culo en el hielo noche tras noche, y por un motivo: querían ganar la Copa. Cuando la ganaron, estaba en su derecho de hacer con ella lo que les diese la gana, tanto si eso significaba pasearla por un club de striptease o dejar que un perro comiese de ella. ¿Lo has entendido?
- ¿Y qué me dices de esnifar cocaína dentro de la Copa? - preguntó Kelsey, muy cortante-. ¿Eso también podían hacerlo?
- Esa historia es falsa, y lo sabes.
- Yo no lo sé, y tampoco lo sabe Kidco. Al fin y al cabo, tampoco importa si es cierto o no. Lo que importa es que un rumor como ese daña la imagen del equipo. Es inaceptable.
- Así que tu trabajo consiste en... ¿qué? ¿Convertirnos en unos chicos del coro?
- Kidco no pretende que los jugadores regresen cada noche a casa y se dediquen a preparar pastelitos, no. Pero sí espera que dediquen unas cuantas horas a realizar alguna actividad anticuada de relaciones públicas para ayudar a borrar esa imagen de juerguistas que acosa al equipo.
- No pretendo ofender, pero ninguno de los chicos del equipo, especialmente yo, le debe nada a Kidco.
Kelsey río ente dientes, casi un bufido.
- ¿De verdad? ¿Quién crees que firma ahora tus cheques? ¿Quién crees que te paga ese sueldo estupendo que te permite hacerte escoltar por modelos? Kidco es el propietario de los Blades, lo que significa que es tu propietario también, te guste o no.
Ahora era el turno de Justin de echarse a reír, y fue una risa despectiva.
- Si no fuese por mí, esos chicos blandos trajeados no sabrían ni quién demonios son los New York Blades. El único motivo por el que compraron el equipo es porque ganamos la Copa, y el único motivo por el que ganamos la Copa es porque el New York me fichó especialmente a mí para volver a convertirlo en un club ganador, y eso fue lo que hice. De modo que no me digas que les debo yo algo. Yo ya hice mi parte para esos del traje que viven allí arriba.
Conmocionada momentáneamente y reducida al silencio por su colosal ego, Kelsey se limitó a pestañear a modo de respuesta. Levantó la vista para observar aquel rostro tan duro, que mostraba pequeñas huellas reveladoras de cómo se ganaba la vida -una diminuta cicatriz en la barbilla, otra en la ceja- y luego sacudió la cabeza con incredulidad.
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Contacto
FanfictionKelsey McNeil es una publicista con la misión de cambiar de imagen de los chicos malos del hockey: Los New York Blades, campeones de la Copa Stanley Justin Bieber es un capitán con una misión...lograr que su equipo gane la copa otra vez...cueste lo...