Cuando Jessica vio pasar Steven hacia el baño, le siguió. Steven había estado ignorándola durante varios días, era su forma de darle la espalda al problema, a pesar de que él sabía que eso no lo solucionaba. Edd, estaba enviando textos dentro de una cabina del baño cuando escuchó que alguien entró, por temor a que fuera su jefe y le pillara, guardó silencio y esperó.
Steven entró y fue directo al lavamanos, pero vio a Jessica a través del espejo. Se giró, resignado, aceptando que la conversación tenía que tomar lugar tarde o temprano y aguardó a que ella empezara su reclamo.
Todo lo que ella hizo fue pedirle perdón y proponerle que empezaran de nuevo, que hicieran como si nada hubiese pasado, que había sido un impulso, que ella no le hablaría a nadie sobre el tema. Eddard, esperó a que ellos terminaran de hablar y absorbió toda la información como una grabadora. El tono de voz de Jessica, rozaba la súplica, pero Steven se mantuvo firme, inexpresivo.
Finalmente, luego de un par de minutos, Steven logró hacer que ella se detuviera y respiró hondo, prosiguiendo a suplicarle que se tranquilizara, que todo estaba bien, que él lo había olvidado y ella debía de hacer lo mismo. A juzgar por las palabras que utilizaban, Eddard supo que algo fuerte había pasado entre los dos.
Su mente trabajó rápido, explicándose a sí mismo que por "un impulso" no podía referirse a otra cosa que no fuera, una noche juntos y sintió mucha lástima por Melany. Cuando Steven salió del baño, Jessica supo que no había nada más que pudiera hacer para retener el único hombre que se había fijado en ella por meses.
Eddard salió, minutos luego cuando Jessica abandonó el baño y supo exactamente qué tenía que hacer.
***
Melany sentía un malestar físico indescriptible, y no precisamente debido a la magnitud de este si no a la incapacidad de explicarlo. Sencillamente, su corazón estaba quebrándose. Estaba aferrada a la posibilidad de que Steven lo negara y dijera que todo había sido un invento, un malentendido.
Abrió el portátil de su esposo y rebuscó en su almacenamiento, en la galería, en archivos, historial de búsqueda del navegador y no encontró nada. Aun así, el alivio no encontraba el paso en sí misma. Buscó en sus conversaciones de Facebook e incluso en sus búsquedas recientes y no vio nada. Se sentía frustrada.
Un correó timbró y ella lo abrió desde la ventana emergente. Eran unos planos digitales y unos escaneados, enviados por Adam. Suspiró, apretando los dientes y le dio clic a la flecha que la envió atrás. La bandeja de entrada estaba llena de mensajes leídos, la mayoría citaban el nombre de la firma de arquitectos para la que Steven trabajaba. Pero uno de ellos, tenía el correo de una mujer que no supo reconocer.
Su nombre de usuario en Google, era Jessica Jensen y su intercambio de mensajes, era abrumador. Sostenían charlas recíprocas e informales. Se enviaban emoticones y el tiempo de respuesta no superaba los tres minutos. Subió, intentando encontrar el comienzo.
ESTÁS LEYENDO
UNA ROSA MARCHITA │COMPLETA
Ficção GeralUna joven pareja de casados, disfruta de los primeros años de matrimonio con el nacimiento de Patrick. Él, más que ser el primer hijo, es un símbolo de lucha; pues fue concebido tres años después de que un doctor le dijera a Melany que, las posibili...