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Jimin y Taehyung se sentaron a comer tranquilamente en una de las mesas de la cafetería, desenvolviendo la comida que acababan de comprar.

—¿¡Viste el nuevo álbum de Taeyang!? Definitivamente irá en nuestra súper cool playlist. — Sonrió el pelirrojo.

— No me sorprende, más del ochenta por ciento de las canciones de la playlist son de Taeyang — Río Jimin.

— ¡Oye! Agradece que bendije tus oídos con su música angelical.— Reprochó mostrando un puchero. — De hecho, estaba pensando en ir hoy a la tienda a comprar el nuevo álbum y quizás el vinilo, ¿quieres venir? — Dijo el alfa, mientras hacia ojitos de perrito.

— Me encantaría, pero tengo que limpiar los asquerosos retretes al final de la jornada...— Se quejó, mientras le daba un gran mordisco al soboro-ppang.

—Bueno, será igual de divertido, ¿no?— Se burló del mas bajito.

—Seguramente...— Dijo con una sonrisa forzada, ocasionando carcajadas en el otro.

Un agradable silencio inundó la mesa en la que se encontraban. Al terminar de comer, Jimin se dispuso a recoger la basura que se encontraba sobre la fría mesa metálica, cosa que su amigo parecía no tener intención de hacer. Su mente se encontraba en otro asunto.

Al levantarse de la mesa, Jimin sintió cómo la mano de Taehyung se posaba sobre su hombro, tratando de llamar su atención.

—Minnie, he querido preguntarte algo desde que llegaste esta mañana. ¿Has estado con un alfa? — Preguntó el pelirrojo un poco cabizbajo.— Hueles a algo que no reconozco.

—¿Qué? Quizás fue esta mañana que choqué con un alfa. Tampoco lo había visto antes, quizás esté un curso más arriba.— Respondió Jimin, tratando de recordar los sucesos que ocurrieron de camino al aula.

—Oh, bueno eso explica mucho.— Esbozó una sonrisa forzada, mientras concentraba su mirada en una de las mesas donde se encontraba un grupo de estudiantes de tercer año.

—Además, ¿qué te hace pensar que un varonil próximo-a-ser-alfa como yo voluntariamente olería a un alfa?— Fingió un puchero molesto.

—Tienes razón, temible y varonil alfa. ¡Hasta aquí me llegan tus feromonas!—Resistió las ganas de reír, recibiendo pequeños golpes inofensivos en su brazo mientras trataba de acariciar el rubio cabello de su amigo.

—Bueno, te dejo Taehyungie, debo arreglar unos apuntes de literatura antes de la clase.— Se despidió el bajito de su amigo, dejándolo en la mesa mientras este concentraba su desconcertada mirada nuevamente en quién sabe qué.

Por alguna razón que no comprendía del todo, tan sólo pensar en su mejor amigo con otro alfa hacía que su sangre hirviese.

Sacudió su cabeza ligeramente, haciendo caso omiso a los sentimientos que surgían al pensar en esta alternativa. ¿Qué estaba pensando? Solo tenían una relación muy cercana de amigos.

(...)

El rubio tomó rumbo hacia el salón 303, pensando en los deberes que tenía pendientes para todas sus asignaturas. Sin embargo, aquello que había dicho su amigo todavía perturbaba su mente. No podía percibir olores ya que todavía no se había presentado, por lo cual la reacción de su amigo fue totalmente inesperada y fuera de lo común. ¿Fue acaso una escena de celos? Aquello no era común en Taehyung, siempre habían tenido mucha confianza el uno con el otro.

De igual manera, ¡¿Qué le ocurría al rarito de la mañana?! ¡No era ningún omega como para oler a cualquier alfa apestoso! El sólo hecho de imaginarse como omega repugnaba a su mente.

(...)

—Namjoon, ¿sabes algo sobre ese chico de allá?—Jungkook tenía su mirada fija en la mesa donde se encontraba Jimin antes de irse.

Alfa. Percibió. El pensamiento del chico lavanda a solas con ese alfa hacía que le hirviera la sangre, sin saber muy bien por qué.

—Hmm, pues sé que va un año por debajo de nosotros, ¿Por qué? ¿Acaso te llama la atención? Quien lo diría, alfa con alfa. — Rió el alfa de los hoyuelos, antes de percatarse de la cara de pocos amigos que tenía el castaño.

—¡Claro que no me interesa! Es sólo que mi lobo ha puesto su atención sobre el chico rubio que estaba con él hace unos momentos.— Refunfuñó, mientras un leve color carmín se posaba sobre sus pómulos.

—¿Qué acaban de escuchar mis oídos? ¡Nuestro Kook está enamorado!— Dijo Hoseok emocionadamente, entrometiéndose en la conversación de ambos alfas.

—¿Q-Qué? C-Claro que no, o bueno, no lo sé, pero mi lobo se descontrola cada vez que lo veo pasar, q-quizás sólo sea otro flechazo temporal.— Tartamudeó el castaño, sintiendo cómo la temperatura de su rostro aumentaba cada vez más.

—¿Quién es el afortunado?— Sonrió Jin cálidamente.

—De seguro no tienes los huevos para hablarle.— Dijo burlonamente el alfa de ojos felinos adormilados.

—¡N-Ni siquiera lo conozco! Sólo sé que es un poco demasiado cercano a aquel alfa pelirrojo de esa mesa.— Señaló disimuladamente con su dedo índice en dirección a la mesa de Taehyung, el cual situaba su atención sobre su teléfono móvil.

—¡¿Quién?!— Exclamaron todos al unísono, enfocando su mirada para nada disimulada sobre el chico pelirrojo, que se sintió intimidado al ser observado por diez pares de ojos.

—¡Ay Dios mío que vergüenza, dejen de mirar como tías chismosas!— Chilló el alfa, avergonzado por las acciones de sus amigos.

—Lo siento, era inevitable.— Rió Jin, mientras tomaba asiento nuevamente.

—Puede que no sepamos quién es, pero sea como sea, creo que no le agradas demasiado.— Susurró Namjoon al oído del castaño, viendo la mirada de odio que el pelirrojo posaba sobre él.

Jungkook levantó su mirada levemente, topándose con la del otro. Instantáneamente, sintió cómo se tensaba y preparaba para atacar su lobo.

Ignorando a su lobo, alejó su mirada y pretendió que aquel duelo entre miradas no había ocurrido.

—Pff... no sé de qué hablas...— Respondió nerviosamente el castaño, sintiendo todavía la mirada del alfa sobre sí.

Creo que no somos los únicos interesados en el chico lavanda.— Escuchó decir a su lobo en un tono de ira. Iba a ser difícil llegar al corazón del rubio que aceleraba sus latidos.


(...)



Un poco corto, ¡lo lamento!

-J

(Editado 2022)

¿¡Omega!? - JikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora