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-Vamos, Lisa- me apuró mi hermano desde el otro lado de la puerta

Hoy iríamos a la playa.

-¡No es mi culpa que mi celular no sirva y no haya sonado la alarma!- grité mientras me ponía las chanclas

Abrí la puerta para encontrarme con Finn y su cara de fastidio.

-Ya, quita esa cara

-No me hagas enojar que si no no te tomo fotos

Volteé los ojos.

Mi hermano estaba tomando un curso de fotografía por lo cual me usaba siempre de modelo, lo que no me molestaba porque su gran talento me daba fama en Instagram.

Subimos al carro y después de escuchar la horrible música de mi mamá llegamos.

Bajé del auto y corrí a tirarme a la arena la cual estaba raramente fría.

-Te van a pisar- dijo Kyle

-Déjame ser feliz y cállate

Me volteé y en cuanto Kyle me vio se echo a reír.

-Tienes arena- dijo el chico entre risas mientras señalaba mi cara

Me paré y me sacudí como un perro mojado.

-Tienes un poco aquí- dijo Kyle mientras me limpiaba la cara

Quité su mano.

-No me toques, yo lo puedo hacer- dije intentando no sonrojarme y sacudiéndome la arena

-Ni que te fueras a morir si te toco- rodó los ojos

-Ella no, pero tú sí- dijo mi hermano cruzando los brazos

¡Tómala niño engreído!

Cómo amo a mi hermano.

Kyle saltó del susto y en cuanto vio a mi hermano se sonrojó.

-Vamos a nadar- dijo Kyle ignorando el comentario de mi hermano

Caminamos al camastro que había agarrado mi mamá. Dejamos nuestras cosas y nos quitamos la ropa (teníamos el traje de baño abajo).

Mi biquini estaba un poco revelador sin duda.

Era de triángulos porque había agarrado el primero que vi en el cajón por la prisa que traía y no me di cuenta que estaba un poco pequeño.

Mierda. Por favor no voltees Kyle.

En cuanto Kyle me vió puso los ojos como platos y mi hermano se los tapó rápidamente.

Mierda.

-¿Lisa no tenías otro?- preguntó mi hermano

-Lo agarré con prisa- respondí nerviosa

-Kyle, si te cacho mirándola tendrás problemas- dijo aún tapando los ojos del chico

-He visto más cosas, tranquilo- dijo Kyle quitaba las manos de mi hermano, me miró a los ojos con una sonrisa traviesa.

Mierda.

Kyle y Finn se quitaron la camisa.

Por dios, Kyle estaba increíblemente fuerte, tenía el abdomen y pectorales muy marcados.

Casi se me salía la baba de ver a Kyle pero lo disimulé, Kyle era sin duda el chico más sexy que jamás había conocido.

Era alto y musculoso, su cabello era muy brillante, color oro, tenía unos ojos azul claro y su piel era perfecta, parecía que lo habían sacado de una revista.

Un verano con él Donde viven las historias. Descúbrelo ahora