"¿Entonces dices que Keith vendrá?" Pregunta Lance mientras él y sus dos amigos están sentandose en las gradas antes de que el partido comience.
Hunk y Pidge se miran entre si; la pequeña le comentó al grandote que invitó a Keith, sí, pero ella creía que Lance no había escuchado aquello. Ahora ambos temen por un sinfín de reclamaciones.
"Ay vamos chicos, no estoy molesto ¿si? Solo quiero saber".
"Sí, lo invité. No sé si vendrá, él iba a trabajar".
"Oh, entonces deberíamos guardar un lugar para él ¿no?". Hunk y Pidge volvieron a mirarse entre si con el ceño fruncido.
"¿Te encuentras... bien? Estás rarito". Hunk puso su mano sobre la frente del moreno, quien la apartó de un manotazo. Sí, Lance estaba bien. Pero después de su charla con Claire y de haberlo pensado incontables veces antes de caer dormido, él estaba dispuesto a hacer las paces con Keith. Bueno, eso si el pelinegro aceptaba.
"Estoy bieen, relájense". Lance rodó los ojos mientras buscaba con la mirada a dicho joven.
Lance había querido hablar con Keith desde hacia ya un par de días, pero hasta ese momento no se había sentido con tantas fuerzas de motivación y si no lo hacia en ese preciso instante, no sabía hasta dentro de cuanto volvería a tener ganas o el valor.
Keith por su parte apenas estaba terminando su turno en Altean Palace; para ser viernes, el lugar había estado tranquilo. Después de limpiar las mesas y el mostrador, se dirigió al baño para cambiar su uniforme por otra ropa. Normalmente se habría ido directo a casa de Shiro, pero al final había decidido que ir al partido podría ser bueno.
De acuerdo, él no lo había decidido, Shiro prácticamente lo había obligado al hacer que Keith perdiera una apuesta. Después de cambiar su camisa color lila con el logotipo de Altean Palace por una camisa negra con una franja roja, salió del baño y se despidió de Coran y de el otro chico que trabajaba ahí. Revisó la hora en su celular mientras comenzaba una caminata hacia la escuela; "8:23", bien. Iba un poco retrasado pero aún alcanzaría a llegar. Cualquiera hubiera pensado que no tenía sentido ir de todas maneras, si lo mas seguro es que iba a estar sentado solo y sin entender mucho de lo que pasaba, hambriento y cansado, pero Keith había hecho una promesa con Shiro, ¿o fue una especie de castigo? Lo que sea, él iría.
Le tomó otros 16 minutos llegar hasta ahí a un paso rápido, el estacionamiento de la escuela estaba repleto de automóviles, Keith localizó el de Shiro después de un rato. Tomó aire antes de entrar al lugar maldiciendo a la noche por estos eventos, él nunca ha sido fanatico de nada de ellos. Entra a la escuela después de un rato y camina con pasos largos al gimnasio, que esta a tope. Alumnos, familiares y amigos de ambas escuelas que compiten están sentados animando al equipo por el que vienen. Todo es bullicio y alboroto y el lugar esta impregnado con aromas de todo tipo, hasta de comida, perfumes, y olores fuertes corporales. Keith preferiría salir corriendo que enfrentarse a todo esto, pero aún así... sus ojos encuentran a Shiro que esta en la cancha jugando con el uniforme del equipo de Garrison puesto y él sabe que tiene que quedarse. Busca entre las gradas por si ve a los padres de Shiro así tiene con quien estar, pero en cambio, ve a una pequeña niña con gafas agitando su brazo en el aire para llamar su atención, o es lo que a él le parece. Keith ve a los dos chicos a sus lados, incluido Lance, y duda en ir. Ve que Pidge busca entre su mochila su celular y después la observa teclear rapidamente algo y cuando Keith cree que tal vez ella no le estaba llamando a él, su movil vibra. Él lo saca de su bolsillo trasero y lee el nombre de Pidge en sus notificaciones.
"¡Sientate con nosotros! Lance será amable, es una promesa". Keith duda por una fracción de mini segundos mas y al final decide que confiará en Pidge. Comienza a caminar hacia los tres muchachos y maldice por lo bajo ya que las gradas son demasiado pequeñas y él esta chocando con las rodillas de un montón de personas mientras intenta llegar hasta su lugar.
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Is it hate or love? | KLANCE
Fiksi Penggemar"-Ódiame o ámame, ambas están a mi favor. Si me amas, siempre estaré en tu corazón. Si me odias, siempre estaré en tu mente. -William Shakespea...