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Bebí el líquido de aquel vaso para shots 《Un shot de realidad》pensé mientras tragaba el líquido que quemaba mi garganta, aquel que apasiguaba mis lágrimas, las pocas que quedaban las seque con la manga de mi camiseta.

—Por una realidad sin ti. —Brinde dejando el vaso sobre un libro de Hamlet el cual no había dejado ahí pero le reste importancia.

Reí ante el libro, recordándome mi actual trabajo como actriz en obras locales, recordando mis clases de teatro en la Universidad.

Recordando a Calum reír por alguna tontería que sus amigos habían dicho. Reí amargamente ante ese recuerdo.

Calum había sido mi novio durante dos años hasta que un día desapareció, desde ese 2 de Julio no había vuelto a ser la misma.

Todas las memorias llegaron a mi mente como una daga, dando en el blanco, apuñalandome en el sitio que más dolía.

—Señora Hood. —Salude amablemente a la mamá de Calum la cual me recibía con una sonrisa cálida.

—Amelia, ¿Qué te trae por aquí pequeña? —Pregunto con curiosidad mientras me dejaba pasar a su casa.

—Venía a buscar a Calum, quería ver si podía pasar el rato conmigo pero no contesta el teléfono. —Levanté mi teléfono, dejando a la vista el registro de llamadas y las últimas cinco habían sido a Calum.

—Querida, creímos que Calum estaba contigo. —Arqueo la ceja completamente confundida.

Sentí una punzada en mi estómago y en mi corazón, algo no andaba bien.

—No... Tal vez éste con alguno de los chicos, dejé les llamo. —Joy asintió ante la idea.

Llame primeramente a Luke, quien estaba con Ashton y Michael, negó saber del paradero de Calum; en el instante en que colgué llegó Mali, se derrumbó frente a nosotras y rápidamente me arrodille a su lado.

—Mali, ¿Qué pasa? —La rodee suavemente con mi brazo.

No podía hablar, soltaba varios balbuceos que ni su madre ni yo entendíamos hasta que señaló hacía arriba por las escaleras, donde estaba ubicada la habitación de Calum.

—Yo voy, no sé preocupe, quedese con ella. —Le pedí a Joy, con miedo de lo que encontraría.

Corrí hasta la habitación que conocía de memoria, empuje la puerta y en ese preciso instante todo parecía ir en cámara lenta.

Habían charcos de sangre, el edredón también estaba manchado y en el suelo pude visualizar el teléfono de Calum, me derrumbe ahí mismo, gritando y envuelta en llanto. Pronto llegó el padre de Calum, admirando la escena, quedando poco tiempo en shock para llamar a la policía.

Habían pasado días y meses de su desaparición, habían encontrado un cuerpo a kilómetros de la casa de los Hood sin embargo no correspondía al de Calum. A pesar de no haber encontrado el cuerpo, un año y medio más tarde sus padres habían decidido hacer un funeral sin el cuerpo, en su lugar colocaron ropa y algunas cosas que el amaba, como su primer guitarra, su bajo, algunos de sus álbumes favoritos, cartas que había escrito a sus amigos que nunca envió.

No supe de dónde saqué el coraje para asistir al funeral de la persona que más amaba pero lo hice, como pude ese día me mantuve fuerte para su familia ya que ellos me habían considerado parte de ella.

Esa valentía sólo estuvo presente aquel día ya que al enterrar el recuerdo de Calum parecía que también había enterrado ese sentimiento.

Mi vida venía en picada, por poco no terminaba la Universidad de no haber sido por los chicos que me apoyaron en el duelo, estuvieron a cada instante junto con mis mejores amigos, Dyann y Cameron.

Incluso después de un tiempo estuve interesada en un chico, al no saber que hacer recurrí a Joy, quién se había convertido como en mi segunda madre. Aún podía recordar lo que me dijo: "Haz lo que sea necesario para avanzar, yo sé que a Calum no le gustaría verte sufrir, sé que el quiere que continúes tu vida con las lecciones de vida que él te dejó."

Las cosas con aquel chico fueron terribles, ya que al estar a su lado, deseaba profundamente que fuera Calum el que me abrazara, que fuera él quien me dijera que me veía linda, no quería a ningún otro chico.

En ese lapso de tiempo, perdí mucho peso ya que en su mayor parte del día carecía de apetito a tal punto que mis padres a pesar de no vivir con ellos me llevaron a rehabilitación e incluso los chicos ayudaban con el tratamiento viniendo por las mañanas para ver que tomará mis antidepresivos; comprendía su preocupación por mi, ya que mi estado no mejoraba con el tiempo, me desvanecia día con día, sabía que un día de éstos incluso dejaría de existir y tal vez podría alcanzar a Calum, volver a abrazarlo pero eso no lo decidiría yo pues le hice la promesa a Ashton de no atentar contra mi vida de ninguna manera. En ese tiempo ambos nos apoyamos muchísimo ya que además de su familia, fuimos los que más dejaron ver su dolor ante la pérdida del moreno sin embargo desde hacía unos meses me había vuelto adicta a la bebida, no lo quería ver así pero en el fondo sabía que era cierto, puesto que todas las noches antes de dormir me tomaba un trago en honor a Calum, para recordar que no estaba conmigo ya que en ocasiones pensaba que sí lo estaba, pues para mi sus recuerdos se adueñarían de cada rincón de mi mente, de mi departamento y sobretodo su fantasma acecharía por siempre mi vida.

Ghost of you | c.t.hDonde viven las historias. Descúbrelo ahora