Vacaciones.
Pov Jade.
Teníamos una semana libre y pensabamos pasarla en la escuela, pero todo eso se vio interrumpido cuando Kara recibió una llamada de su madre diciendo que quería pasar tiempo con ella, obviamente Kara estaba en desacuerdo, pero después de rogarle y convenserla por otros medios ella había aceptado y nos encontrabamos en la entrada de su casa.
Decir que me sentía intimidada era muy poco, era practicamente una mansión y no era para menos sabiendo el prestigio que tiene su familia.
-Todo va estar bien...- Trató de calmarme la aun pelirosa.
-Lo sé, sólo que tu casa impone - Traté de explicar y ella de inmediato negó.
-No es mi casa, es la casa de mi madre.- Dijo y justo en ese momento un hombre abrió la puerta, un hombre al que pude reconocer de inmediato.
Kara se tensó de inmediato y apretó mi mano y traté de mantener la calma. El hombre la vio a ella con una sonrisa, cosa que me hizo sentir asco y unas increibles ganas de partirle la cara, luego me vio a mi tomada de su mano y su expresión cambió por completo en un segundo.
-Tu madre no dijo que traerias compañía.- Dijo con despreció.
-No tengo porque pedirle permiso para traer a mi novia.- Dijo Kara aun tensa. La mirada del hombre se volvió más dura. -Y ahora John si me haces el favor de quitarte de nuestro camino me gustaría entrar a saludad a la mujer que se hace llamar mi madre.
El hombre sólo se hizo a un lado, pero jamás alejó su mirada de mi, que por alguna razón me hizo sentir demaciado incomoda.
Pasamos por una gran sala, un pasillo y salimos al patio, yo aun sin entender la seguí, el jardin era hermoso, muchas flores y algunos arboles, pero lo más imprecionante era la picina enorme y detallada, la paso de largo hasta lo que parecía ser un pequeña casa, se detuvo frente a la puerta y sacó una llave de su pantalón para abrir la puerta.
-Bienvenida a mi pequeño espacio.- Dijo mientras abría la puerta y me daba paso.
Era practicamente una casa, una pequeña sala con una televisión, una cocina con refrigerador, y un poco más haya una gran cama, todo decorado muy al estilo de Kara, almenos una Kara más joven al jusgar por el monton de comics, figuras de diferentes personajes y algunos intrumentos.
-Es lindo.- Dije sonriendo y me giré para verla dejando mi maleta en el suelo.
-Hace tres años que dejé este lugar... Siento raro.- Sonrió de medio lado y me tomó de la cintura. -Pero este era mi refugió... Desde los 13... No pude seguir soportando el viviendo en ese techo.- Negó con la cabeza y luego sonrió. -Pero en fin...
-Me gusta, creo que puedo ver más de ti...- Me acerqué a ella y le di un beso corto.
-Ahora si, debemos ir con mi madre.- Dijo un poco nerviosa.
Solo asentí y nos pusimos en camino, la seguí por una serie de habitaciones y pasillos hasta llegar a unas puerta doble de madera obscura y sin tocar antes Kara abrió y entró jalandome con ella, y ahí sentada frente su escritorio con un monton de papeles se encontraba su madre.
Era muy parecida a Kara, rubia, con el cabello atado en un moño muy arreglado, lentes de armazon delgado, sus faciones eran similares, sus ojos eran de un azul claro muy cristalino, vestía una camisa blanca con los dos primeros botones desabrochados y las mangas remangadas, verla ahí con esa mirada tan similar a la de Kara me dio una idea de como se vería Kara de mayor y la imagen me gustaba... Y mucho.
-Sigues sin aprender a tocar, Kara.- Dijo viendola por ensima de los lentes.
-¿Acaso importa?- Vi como Kara alzó una ceja y su madre hizo lo mismo. Se parecían mucho.
De pronto sonrió, tienen la misma sonrisa encantadora. -¿No me vas a precentar a la linda chica de ahí?- Dijo viendome y no pude evitar sonrojarme, tal vez es un talento de familia.
-Ella es Jade, mi novia.- Dijo simplemente.
Su madre se puso de pié y caminó hacía mi y me tendió su mano. -Un placer.- Dijo sonriendo. -Me impreciona que la cabeza dura de mi hija pueda tener como novia a tan notable estudiante.- Escuché a Kara gruñir.
-Bueno, fue dificil al principio, pero ella me ganó...- Dije apartando la mirada. -Sólo pasó.
-Claro, el encanto de la familia.- Sonrió. -Su padre era el hombre perfecto...- Dijo medio murmurando.
-Ya basta, mamá ¿No ves que la pones incomoda?- Kara rodó los ojos.
-Lo siento.- Se disculpó y yo sólo negué para decirle que no importaba. -¿Se quedaran en tu habitación?- Le preguntó a Kara.
-Si, ya dejamos nuestras cosas.- Dijo aun dura. -No quiero que Josh se le acerque.
-¿Sigues con eso?- Negó.
-Y seguiré de por vida. Él no me agrada.- Le hizo frente.
-No entiendo que pasó... Ustedes se llevaban tan bien.- Se dio la vuelta y regresó a su escritorio. -Tengo que terminar unas cosas aun, pero en media hora estoy con ustedes, pueden usar este tiempo para desempacar o lo que quieran.
Con eso Kara se dio media vuelta y salió. -La vemos luego, señora Hills.- Dije amable.
-Oh linda, solo llamame Daniela.- Me sonrió radiante.
Definitivamente era hermosa al igual que su hija. Sólo asentí y seguí a Kara, volvimos a su habitación y mientras ella desempacaba e instalava su consola yo miraba un poco el lugar, me encontré con una foto muy linda.
Era la madre de Kara, un hombre que parecía ser su padre y una pequeña Kara sonriente. Era realmente linda la foto, jamás había visto a Kara de pequeña, tenía el cabello rubio igual a su padre que es de un ribio más claro que el de su madre, los ojos grices de su madre y esa sonrisa traviesa.
-Él es mi padre.- Dijo tomandome de la cintura asustandome levemente.
-Jamás hablas de él.- Dije aun viendo la foto.
-No hay mucho que decir, recuerdo pocas cosas de él...- Suspiró en mi cuello. -Aunque lo poco que recuerdo es bueno.
-Ahora que estamos aquí tal vez pueda sacarle información a tu madre sobre ti de pequeña.- Dije sonriente.
-Hablando de mi madre...- Sonrió burlona. -Noté como te sonrojaste... ¿Debo preocuparme?
La volteé a ver y la golpeé levemente en el hombro. -Tal vez...- Reí y ella fingió estar indignada. -Sólo estaba pensando en que te pareces mucho a ella...- Lo pensé mejor. -A ambos en realidad... Pero no sé, verla así tan parecida a ti, me hizo pensar en el futuro.
-¿Y qué pensaste?- Dijo y acarició mi mejilla.
-No lo sé, es muy apresurado.- Dije y rei levemente.
-¿Nos imaginaste a mi y a ti juntas a esa edad?- Preguntó, pero ya sabía la respuesta. -Sería lindo.- Dijo simplemente y me besó en la frente. -Debes desempacar... Tendremos una larga semana por delante.
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Rebelde tentación. (Editando)
Ficção AdolescenteJade era una chica común, estudiosa y bien portada, pero todo su mundo es puesto de cabeza al ser transferida al Internado para chicas Hill HightSchool, donde se ve obligada a compartir habitación con Kara, la chica más problemática de ahí.