Único

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Jimin exhausto abrió la puerta de su departamento, hoy no había sido uno de los mejores días de trabajo y solo quería tomar un respiro de todo el ajetreo.

Ser jefe de un grupo era algo complicado por el hecho de que habían algunos practicantes que pedían demasiada ayuda. Lo bueno que podía rescatar de el día era que su equipo ponía mucho empeño en lo que hacían, ninguno se quedaba atrás. A pesar de todo, lo que más quería era llegar a su hogar y encontrar a su hermosa pareja cocinando o bailando alguna canción de su grupo favorito.

Dejo su saco en el perchero que se ubicaba al lado de la puerta y las llaves en una pequeña mesa que estaba al lado, en ese pequeño lapsus se extraño. Jungkook, su bella pareja, no lo había recibido como siempre lo hacía.

Volteo escaneando cada rincón del apartamento y no hubo rastro alguno de su omega, no olía a que hubiera preparado la cena, tampoco se oía algún aparato prendido ahí. A paso lento subió a su habitación, suspiró llegando a la puerta de su habitación, aquel día era muy frío y de seguro Jungkook querría dormir apegado a su pecho, amaba mimarlo, acariciar su cabello azabache, besar su lindo rostro, mirarlo a sus bellos ojos y sobre todo lo más especial era el decirle cuanto lo amaba.

Jungkook y el tenían cinco años de pareja, los primeros dos años fueron muy difíciles, aún no vivían juntos; sin embargo aquello ayudó a fortalecer demasiado a su relación ya que tenían demasiadas ansias de poder si quiera verse unos segundos. Ya al tercer año que Jimin ascendió a un mejor puesto de trabajo se mudaron juntos a aquel departamento, Jungkook estaba en su primer año de Universidad y que por suerte le queda cerca. Ya al siguiente año ambos sentían el vínculo especial que tanto el Alfa de Jimin como el Omega de Jungkook habían formado, la noche de su cuarto aniversario descubrieron que eran destinados, la luna se encargó de avisarles, recibiendo en gracia aquella marca que los uniría por toda la vida. Esa misma noche Jungkook y el hicieron el amor por primera vez.

Jimin sonrió levemente, recordar aquellos bellos momentos llenaban su alma.

Sin esperar más tiempo entró a su habitación y pudo observar a un pequeño lobito blanco entre las sábanas de su cama, a paso lento se acercó y sentándose a un lado de Jungkook lo acarició.

- Amor- susurró, era extraño ver a Jungkook convertido.- Kookie- pasó sus manos por el suave pelaje de su espalda, era muy gratificante verlo así de tranquilo- mi vida despierta- acercó su rostro para dejar un casto beso en la orejita de Jungkook y automáticamente el Omega despertó, desorientado llegó a fijar su vista en Jimin, lamentos y sollozos caninos se escucharon al instante.

Jimin preocupado cargo cuidadosamente al Omega hacia su regazo.- bebé que sucede ¿Estás bien? ¿Necesitas un doctor? ¿Sucedió algo en la Universidad? ¿Le sucedió algo a mamá Jeon? ¿Big Bang se separó? ¿Te caiste? ¿Chocaste el carro? ¿Te quieres ir? ¿No me quieres cerca? Yo puedo...- dejó de hablar al sentir una pequeña lamida en su mejilla,luego sintió un peso extra en su regazo.

- No minie, no me sucede nada de eso. En realidad no se que me sucede, estoy muy sensible y solo quiero tus mimos... ¿Me puedes dar un abrazo?

- Todos los que quieras mi amor- lo sujetó contra su pecho- ¿estas seguro que no sabes lo que ocurre? No es muy común que te conviertas así de la nada o por ninguna razón cariño. ¿A sucedido algo malo? Puedes decírmelo mi vida, no me gusta verte llorar, eso me lastima también- dejó un pequeño beso en su frente.-

- Jimin yo...-tomó una respiración profunda- y-yo...-suspiro- hace ya un pequeño tiempo... yo me llevaba sintiendo mal.-esto era muy difícil de explicar.-Comía alguna pequeña cosa y tenía vómitos, otras veces tenía mareos y no obstante mi humor cambio estas últimas dos semanas. No se si te diste cuenta- limpio las pequeñas lágrimas que corrían por sus mejillas- siempre quería mimos y aveces me ponía sensible si no me los dabas.

My Little Family ☆ JIKOOK O.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora