Arrival.

4 1 0
                                    

Miraba por la ventana de la nave con interés, mientras su miraba se perdía en los matices de distintas tonalidades de verdes que poseía ese extraño planeta inexplorado. Ese iba a ser su nuevo hogar, durante el tiempo que durase la exploración. Cada vez lo notaba más cerca y eso solo lo ponía más nervioso, no sabía que se iba a encontrar allí, solo esperaba que todo el esfuerzo que hizo para llegar a dónde estaba valiese la pena.

—Tae.— dejó de mirar por la ventana en el mismo segundo en el que a sus oídos llegó la voz de su mejor amigo. Era el único que lo llamaba de esa manera, por su nombre real, y no por el nombre que le fue dado en el laboratorio.— Dicen que vamos a aterrizar en un par de horas.— su amigo jugaba con sus pequeñas manos, estaba nervioso y había acudido a él para calmarlo.

—¿Tan pronto?— se hizo a un lado en el pequeño asiento, que tardó segundos en ser ocupado por el otro chico.

Como respuesta solo recibió un pequeño asentimiento de cabeza. Parecía que la conversación se había muerto ahí, Taehyung tenía demasiados nervios como para poder calmar a su amigo y eso le hizo fruncir el ceño.

—Jimin, ¿si la misión sale bien, tú te quedarías a vivir ahí?— preguntó devolviendo la vista a la ventana. Era un mal intento de sacar conversación y ambos lo sabían.

—¿Acaso me espera algo en la Tierra?— le respondió con un tono burlón, que ocultaba la profunda tristeza que había tras esas palabras.

—Mochi se sentiría extremadamente dolida si te oyese decir eso, Chim.— replicó él con una pizca de diversión en su voz. El ambiente se rebajó cuando se oyó una tenue risa de manos de Jimin.

—Mochi está en muy buenas manos, no creo que el laboratorio de botánica le haga algo malo a mi querido cactus.— volvió a reír y apoyó la cabeza en el hombro de su mejor amigo.

El resto del tiempo que faltaba para el aterrizaje lo pasaron mirando por la ventana con un tranquilo silencio, que cada cierto tiempo iba siendo interrumpido por el megáfono que iba haciendo una cuenta atrás sobre el tiempo que les quedaba antes de aterrizar. La razón por la que su amistad era tan profunda y tan fuerte era el hecho de que Jimin era la única persona que había conseguido la confianza de Taehyung, solo a base de mostrar su apoyo y animarlo en todo lo que le era posible, sin pedir nada a cambio.

Con ellos había diez personas más, las cuales se hicieron notorias cuando por fin aterrizaron. Había un gran revuelo en toda la nave, por lo cual ambos amigos esperaron a que todos bajasen de la nave para hacerlo ellos con más tranquilidad. Jimin sabía lo mucho que le costaba a Taehyung relacionarse con las personas y lo desconfiado que solía ser siempre, por eso siempre esperaba pacientemente junto a él cuando situaciones de este tipo se daban.

Cuando todo se volvió a quedar en un tranquilo silencio, ambos amigos tomaron todas las cosas que iban a necesitar para su trabajo y se prepararon para salir. Taehyung sujetaba a su amigo de la mano, para poder calmar sus nervios y los del pequeño chico rubio. Miró al frente y una gran marea verde, de plantas jamás vistas por el ser humano, se presentó ante ellos y con un coordinado paso salieron de la nave. Tras un año entero de viaje, por fin pisaban tierra firme.

Sus pulmones recibieron un fuerte azote, estuvo tosiendo durante unos tres minutos sin descanso. Aunque la atmósfera fuese casi igual a la terreste, esta tenía diferencias y entre ellas estaba el hecho de que el oxígeno era mayor y de forma más pura. Acostumbrarse a tal cambio le iba a costar bastante, había conseguido estabilizar su respiración, pero se sentía mareado. Sumándole a eso, la gravedad del planeta era menor de la que tenía la Tierra así que se le dificultaba enormemente poder caminar.

—¿Estás bien?— le preguntó su amigo con preocupación. La preparación previa que todos los de la misión habían recibido había sido efectiva en Jimin así que él no había tenido muchos problemas.

—Sí, solo necesito un momento.— se podía notar la molestia en su voz. La molestia consigo mismo por ser tan débil.

—Todo el que necesites.— para tranquilizarlo empezó a dejar suaves caricias en la espalda del castaño.— Antes de dejar la nave vi que había un último mensaje de Namjoon, el campamento que enviaron antes de nuestra partida llegó al sitio indicado. Los otros deben estar montándolo ya.— se encogió de hombros, para restarle importancia a todo el asunto.

Mientras Taehyung terminaba adaptarse un poco a toda la nueva situación fue obligado por su único amigo a sentarse en el suelo, mientras este último se aseguraba de no dejar nada dentro de la nave para poder apagarla y cerrarla. Cuando estaba a punto de cerrar aquella nave, con la esperanza de ser para siempre, se dio cuenta de un pequeño y viejo objeto que estaba debajo de uno de los asientos. Lo conocía como si fuese suyo, así que sin dudar lo recogió y lo abrazó sabiendo el enorme cariño que su mejor amigo le tenía al objeto. Cerró el gran transporte y se guardó la llave.

—TaeTae, se te olvidaba esto.— le lanzó con cuidado el objeto que había rescatado. La mirada de Taehyung pasó de la sorpresa, al más grande alivio. Incluso se permitió soltar un par de lágrimas.

—No sé qué hubiese hecho sin él, gracias ChimChim.— empezó a mirar el objeto con detenimiento. Era una pequeña libreta bastante maltratada, pero que dentro contenía todas las investigaciones que Taehyung había hecho desde que tenía 5 años.

Hojeaba el libro con mucho cuidado, observando que no le faltase nada. Era una pequeña libreta, cuyo interior estaba repleto de hojas y flores secas e información sobre las mismas. Era un manual de botánica hecho por él mismo y que le había tomado años completar.

—¿Por qué es tan importante?— la pregunta de su amigo le hizo levantar la cabeza para mirarlo.

Taehyung sabía las razones por las que Jimin le hacía esa pregunta, y es que a pesar de la gran confianza que tenía hacia el bajito y lo gran amigo que era, él nunca se atrevió a contarle nada sobre su pasado antes de llegar al laboratorio.

—Cuando esté listo.— él sabía que esas palabras bastaban para que su amigo supiese que no iba a hablar. No era la primera vez que una situación como esa se daba. 

Sin decir nada más, Taehyung se levantó y volvió a agarrar de la mano a su amigo con dos intenciones: la primera era darle a entender que no estaba molesto por el interés que siempre mostraba el otro por conocer su pasado, la segunta era para poder empezar a andar. Se les estaba haciendo tarde, probablemente cuando llegasen al campamento les regañaran por intentar librarse del trabajo.

Efectivamente, al llegar al campamento ya formado fueron regañados muy arduamente por diez personas. Les obligaron a preparar la comida para todos como castigo.

Hola buenas, buenas.
Esta es la primera vez que publico algo por aquí así que si hay algún fallo o error me alegraría mucho recibir críticas (todas desde el respeto y constructivas por supuesto). También es la primera historia que creo protagonizada por Idols y eso me da miedo xd.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 15, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

NaturaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora