"Odiaba esos momentos en las cuales mi estado de ánimo era débil, como la de una niña, se sentía el ser desgarrada profundamente por una navaja en el corazón."
Levante mi vista, contemplando nostálgicamente al cielo repleto de nubes grises que cubrían la mayor parte de su extensión, ni una pizca de luz solar se revelaba en aquel lugar sombrío y oscuro.
"Ses upone que mis sentimientos no interferirían, que sería alguien indestructible capaz de hacer lo justo para las personas carentes de recursos."
Apoyo mi antebrazo derecho en el alfeizar de una ventana rota mientras le daba una calada a mi cigarrillo que se encontraba entre mis labios, expulso el espeso humo al viento para luego colocarlo nuevamente en su lugar.
"Todavía la amaba."
Un pinchazo de dolor se cruza rápidamente en mí muy ya lastimado corazón. Duele, y mucho. Tense fuertemente la mandíbula haciendo que rechinaran un poco mis dientes por la fuerza empleada, y así, maltratando al cigarrillo que llevaba.
Cierro ligeramente mis ojos, respirando profundamente el aire húmedo del lugar.
Me proporcionaba cierta nostalgia y tristeza este edificio abandonado, el cual hace algunos años era el mejor orfanato que tenía Piltover... muchas vidas inocentes fueron perdidas y algunos fueron salvados por mera suerte en aquel entonces. Este sitio fue el primer destrozo que cometió Jinx, La Bala Perdida, en contra esta transitada pero tranquila zona, también hubo casos en los cuales había arrasado varios lugares del distrito pero esto cierto sitio obtuvo daños irreparables, que al fin y alcabo los trabajadores lo dejaron en el olvido.
Acudí a este sitio por ninguna razón en particular, quería escapar de mi triste realidad por un momento. Necesitaba respirar el aire fresco lejos del centro bullicioso y airado Piltover, este distrito no era como Zaun que solía yacer debajo de nuestras narices.
"La amas, idiota. ¿Por qué desconfiaste de ella? Realmente, no lo sabía... soy una total mierda..."
Tiro el cigarrillo que se estaba por acabar y abro mis ojos pesadamente... las lagrimas brotaban sin control algún, haciéndose paso a través de mis mejillas, avanzando apresuradamente como soldados listos para caer al suelo y morir en el intento.
Maldita sea.
No debí creer cada palabra que decía Ezreal, no debí preguntar más allá de mis estúpidas dudas y expectativas, pero mi maldita curiosidad no tenía límites. Él es un gran amigo, nunca me defraudo.
Sí, sí que lo era...
Mi subconsciente gritaba, pateaba y golpeaba a la nada, llorando de la rabia.
Las nubes comenzaron lentamente a dejar caer las gotas de lluvia los cuales caían rápidamente al suelo estrepitosamente recreando un sonido repetitivo. Mis lágrimas seguían recorriendo mis mejillas, no mostraban señales de detenerse, tampoco ejercí ninguna resistencia alguna ante este sentimiento. Era tan vulnerable. Cualquiera que me viera me mataría en este preciso instante, sin dudarlo.
Aunque puede que a ella ni le interesase... o eso es lo que creo.
-¡Hey! ¡Estoy atrás, manototas!
Di un respingo por el susto, justo lo que me faltaba, una loca.
Observe atentamente como ella emergía de la densa oscuridad de las sombras. El sonido del metal que contenía sus botas hacía eco en la habitación donde nos encontrábamos, dirigiéndose donde estaba.
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No era un buen día [Vi x Caitlyn] One Shot
General Fiction¿Crees que el dolor físico es peor que el emocional? Si es así, estas muy equivocado, amigo mío. Aquí te mostrare que los puños no son la solución a todo y que estar enamorados, es lo mas maravilloso que pueda pasar. Nunca desconfíes de tu pareja y...