Dampos

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-¡Puta madre Campos, reprobamos ciencias!- Se quejó molesto su mejor amigo, Retana.

Campos había estado algo triste desde que llegó al salón, era obvia la razón pero nadie más lo sabía. Igual no podemos culpar su decisión de no contarle a alguien.

-Alex, ¿qué tienes?- Preguntó la pequeña chica frente a él que, casualmente era su mejor amiga.

-No me llames Alex- Se quejó con un pesado suspiro el azabache.

-Vamos, puedes contarme lo que sea- Insistió la chica con un tono juguetón tratando de sacar algo de humor.

-Solo callate y no te metas en lo que no te importa- Contestó el malhumorado de Campos sacando su cuaderno junto a la llegada del profesor.

La pequeña chica se sorprendió por la respuesta de este, Retana también estaba algo impactado ya que, por lo general él no suele ser tan cruel con ella.

-Mira imbécil, ¿quien chingados te crees para andar de pinche dramática conmigo?-  Le reclamó su mejor amiga.

Campos se sorprendió al escuchar a Abril hablando de esa manera, por lo general no se enoja tanto. No sabía qué hacer o decir en ese momento y los reclamos de sus amigos solo lo presionaban aún más, sin darse cuenta unas cuantas lágrimas corrían por sus mejillas captando la atención de todos.

-Campos...- Rey trató de romper el silencio pero en lugar de eso, el pequeño azabache se ocultaba tras las mangas de su sudadera que le que le quedaban un poco grandes.

Sus amigos estaban aterrados, y es que Campos nunca lloraba y menos de una manera tan "femenina".

-¿Qué pasó?- Dijo firmemente la pequeña amiga de él, segura y decidida a obtener una respuesta y es que a veces si es bien pinche chismosa. 

-Él...estaba con una chica...-Sollozó el azabache frotandose los ojos.

-¿Quién?- Preguntaron al unísono sus tres amigos presentes.

Campos solo los miro fijamente con sus llorosos ojos dejando una respuesta bastante obvia.

-No mames- Pronunció Rey todo sacado de onda.

En ese mismo instante llegó Dagmar con su línea del tiempo recién impresa de la papelería de enfrente. Todos lo miraron sorprendidos y regresaron su vista hacia Campos quien intentaba dejar de llorar, Dagmar llegó como si nada hasta su lugar y se dio la vuelta para tratar de sacar platica.

-Wey, ¿hiciste lo de matemáticas?- Le preguntó a la chica detrás de él quien lo miraba con odio.

No tardó en darse cuenta que su grupo de amigos lo fulminaba con la mirada y que su novio estaba ocultándose detrás de su amiga. No entendía el por qué pero sí sabía que la había cagado en algo y tenía que solucionarlo. 

-¿Qué pasa?- Dijo con temor a cagarla aún más pero, no existen preguntas tontas solo tontos que no preguntan.

-¡Eres una cerda!-Le gritó la pequeña chica sin temor a que el profe la regañara ya que ni se da cuenta el wey.

Dagmar se sorprendió pero antes de que pudiera responder, su novio salió del lugar sin decir nada pero pudo darse cuenta de que estaba llorando. Intento alcanzarlo pero Retana lo había golpeado con todas sus fuerzas en el rostro.

Sus amigos lo miraban sorprendido y luego de que Retana bajara de la banca en la que se había subido para alcanzar a golpear a Dagmar todos lo invadieron de quejas y preguntas. El profesor había salido para mandarle mensajes a la maestra de inglés así que no había problema en que gritaran.

50 Sombras LiberadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora