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Querido Diario,

Hoy tuve un día normal como los demás, sin nada emocionante. Tuve exámenes, que me maratón la cabeza en todo el semestre, estudiar para ser adninistradora de empresas es todo un delirio. Espero que más adelante vengan cosas mejores, necesito cambios.

Almorcé con Lila, conversamos de muchas cosas, entre ellas, me contó nuevamente sobre sus conquistas. La quiero, pero saber cada semana que ha cazado un hombre, no es tan bonito que digamos, cuando ni siquiera tengo de que hablar. Las parejas no son lo mío, soy demasiado tímida hacia los demás, en especial a los hombres, al único que le puedo hablar normal, es a mi hermanastro.

Cené con mis padres, desde hace dos semanas que no los veía, y ya los extrañaba. Muchas veces me dijeron que querían que volviera, que les daba miedo que yo viviera sola, cuando he estado ya tiempo en este lugar. Por el momento no me ha pasado nada, y ojalá no me pase nada. a mi hermanastro, y esta cada vez más viejo, aunque solo me lleva tres años, este pronto salé como médico, e intentaré enfermarme para ser la primera persona que atenderá.

En fin, ¡me faltaba!, hoy se ha mudado alguien en el edificio de al lado, en el mismo piso que yo. Aunque se que nunca lo o la voy a conocer, fue interesante ver desde mi ventana como desempacaban para subir las cosas al departamento. Amo las mudanzas, por el simple hecho de saber que te mudas de un lado a otro para conocer algo mejor o nuevo, bueno, al menos eso pensaba hasta que llegué a este departamento en el que vivo hace dos años.

Pagué la renta, y me quedé sin un centavo, así que Bigotes De Arcoiris, tendrás que aguantarte un poco para comer.

Dulces sueños a mi.

Dejo el bolígrafo en medio del pequeño cuaderno, no sin antes escribir la fecha, que casi siempre se me olvida. Guardo la libreta en la mesita de noche, y me acomodo entre las sabanas, para apagar la luz de la lámpara que se encuentra allí mismo. Antes de llegar a hacerlo, el casi ruidoso sonido de una música deportiva escucho, y logro ver a través de mi ventana abierta hacía el edificio siguiente, donde una silueta masculina pasa desapercibida, moviéndose enérgicamente, para luego perderla de vista.

Guardo silencio unos segundos, frunciendo el ceño. Veo la hora en mi reloj no eléctrico; 11:34. ¿A quién se le ocurre hacer ejercicio tan tarde?. Levanto los hombros respondiendo mi propia pregunta, antes de tirar de la cadenita y que la habitación quede totalmente oscura, a excepción de una opaca luz amarilla que traspasa por mi ventana, gracias al recién llegado que no se va dormir a las 11 de la noche sabiendo que algunos debemos madrugar. Ni su luz, ni su música me dejan conciliar el sueño.

Gruño debajo de mi almohada, luego me pongo de pie hacia la ventana y cierro la cortina, pero lamentablemente esta es de tela casi transparente, por lo que al llegar al departamento se hacía más oscura la habitación, gracias a que la luz de la calle no podía llegar a mi ventana interrumpiendo mi sueño, por esa razón decidí comprar cortinas no tan gruesas, ni oscuras, pero no me imaginaba tener un nuevo vecino ruidoso y mas que todo, que dejara su luz encendida hasta tarde.

Rodando los ojos, salgo de mi habitación hacia la cocina, por una taza de leche tibia. Mi madre siempre me la daba cuando era pequeña, decía que por el simple hecho de estar caliente, el cuerpo se concentraba y te daba sueño. Lastimosamente ya no tenía a mi madre viviendo conmigo, si no con mi padrastro. Decidí independizarme por que mi hermanastro lo hizo al graduarse de la preparatoria, y simplemente por admirarlo, también lo hice. Mi madre no estuvo muy de acuerdo al principio, pero aún así sigue apoyándome en lo que puede.

Con una manta en los hombros, mi pijama larga de osos y una taza con humo saliendo, espero a reconciliar el sueño nuevamente, por que debo madrugar temprano para ir a la universidad. Soplo, enfriando la leche, mientras que a lo lejos me veo en un espejo que mantengo al lado de la puerta principal. Tengo el cabello como si me hubiera atacado un mapache, dos ojeras casi moradas bajo los ojos y medio abdomen descubierto. 'Que desastre'. Si no logro dormir, estaré peor en clase.

Un golpe fuerte proveniente de enseguida me hace sobresaltar. Cuando me fijo, es en el departamento recién arrendado. Se ha caído algo o alguien, al menos se detuvo la música.

Vuelvo a la cama después de beber la leche, me acomodo como puedo, tapando mi cara por la luz, y al final, tarde, logro dormir.

El tintineo de mi escandaloso reloj escucho horas después, con una mano logro apagarlo tocándolo por encima y en seguida me levanto, medio dormida. El cabello me tapa medía vista, y el sol no ayuda mucho. Me tambaleo hacia el baño, y me encierro allí hasta salir lista.

Salgo con el cepillo de dientes en mi boca, hablando por teléfono con mi madre, que cada mañana me llama.

-Si, mamá, estoy bien.-respondo como puedo, ya que tengo el cepillo entre los dientes.

¿Donde vas a desayunar, Lacy?

—Tal vez me tome un café antes de salir.—digo, mientras sostengo ahora con una oreja el teléfono. Recojo los libros que debo llevar, sin olvidar alguno, para luego echarlos a la mochila.

¿Un café?, eso no es desayuno. Más que sea comprate un pastelito.

—Voy tarde a clases, mamá. Tranquila, luego comeré algo.

¿Me lo prometes?

—Si, mamá.

Esta bien, espero que así sea.

—Si, madre. Te quiero, adiós.—me paro enfrente de la ventana al ver una silueta conocida salir del edificio siguiente.

Adiós, pequeña.—cuelgo. No he dejado de ver aquella mancha casi invisible que corre por la calle antes de perderlo de vista entre los edificios siguientes.

Sin darme cuenta, he estado mordiendo mi labio inferior, y eso significa solo una cosa, que me intriga saber quien es, pero se que al final no lo sabré.

Termino de cepillar mis dientes, y salgo de mi casa casi corriendo hacia la parada de autobús, para comenzar un nuevo día.

•Espero les haya gustado el primer capítulo. 😍❤ Voten si les gustó, comenten que les pareció.•
Nos leemos pronto, preciosuras.

•Nos leemos pronto, preciosuras

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'A penas te ví, te odié' © (ATV#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora