Era sábado y como ya era costumbre las chicas se reunían para platicar sobre las cosas que habían hecho en el transcurso de la semana. Aquella vez había tocado juntarse en casa de Jani.
Un murmullo se hizo presente fuera de ésta, las chicas habían llegado.
Lali se dispuso a abrir la puerta con el juego de llaves que su mayor le había obsequiado. Al entrar se percataron que la dueña del hogar no estaba presente, y que el lugar estaba en completo silencio.
La mayor de las seis observó el reloj que se encontraba en su muñeca izquierda, y al notar que éste marcaba las 11:31 AM suspiró negando.
—Sole ve arriba y despierta a Jani, —ordenó al mismo tiempo que se encargaba de cerrar la puerta— seguramente se quedó hasta tarde viendo dramas y no ha podido levantarse.
Ella aceptó y en el momento que iba a subir las escaleras Viri comenzó a hacer un berrinche.
—¡Extraño a Cookie! ¿Por qué no pude traerlo? ¿Y si tiene hambre? ¿Y si me extraña? —Comentó dramáticamente tirándose en el sofá color crema que se encontraba en la sala.
Sole rió negando y se dispuso a subir las escaleras para despertar a la bella durmiente.
—Viri sólo será un día, mañana volverás a verlo. —Respondió Denny riendo por lo dramática que era su mayor. —Además le has dejado comida para todo un año, tranquila estará bien.
La nombrada hizo un leve puchero y luego asintió.
—No sé ustedes, pero yo tengo hambre. —Comentó Ana mientras revisaba su teléfono.
Lali, quien se había retirado mientras las demás hablaban, volvió de la cocina murmurando; “Recuérdenme matar a Jani cuando despierte”.
—¿Qué sucedió? —Cuestionó Star.
—La comida está congelada, a este paso tardaremos horas en comer.
—Nota mental; no volver a juntarnos en la casa de Jani. —Respondió Ana de una forma cómica haciendo reír a Viri y Denny.
Lali les dedicó una mirada de muerte pero luego se unió a ellas.
—Bien… Star y yo iremos al super a comprar el almuerzo... —Iba a continuar hablando cuando Viri levantó una mano. —Sí, puedes venir.
—¡Quiero gomitas! —Exclamó dando un salto levantándose del sillón.
—No habrá gomitas, Viri. —Sentenció Lali.
—Sí habrá gomitas, Kitten.
Lali la observó exigiendo una explicación y las demás comenzaron a reír.
—¿Quién tiene la última palabra aquí? —Cuestionó mirando a Star.
—Pues obviamente yo.
—¡Yaaah gomitas, por eso eres mi favorita! —Festejó Viri yendo a abrazar a Star.
—¿Disculpa? —Dijo Lali mostrándose ofendida.
—Te disculpo. —Respondió Viri asistiendo.
Las tres restantes volvieron a estallar en risas. Lali alzó una ceja mostrando su enfado, y cuando estaba por replicar Star le regaló una sonrisa de oreja a oreja logrando así que olvidará lo demás. Ella simplemente negó y le devolvió el gesto.
Luego de aquel suceso Lali junto a Star y Viri se retiraron del lugar para dirigirse al supermercado, no sin antes recordarles a las demás que cuiden la casa, y bajen el pollo del refrigerador.
