Narra Nai.
Me sorprendió la manera en la que actuó Jeremy, nunca antes lo había visto así, esa mirada fría y pidiendo ayuda. Me hicieron ponerme de pie en un segundo. Al momento de dar un paso, una figura estorbo mi visión. No podría ser nadie más que él. Ese estúpido chico que conozco desde niño, ese estúpido que no me deja en paz.
-Aaron, muevete, necesito... - Trató de pasar por un lado, pero...su mano musculosa me toman por la cintura. Estoy tan acostumbrado a eso, años atrás me hubiera sonrojado. Pero, es normal, normal ¿en él?
-¿A dónde vas Nai? - Olfatea mi cabello como un perro. Ruedo los ojos por la actitud niñata que toma. -¿Iras con ese estúpido? - Me suelto de él.
-Eso no te importa. Te recuerdo que tú y yo no tenemos ninguna relación.
-Nuestros padres son amigos.
-Pero nosotros no. Deja de molestarme, necesitó hacer algo. - Su peso se echa en mis hombros, haciéndome retroceder hasta los estantes llenos de libros.
-No me dirás que no Nai, te recuerdo el acuerdo que tienen nuestros padres.
-Sí, su acuerdo en donde TU padre trabaja con el mio. El acuerdo no era que me trataras como tu novio, no somos nada, deja de molestar. - Lo empujo haciendo fuerza. La expresión en la cara de jeremy hace que me preocupe y acelero el paso. Ese chico siempre es muy solitario. ¿Y si es como uno de esos chicos que tratan de suicidarse? Jamás podría perdonarme que eso pase y yo aquí perdiendo el tiempo.
Mis piernas parecen moverse sola. Como si el simple hecho de tratarse de Jeremy, me hiciera correr más rápido.
Subo las escaleras lo más rápido que puedo, abro la puerta a todo lo que da, ya al estar en la azotea, mi vista se mueve a todos lados hasta centrarme en una figura arriba del barandal del edificio Mis piernas se mueven por inercia hasta aquella figura. Sus pies se mueven preparado para saltar pero antes de que lo haga llego hasta él abrazándolo por el torso.
-¡No no lo hagas! -Le grito y lo empujó lejos del barandal, me coloco encima de él aún abrazándolo, mi corazón late tan fuerte, como si un hueco se formara y sin que lo quisiera unas cuantas lágrimas recorren mis mejillas. Al fin me decido a mirarlo, -¿Por qué querías hacerlo? ¡¿Tú familia no es suficiente?! ¡¿Tus problemas no tienen solución?! ¿Por qué querías suicidarte y acabar con tu vida en vez de afrontarlo?
-N-Nai.
-¡¿Nai, eso es lo que dices?! - Las lágrimas no paran de salir, tuve miedo mucho miedo pero...¿Por qué me preocupa un chico que apenas y conozco?
-T-Tú... Me salvaste -Se levanta un poco abrazándome cómo lo hago yo, oculta su cabeza en mi cuello y siento como sus lágrimas recorren este. -No sabía lo que hacia...¡Soy un idiota! ¡UN IDIOTA!
-J-Jeremy...
-Lo siento. -Se separa de mí, con sus manos seca sus lágrimas y me mira. Sus ojos azules se centran en los mios.
-Ya. No deberías sentirte así. - Me levanto del suelo. -¿Quieres ir a tomar algo? Yo invito. -Digo, quería que algo mas abrumara su mente y no pensara otra vez en intentar volver a saltar.
-N-No. Perdona, tengo que hacer eh...otras cosas...pero...dime ¿como es que te apellidas? -No sé porque preguntó eso de repente. Se supone que estamos hablando de él, ¿no?
-Soy Nai, Nai Vander.
-¡¿Vander?! -Se aleja de rápidamente de mí. -L-Lo siento yo...¡Debor irme, adiós! -Corre hasta la salida y se va, bajando apresuradamente las escaleras.
-¡O-Oye! -Ni siquiera me dio tiempo de detenerlo. -Gracias papá. Lo has hecho de nuevo. -Susurro para mí. Odio mi apellido. Por eso, no lo digo frente a otras personas.
Sin más que hacer bajo del tejado, es hora de irme a casa. Al salir a la calle noto como el clima ha cambiado, se ha vuelto nublado y con unas cuantas gotas cayendo.
-Genial.
Tengo que ir a tomar un taxi aunque sea. Sigo hasta la parada de estos pero no me detengo, creo que sera mejor caminar.
Ser un Vander no trae nada bueno, ¿será por eso que me visto así? Es una tontería. Comienza a hacer frío y yo llevó falda, súper, ¿qué más puede salir mal hoy?
ESTÁS LEYENDO
El chico de la falda Rosada. [Yaoi/Gay] [Editando]
Teen FictionNai Vander es el hijo mayor y cabecilla de la familia Vander, rival de la familia conocida por malas razones como los Evans. Un tanto cliché: Rivalidad convirtiéndose en un amorío juvenil. Combinando la vida empresarial con la vida privada, algo dep...