La lluvia caía fuertemente por mi rostro mientras que leves lágrimas caían por mis mejillas, me encontraba caminando por un hermoso parque rodeada por miles de flores mientras la noche ya se acercaba. El sol se escondía poco a poco mostrándome un hermoso anochecer en el que cada segundo me recordaba a él, a sus hermosos ojos verdes que derretían a cualquier chica con tal solo mirarlos, pero de tan solo pensar que él era el novio de mi prima me destruía por completo. Haberme enamorado del novio de Carolina no era algo muy bueno, verlos siempre abrazados, besándose esto no era lo que yo quería, no quería sufrir por amor como siempre lo hago aunque cada día me doy cuenta que el amor no es lo mío. Vivir en la misma casa no es de gran ayuda ya que siempre que lo quiero olvidar él aparece en el instante en que tomo la decisión. Me decidí por fin a levantarme del banco y tomar el camino nuevamente hacia mi casa o mejor dicho la casa de mi prima. El camino se me hacia infinito y torturante ya que no podía dejar de pensar en él, sabia que ni bien entrara a la casa Caro y Harry estarían juntos lo más felices mientras yo lloro en silencio. Y así era, ni bien entre estaban ellos dos mirando una película que al escuchar que yo entre voltearon rápidamente.
- Por fin llegaste –dijo mi prima sonriendo- ¿Dónde estabas?
- Paseando por el parque –dije y subí las escaleras rápidamente, quería decirle de una buena vez por todas que estaba llorando en el parque por que estoy enamorada de su novio pero esa no era la mejor manera-.
Abrí la puerta de mi habitación y me recosté en mi cama mirando el techo y dejar caer todas las lagrimas que me estaban matando, cada día que pasaba más me enamoraba de él y eso me hacia mal, demasiado mal. Tenia ganas de gritarle que se aleje de mí o que se vallan a otra parte, pero de todos modos esta no es mi casa. El nudo que tenia en la garganta todavía no desaparecía las ganas de llorar aumentaban por cada lagrima que derramaba, note como golpeaban la puerta era Caro pero decidida a no atender me pare rápidamente y me encerré en el baño ya rendida me recosté en el marco de la puerta dejando por fin llorar, llorar para poder sacar este dolor que llevaba dentro desde muchísimo tiempo. Gritar era lo que quería, el llanto cada vez se hacia más profundo y mi prima seguía insistiendo en la puerta, ya no me importaba nada cada vez que cerraba los ojos se me venia a la mente esas imágenes que más odiaba, mi prima y Harry besándose, era lo que menos quería ver lo que menos quería pensar pero se me hacia imposible. Noté como alguien intentaba abrir la puerta del baño forcejeándola, la voz de Caro me saco de mis pensamientos limpiando mis lagrimas al mismo tiempo que me paraba.
-¿Prima estas ahí? –La voz de mi prima sonaba preocupada y yo rendida al fin me lave la cara y abrí la puerta, ella me miro sorprendida pero siguió hablando- Con Harry iremos a comprar la comida ¿Qué quieres de cenar?
- No tengo hambre Caro, no me cuenten. –trate de darle la mejor sonrisa posible y caminar hacia mi cama, me senté en ella y Caro sin decir nada más se retiro de mi habitación-
¿Acaso actuaba tan bien que no se daba cuenta lo mal que estaba?, por un lado eso era lo mejor, que nadie sepa que sufro y aunque me moría de ganas de contarle a alguien mis sentimiento y que me aconsejara prefería guárdamelo y que nadie se entere.
Cansada de seguir llorando, suspiré y bajé sabia que ahora no había nadie ya que Harry y Caro habían ido a comprar las cosas para la cena, baje lentamente las escaleras pero al verlo ahí sentado en el gran sofá mirando la televisión me quede en shock, no esperaba que él se encontrara allí quise pegar media vuelta pero una voz dulce y melodiosa me interrumpió.
- ¡Al fin bajas! –Dijo riendo- ¿Qué tanto hacías allí arriba? –dijo con una mirada picara-
-si supieras, suspiré y rápidamente le contesté- Nada, solo me recosté un rato, estaba cansada –dije mirándolo para luego ir a la cocina-
-¿Siempre te vas así de repente? –dijo gritando desde el living, sonreí tras su comentario y luego lo vi a mi lado tomando un vaso con agua- Debes aprender buenos modales chiquita –rió-
- No lo creo –le sonreí tomando otro vaso con agua- ¿No ibas a acompañar a Caro a hacer las compras? –Pregunte mirándolo y sentándome a su lado-
- No, afuera hace frío y no tenia muchas ganas de salir de todos modos –tomó un sorbo de agua- hacer las compras no es lo mío.
-Me imagino –reí
-El rió mostrándome nuevamente esa hermosa sonrisa que solo eran de él- ¿Por qué no quieres comer? ¿Acaso te sientes mal?
-No, no es eso estoy perfecta –mentí, no pensaba decirle la verdad
-Vamos ¿piensas que yo me chupo el dedo? Conozco esa mirada Karen, y se que no estas bien, ¿mal de amores?
-Para nada, estoy perfecta Harry.
-No pareces estar bien, tienes los ojos hinchados ¿estuviste llorando?
-¿Qué no se cansa de cuestionarme?, si Harry estuve llorando y por ti - No es solo que siempre se me ponen así cuando recién me despierto.
-No te creo, pero bueno si no me lo quieres decir esta bien – dijo levantándose de la silla y lavando el vaso de agua- ¿Sabes que mentir no es lo tuyo verdad?
-Si lo se, pero prefiero no hablar de eso Harry. –Suspire
-Eres mi mejor amiga, no te entiendo –dijo con un tono enojado ¿acaso no dijo que si no le quería decir estaría todo bien?
-Harry, en serio no quiero hablar del tema solo puedo decirte que cuando me sienta lista te lo diré – sabia que estaba mintiendo, nunca tendría el coraje como para decírselo
-Esta bien –dijo convencido
El timbre sonó y Harry fue a abrir, por lo que vi era Caro ya que se escuchó un “¡Amor aquí traje las cosas!”, noté como ella y Harry entraban a la cocina Caro al verme sonrió y se sentó a mi lado y Harry a SU lado.
-Traje comida para ti también Karen, quieras o no tienes que comer – dijo Caro mirándome seriamente
-En serio no… -me interrumpió-
-Pero no nada, tu comerás quieras o no. –dijo levantándose de su asiento y comenzando a cocinar
Suspire rendida mientras Harry nos miraba divertido, sonreí al notarlo y me levante para ayudar a Caro con la comida, eran unas milanesas y papas fritas.
-Tu pela las papas –dijo Caro entregándomelas- córtalas y mételas aquí –dijo señalando una sartén-
-Lo se, no soy tan bruta como para no saberlo prima –dijo riendo
-No lo creo Karen, supongo que esto ya viene de familia – dijo Harry ayudándome con las papas riendo
-O simplemente nos contagió un chico con ojos Verde ¿no Caro? –Dije mirándola
-Lo único que puede hacer es enamorar a las chicas –dijo dándole un beso
Y era cierto él era el especial para enamorar a todas y en especial a mi, esto era lo que yo no quería ver ¡sepárense ya! Quería gritarles, pero no soy capas ni siquiera de pronunciar palabras