Capítulo 15: Chico malo.

249 26 1
                                    


Paré de correr a unas cuadras de mí casa.

Mientras camino recuperando el aire, mí teléfono comienza a sonar y dejo salir un largo suspiro al ver que se trata de Nelson.

Contesto luego de dejarlo sonar una vez y antes de que yo pueda decir algo, su voz me susurra...

-Nos vemos hoy en el parque a las 8:00PM-

-Nelson, no iré.- Dije observando la punta de mis zapatos.

-¿Por qué?- Su tono de voz expresaba confusión.

-Sólo accedí a verme contigo porque no quería que nos descubrieran.- Dije.

Él se quedó callado por unos segundos.

-Púes, ya que no irás, tendré que colarme a tú habitación a través de la ventana.- Sonrió.

-Quisiera verte intentándolo.- Rió. -Nelson éste no es tú mundo. No eres un chico de escaparte, de entrar a la habitación de cualquier chica y de mentirle a tus padres.-

-Natasha... ¿Recuerdas cuándo tú cambiaste el estilo de vida que llevabas al apenas tus padres fallecer?- Preguntó desconcertandome.

-Sí, pero ¿Eso que que tiene que ver?-

-Que yo también puedo cambiar el estilo de vida que tengo, y por cualquier razón; en éste caso eres tú.-

-Yo no quiero que cambies y, mucho menos por mí.- Susurré.

-¿Por qué?- Preguntó.

Porque me gustas así.

No puedes admitirlo, Natasha.

Me quedé callada, con las palabras en mi boca.

-¿Natasha?- Habló al otro lado de la línea sacándome de mis pensamientos.

Colgué.

*

Me siento tan... Estresada, presionada y confundida.

Sentada en mi cama de piernas cruzadas, termino el cigarro que estaba entre mis dedos.

Ojalá pudiese saber que es lo que siento, o al menos admitirlo.

Estoy cansada.

-¡NATASHA!- Gritó mí abuelo.

Y toda la tranquilidad que estaba consiguiendo, se esfumó.

-¿QUÉ?- Respondí en un grito.

-¿PUEDES BAJAR?-

Simplemente ¿No pudo subir y decírmelo tranquilamente? Claro, fue más fácil gritar desde la sala de estar.

Dejé salir un soplido de mis labios y en un movimiento bruscamente rápido, me levanté dirigiéndome a la sala.

Cuando voy bajando las escaleras observó como mi abuelo y otra persona me observan desde la puerta. La contra luz no me permite distinguir muy bien quien es.

Y al acercarme un poco más logro darme cuenta de que es Nelson.

¿No se cansa?

-¿Qué haces aquí?- Me crucé de brazos.

-Natasha.- Reprendió mi abuelo.

Volteé mis ojos ante su tono de voz y mirando al viejo a mi lado, le hice con la mano señas para que se retirara.

Él me dio una mirada de desaprobación y a la vez de nostalgia, sin más se dio la vuelta dejándonos solos.

Mi mirada volvió a Nelson, cerré la puerta de la casa quedando fuera de ella y tras introducir mis manos en la chaqueta negra que se encuentra sobre mis hombros, hablé.

Conexión DesconocidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora