Paré de correr a unas cuadras de mí casa.Mientras camino recuperando el aire, mí teléfono comienza a sonar y dejo salir un largo suspiro al ver que se trata de Nelson.
Contesto luego de dejarlo sonar una vez y antes de que yo pueda decir algo, su voz me susurra...
-Nos vemos hoy en el parque a las 8:00PM-
-Nelson, no iré.- Dije observando la punta de mis zapatos.
-¿Por qué?- Su tono de voz expresaba confusión.
-Sólo accedí a verme contigo porque no quería que nos descubrieran.- Dije.
Él se quedó callado por unos segundos.
-Púes, ya que no irás, tendré que colarme a tú habitación a través de la ventana.- Sonrió.
-Quisiera verte intentándolo.- Rió. -Nelson éste no es tú mundo. No eres un chico de escaparte, de entrar a la habitación de cualquier chica y de mentirle a tus padres.-
-Natasha... ¿Recuerdas cuándo tú cambiaste el estilo de vida que llevabas al apenas tus padres fallecer?- Preguntó desconcertandome.
-Sí, pero ¿Eso que que tiene que ver?-
-Que yo también puedo cambiar el estilo de vida que tengo, y por cualquier razón; en éste caso eres tú.-
-Yo no quiero que cambies y, mucho menos por mí.- Susurré.
-¿Por qué?- Preguntó.
Porque me gustas así.
No puedes admitirlo, Natasha.
Me quedé callada, con las palabras en mi boca.
-¿Natasha?- Habló al otro lado de la línea sacándome de mis pensamientos.
Colgué.
*
Me siento tan... Estresada, presionada y confundida.
Sentada en mi cama de piernas cruzadas, termino el cigarro que estaba entre mis dedos.
Ojalá pudiese saber que es lo que siento, o al menos admitirlo.
Estoy cansada.
-¡NATASHA!- Gritó mí abuelo.
Y toda la tranquilidad que estaba consiguiendo, se esfumó.
-¿QUÉ?- Respondí en un grito.
-¿PUEDES BAJAR?-
Simplemente ¿No pudo subir y decírmelo tranquilamente? Claro, fue más fácil gritar desde la sala de estar.
Dejé salir un soplido de mis labios y en un movimiento bruscamente rápido, me levanté dirigiéndome a la sala.
Cuando voy bajando las escaleras observó como mi abuelo y otra persona me observan desde la puerta. La contra luz no me permite distinguir muy bien quien es.
Y al acercarme un poco más logro darme cuenta de que es Nelson.
¿No se cansa?
-¿Qué haces aquí?- Me crucé de brazos.
-Natasha.- Reprendió mi abuelo.
Volteé mis ojos ante su tono de voz y mirando al viejo a mi lado, le hice con la mano señas para que se retirara.
Él me dio una mirada de desaprobación y a la vez de nostalgia, sin más se dio la vuelta dejándonos solos.
Mi mirada volvió a Nelson, cerré la puerta de la casa quedando fuera de ella y tras introducir mis manos en la chaqueta negra que se encuentra sobre mis hombros, hablé.
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Conexión Desconocida
Teen Fiction"Porque todo lo bueno comienza con un poco de miedo..."