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La primera semana de clases aún no terminaba y el ambiente en Hogwarts apenas estaba mejorando, pero las familias de magos y hasta las de muggles, sabían que algo estaba pasando y no estaban seguros que Hogwarts siguiera siendo el lugar más seguro.

-Yo no quiero tomar pociones- refunfuño Ron de camino al aula- No me gustaban con Snape y no creo que otro profesor pueda cambiar la forma en la que pienso de ellas- continuó quejándose-Aparte, las prácticas de Quidditch ya vienen y quiero estar preparado- le explico

-El profesor Slughorn va a ser diferente, además, Mcgonagall quería que hiciéramos algo en nuestro periodo libre-Harry apresuró el paso para no llegar tarde.


Cuando llegaron, la clase ya había comenzado, había varios estudiantes, y entre las caras conocidas se encontraban Hermione, Lavander, la cual había empezado a manifestar una terrible obsesión con Ron; y por supuesto, Draco también estaba ahí. Miraba hacía el piso, distraído, pero seguía escuchando al profesor.

-Oh Harry-dijo Slughorn al escuchar la puerta abrirse- Creí que no llegarías, veo que trajiste a un amigo-sonrió- Traigan sus libros y acérquense- los invito con una sonrisa

-Lo lamento profesor, Ron y yo aún no tenemos nuestros libros- se disculpó Harry apenado

-Oh, no se preocupen, pueden tomar lo que necesiten de aquel closet-señaló detrás de ello y continuó con su lección.

Harry y Ron caminaron en silencio para no interrumpir el resto de la clase, al abrir las puertas, se encontraron con dos libros, uno en perfectas condiciones, el otro con páginas amarillentas y la pasta rota.

Se observaron entre ellos y Ron se lanzó para tomar el libro.

-No-se quejo Harry intentando arrancarlo de sus manos

-Suéltalo-susurró Ron

Finalmente, Ron lo jalo con fuerza arrebatándoselo a Harry con una sonrisa vencedora. Harry lo golpeó en el hombro, observó el libro que quedaba y lo tomó con una mueca.

-Muy bien Srta. Granger, acertó las pociones- le sonrió el profesor haciendo que Hermione sonrió de regreso- ¿Alguien me puede decir cual es esta poción?- Hermione levantó la mano con rapidez.

-Vamos Srta. Granger, dejemos que alguien más lo intente- Hermione hizo una mueca y bajó la mano

Draco llevaba observando aquel caldero desde que entraron al aula, algo en su color le resultaba familiar, pero más que nada, la combinación de olores, ese olor exquisitamente indescriptible. Sin embargo, levantó la mano.

-Oh, joven Malfoy-sonrió Slughorn al ver su mano levantada- Pase al frente por favor- se deslizó a un lado dejándolo pasar.

-Es Amortentia-la palabra salió de su boca sin pensarlo- La poción de amor más poderosa, el olor cambia dependiendo a lo que atrae a la persona-tragó saliva

-¿Puede decirnos que huele usted?-preguntó el maestro emocionado

-Yo-tartamudeo- huelo helado de fresa, canela-se acercó más al caldero- cuando el pasto está mojado,una fogata encendida-el olor se hacía más fuerte, más presente- té de manzanilla y-se detuvo al darse cuenta que todos lo observaban- cereza- susurro.

Sacudió su cabeza y regresó a su lugar con las mejillas sonrojadas.

-El joven Malfoy tenía razón, esta poción es Amortentia- el profesor empezó a dar una explicación sobre la poción pero Draco estaba perdido.

Estaba saliendo con Astoria, lo había estado haciendo desde el año pasado, o al menos eso era lo recordaba. Pero ella no le recordaba a ninguna de esas cosas, esos olores no le correspondían a ella, no le correspondían a nadie que conociera.


-Profesor, no nos ha dicho que hay en aquel-dijo Pansy Parkinson

-Oh, cierto-se volteo al otro lado de la mesa y con delicadeza tomó un pequeño frasco de vidrio con un líquido transparente en él.

-Esto es Felix Felicis, también conocido como....- dejo la oración en el aire para que alguien respondiera

-Suerte líquida- lo interrumpió Hermione y con esas palabras, Draco regresó su atención

-Así es- asintió- Una gota de esto, y podrán realizar cualquier cosa que se planteen, bueno, mientras dure el efecto-sonrío- Esto es lo que yo les ofrezco, esta botella de Felix Felicis ira a quien pueda hacer una poción perfecta de Filtro de muertos en vida, pero-se detuvo- Debo avisar que sólo un alumno ha podido hacer esta poción a la perfección-

Los alumnos empezaron a hacer su mejor esfuerzo, al fin y al cabo, la recompensa valía la pena, sin embargo, la persona que la anhelaba más en ese cuarto era Draco. Durante toda la preparación sus manos temblaron, intentando hacerla perfecta. Él sabía que debía conseguirla, para el final del año tenía que cumplir una tarea que no estaba seguro de poder cumplir, pero debía hacerlo si quería vivir, no tenía opción, no podía decepcionar al Sr. Tenebroso.

Sin embargo su nerviosismo le ganó y varias veces se equivocó en el proceso, al final de la clase, la única persona que pudo conseguirla fue Harry Potter y Draco sentía que todo en él se quemaba, Potter, siempre era Potter el que lo tenía todo.


-No es justo, no seguiste las instrucciones pero-Hermione tenía un rostro de confusión- quedo mejor que la mía y yo sí seguí las instrucciones- bufó molesta

-Tranquila Hermione ¿Tienes miedo de que Harry sea el mejor de la clase?-se burló Ron y ella lo miró enojada haciendo que Ron retrocediera.

-No debiste habértelo quedado- siguió insistiendo Hermione, pero Harry sólo los ignoró.

Era cierto que aquel libro le había ganado la recompensa, tenía anotaciones que Harry jamás había visto, pero eso no era lo único que le había llamado la atención, sino los nombres que estaban al principio del libro.

"Este libro le pertenece al Príncipe Mestizo"

Pero debajo de aquella oración, en una letra que le parecía conocida a Harry, pero aún no podía relacionar de quien era.

" y la Esmeralda Escarlata"

No Me Olvides- 3 (Draco Malfoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora