Quiero volver, quiero volver a
aquella madrugada de julio.
Volver a bailar bajo la lluvia
y decir que no quería irme.
Quiero volver a aquel inmenso campo,
lleno de verdes y marrones.
Volver a esos días grises
y a los paseos por el campo.
Quiero volver a aquellas mañanas,
hacer cualquier proyecto de inglés,
sea con quien sea,
incluso si eso implica volver a presentarlo en público.
Quiero volver a comer
sándwiches de salmón, o mixtos, da igual.
Volver a los recreos matutinos
con una barrita de chocolate.
Quiero volver, volver a aquel
paseo en bici por el parque.
Volver a esa misma tarde
de peli, manta y sesiones de fotos.
Quiero volver a todas esas excursiones,
cada una por una ciudad diferente,
viendo cosas diferentes,
y llenas de gente diferente.
Quiero volver, volver a
esos ridículos juegos a la hora de comer;
ahorcado, adivinanzas,
o el siempre preferido: pared.
Quiero volver a esos paseos mañaneros,
acompañada por Rolo, siempre moviendo el rabo de lado a lado.
Volver a las insoportables duchas de agua fría,
y a los boles de cereales.
Quiero volver a todos esos absurdos cotilleos,
a Cebollitas,
volver a ver con quien te toca,
o simplemente echar unas risas.
Quiero volver, volver a esas largas noches,
en las que no podía parar de hablar,
con Marta, con Claudia,
o hasta a aquella charla de dos horas y media.
Quiero volver a esos planes de domingo,
a aquel psiquiátrico abandonado,
repleto de tesoros antiguos y olvidados,
o incluso nuevos, pero al fin y al cabo, olvidados.
Quiero volver, volver a aquel depósito de agua,
volver a abrirnos paso entre la maleza,
a aquella estúpida decisión de subir por las escaleras,
y a las maravillosas vistas.
Quiero volver a esos miércoles,
todos en el Golden Island,
mirando tiendas sin cesar,
o admirando cosas imposibles de comprar.
Quiero volver a esos 99's,
a aquellas magdalenas de chocolate con helado,
a esas patatas con queso
y a la incomparable salsa garlic.
Quiero volver a todas esas actuaciones,
a todas esas canciones, a todos esos concursos,
a todas esas incansables yincanas por el pueblo,
y a todas esas tardes de juegos.
Quiero volver a Pitch Perfect,
al bus, a la coreografía.
Volver a cantar todas,
todas las canciones del Riff Of.
Quiero volver, volver a aquella apartada bolera,
a ganar esas partidas de bolos,
e incluso,
a la patética partida de láser entre las chicas .
Quiero volver al BaySports
y a ese agua fría que te hiela.
Volver a tirarme por ese tobogán
y tragarme todo el agua del lago.
Quiero volver al paintball,
a esos enormes y verdes trajes.
Volver a desperdiciar y malgastar
todas aquellas dolorosas bolas de pinturas.
Quiero volver, volver a aquel cine,
a ese montón de negras butacas,
a esa enorme pantalla,
todo en una misma sala, casi como cualquier otra.
Quiero volver a estar colgada por los aires,
a todos esos momentos de pánico,
suplicándole a Claudia que no se fuera,
y a su espasmódica risa como respuesta a mi ridícula actitud.
Quiero volver a esas filosóficas
y largas conversaciones sobre la vida.
Volver a confeccionar aquel disfraz,
usado una única vez.
Quiero, y no quiero,
volver a esa última noche en el bar.
Volver a aquella triste despedida,
con lágrimas y abrazos.
Volver a grabar nuestros nombres en aquel grueso y verde tronco para
luego hacerle una foto y poder recordarlo.
Simplemente, quiero volver.
