RIDE ME (Jikook) EDITANDO

Capítulo 45

—De hecho yo tengo un hermano que hace lo mismo que tú— su voz ahora me es tan comprensible, mientras acaricia mi cabello. Le acabo de contar el grandioso trayecto de mí vida hasta ahora; me fue inevitable no dejar salir algunas lágrimas. Nunca imaginé que estaría sentado en un andén con SeokJin.

—Tu historia me recuerda a la mía con mi hermano pero solo en el sentido que nos abandonaron y él le tocó hacer lo que tú haces.

—¿Desde hace cuánto no lo ves?— me entra la curiosidad al saber su hermano.

—Casi tres años— en su voz hay rastro de melancolía, de cierta manera lo comprendo.

—Si me separara de TaeHyung no sé que haría— no nos encontramos en buenos términos y me siento devastado.

—No lo dejes ir, menos con Hoseok— sé que no tengo que dejarlo pero creo que ya es muy tarde.

—¿Por qué lo dices?— tengo una idea sobre el porque pero quiero asegurarme.

—Solo hazme caso ¿Hasta qué hora te toca?— ahora parece como si fuéramos amigos de años.

—Media noche.

—Entonces a esa hora nos vemos de nuevo en la casa— no estoy seguro de ir pero bueno.

Nos despedimos con un abrazo, acto seguido cada uno se va por su lado. Nos habíamos alejado del establecimiento así que voy caminando hasta allí donde todavía está cerrado. Aunque golpeo la puerta y el mayor Kim me da la bienvenida con una de sus sonrisas cínicas.
De nuevo hasta ahora algunos organizan el lugar, o eso tratan porque éste asqueroso lugar no tiene arreglo.

—Esta vez no te salvas, te toca turnos—odio este trabajo, pero siquiera se puede llamar denominar de esa manera a esto tan denigrante.

—Ruega a tu Dios para que no te tome JiMin y se entere que clase de persona tiene en la casa— lo odio con todo mi ser, es la peor persona que puede existir.

Claro que me visto de mujer pero esta vez me toca tener sexo con los clientes; descubrirán que soy un hombre, que tengo pene.
Camino hacia el vestidor de hombres pero el ruido de cosas rompiéndose y cayéndose al suelo proveniente del vestidor de mujeres me alerta. Las pocas chicas que hay se encuentran aterrorizadas ante tal escena de YoonGi siendo golpeado sin compasión por SeokJin, ¿Qué carajos hace aquí? Reacciono y me meto en la pelea para separarlos.

—¡Qué haces aquí SeokJin!— en vez de una respuesta racional por su parte, recibo un golpe en el rostro pero al menos logré que dejara a YoonGi en paz. Me espabilado del golpe y observo a YoonGi con su rostro con marcas rojas y rastros de sangre.

—¡TÚ SABÍAS QUE ESTABA AQUÍ EH!—no entiendo a que se refiere pero aprovecha eso para lograr atacar a YoonGi.

—¡Qué demonios está pasando aquí!—grita un enojado Kim y sorprendido al ver a YoonGi en el suelo con SeokJin encima.

—¡Ayúdame JungKook!— le hago caso y trato de entrar en el medio pero SeokJin está tan encarnizado que no sabe ya lo que hace.

—¡SeokJin suelta a tu hermano!— toda la situación parece congelarse, miro al nombrado y a YoonGi una y otra vez; recuerdo lo que cada uno me ha dicho y es donde todo encaja.

—¡Bastardo!— ahora SeokJin golpea a Kim mientras este se trata defender pero pero su agresor no da oportunidad ventaja.

Mientras un YoonGi es atendido por las chicas, SeokJin cesa de golpear, aunque ahora se encuestra  llorando.

—¡Qué se siente encontrar a tu hermano SeokJin!— grita mientras propina un golpe en el rostro de este —¡Agradece que no lo encontraste siendo follado por alguno con los tantos que de acuesta!— propinó un último golpe y se va del lugar.

Me acerco pero lo pienso dos veces antes de ayudarle, temo que me golpee de nuevo.

—Tú lo sabías ¿Por qué no me dijiste?— me acusa sin pruebas.

—¡Por supuesto que no lo sabía SeokJin! Ni siquiera sabía el nombre de tu hermano— con dificultad se levanta pero no deja su orgullo de lado para pedir ayuda.

—No pensé que lo vería otra vez— dijo YoonGi con dificultad. 

...

Todo el resto de tarde transcurrió normal, no más problemas pero YoonGi no salió exento y tuvo que irse por urgencias. Por mi parte el maquillaje me cubrió el hematoma que se firmó en mi mejilla izquierda. El problema está en que acabo de salir de un turno; no recordaba lo horrible que era, no ocurrió problema alguno al enterarse que era hombre. Ahora sin al menos un descanso mínimo estoy atendiendo mesas para buscar otro cliente que de interese en mí.

—Que casualidad encontrarte aquí— su voz me pone en alerta, mi cuero se coloca rígido, no soy capaz de mirar a JiMin al rostro. Sin importarle que no haya respondido me toma de la cintura hasta que nuestros torsos quedan juntos.

—¿Y si me vuelvo adicto a ti?— junta nuestros labios en un beso rudo, tal vez deda disfrutar mientras pueda; me dejo llevar, abro mi boca dándole paso a su lengua curiosa.

...

Al llegar de nuevo a la casa es la misma rutina: EunBi en el comedor con su portátil en frente pero con la diferencia de que alguien la acompaña; precisamente no es JiMin y mucho menos charlan. Notan mi presencia a los minutos, su mirada me amenaza.

—Tú no dirás nads— asiento con mi cabeza, entre mas me aleje de los problemas, mucho mejor.
Entro a la habitación donde pienso encontrarme con todo apagado pero Momo se encuentra hablado con SeokJin mientras éste empaca sus cosas en una maleta. Al verme me da una mala mirada y sigue con lo suyo, decido no decirle nada ya que estoy seguro que no me contestará.

—Espero que les vaya bien, adiós— su voz ya no es cálida sino es seca y su rostro sin expresión. Sale de la habitación con su maleta en mano.