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H_l_.

Estaba en mi casa sentado en la mesa del comedor. Veía hacia la luz sobre mi cabeza, mi hermana menor correteaba en la casa, el mayor solo mira su teléfono. Un idiota de 21 años que aún no sale a trabajar. Mi mamá hace su comida como siempre, papá aún no llega de trabajar.

- ¡Vieja! ¿cuánto falta para la comida? - Grita mi hermano, sin apartar la mirada de su teléfono.

- Unos minutos, espero a tu papá. - Responde ella con un tono cansado.

- ¿Para qué si nunca llega?

No se escuchó respuesta. Mi hermano desde que empezó la adolescencia fue problemático. Revelándose a la autoridad, policías en la casa, escapadas del colegio. Ahora está más o menos controlado, pero sigue siendo un desubicado. Mi hermana lo mira con recelo, no le agrada para nada. Yo no respondo y solo lo miro de lejos. Estaba relajado, no iba a perturbarlo con una discusión inútil.

Mi mamá entrega la comida resignada, estaba muy cansada. Era ya la semana dos de cuatro años en la que mi papá no llega a cenar, o directamente no aparece en todo el día. Esto siempre se hizo algo común después de todo, mi hermano molesta, mi hermana calla, mi madre pelea con los perjuicios que lleva dentro y Yo aquí observándolos de lejos. ¿Para qué pelear si siempre es lo mismo?

Empezamos a comer y mi hermano no suelta el celular, mi hermana lo mira de reojo, como si fuera un invitado no deseado. Mamá lo mira desepcionada he intenta un último esfuerzo por ponerlo en su lugar.

- Deja el celular Ignacio.

- No.

- ¡Ignacio dejá ese celular! - Levanta la voz mi mamá golpeando la mesa.

- No me das órdenes, perra. - responde mi hermano muy seguro de si.

- ¡¿Qué te pasa Ignacio?! ¡¿Cómo te atreves a hablarme así?!

- Te hablo como quiera.

- ¡Respetame! Soy tu madre.

- No, perra asquerosa.

La mesa estaba llena de insultos y griterios de mamá. Mi hermana comía lento con lágrimas en los ojos mientras que mi mamá gritaba como loca, golpeando la mesa y comiendo con fuerza. Ignacio la miraba con cara de satisfacción, como si los intentos de mamá para que entre en razón fueran divertidos.

- ¡Sos igual a tu padre, un malnacido, un desagradecido! Basuras del mundo, escoria humana. Jamás debí haberte dado a luz.

- Mi padre es el mejor del mundo. ¡Tú eres la desagradecida! La basura que "gobierna esta casa". No tienes el poder me mandarme, mi padre sí.

Ignacio agarra el plato y le tira la comida a la cara, lo suelta con fuerza contra la mesa, haciendo que se rompiera en la mesa. Mamá se queda quieta sin reaccionar, temblando mientras los pedazos de comida caen de su cara. Mi hermana sigue llorando en silencio, comiendo despacio. En un agarre de cólera, mamá le estrella el plato que ella tenía, con comida aún, sobre la cabeza de mi hermano. Mi hermana la mira horrorizada, se aleja de mi hermano con terror. Yo seguía mirando el espectáculo sin dejar de comer, no era la primera vez que pasaba esto. Mi hermana corrió atrás mío, aferrándose de mi hombro, mientras yo comía. Mi hermano le da una fuerte bofetada a mi mamá, dejandola en el piso cubriéndose la cara y llorando con fuerza. Sube las escaleras insultandola, mi mamá tira la mesa de la ira, apenas pude agarrar el plato.

Mi hermana se va lento y sollozando por las escaleras hasta cerrar su puerta. Mi madre se queda levantando la mesa y recogiendo los pedazos rotos. Dejo el plato en la mesa y me voy a mi habitación, es mejor dejarla sola que empezar otro ataque. Cierro la puerta con llave, prendo mi computadora y me pongo a jugar. Abro Facebook y chateo con algunos amigos.

Pasaban las horas y se hicieron las 3:00 de la mañana. Seguía jugando, chateando con amigos y tomando bebidas. Hasta que recibí un mensaje desconocido.

- H_l_. - Las vocales eran reemplazadas por guiones. Estaba intrigado no sabía que hacer, así que decidí investigar.

- Hola?

- ¿Q__n _r_s?

- No te entiendo. - Estaba intrigado, no sabía quién era, no tenía un nombre claro, solo "L_l_".

- ¿P_r q__ n_ m_ _nt__nd_s?

- Quien eres? - Estaba algo nervioso, no sabía que hacer.

- R_ll_n_ l_s _sp_c__s.

- que?

- R_ll_n l_s _sp_c__s.

Ahí lo pude entender, de algún modo entendí qué me quería decir.

- rellena los espacios?

- S_. - Estaba sorprendido, pero eso no era todo. - N_c_s_t_ t_ _y_d_.

- que necesitas de mi?

- _y_d_.

La conección se cortó y ya no podíamos hablar más. Estaba algo impactado después de lo que pasó, podía sentir el sudor de mis manos. Podía ser una broma de alguno de mis compañeros pero dudo que hagan algo tan intrigante como lo fueron esos mensajes. Miré la hora y ya eran las 4, por alguna extraña razón mis ojos se cerraban y no aguantaba más el peso de mi cuerpo. Me acosté en mi cama y me dispuse a dormir y no pensar en esa extraña conversación.