INKERI "La Salvación de los Ángeles Caídos"

Capitulo 5

Gritos

El sonido de la alarma se hizo presente, no volví a dormir después de lo que ocurrió con Mikael, me levante con dificultad de la cama, mi cabeza daba vueltas; y esa sensación de asfixia se hizo presente, tosí sangre, al parecer mi tumor estaba acabándome rápidamente.

Abrí la llave de la ducha, me introduje, cerrando mis ojos, el agua caliente corría por mi piel, necesitaba estar tranquila por hoy.

—Ink, el desayuno está listo —Escuche a mama llamar a la puerta— gracias mama ya casi estoy lista— respondí

Salí en bata hasta el armario de mi habitación, saque unos pantalones cómodos y una sudadera, al colocarme el brasier vi claramente tres rasguños, pase mi mano encima y un escalofrió me helo la espalda; me puse la ropa, unos tenis, bajando conmigo mi mochila.

Baje hasta la cocina y ahí estaba el, desayunando con mama: — Buenos días— dije saludando a mama con un beso y a Mikael con la mano—como dormiste—pregunto mama—bien—respondí; pero Mikael me miraba como intentando descifrar algo.

Mire mi celular, era hora de ir a la universidad, — bien, tengo que irme— agarre mis cosas y me levante. —Que tengas un buen día— dijo el amablemente.

Salí de casa, y fui hasta la estación de autobús me dirigí hasta la universidad, parecía como si alguien me observara, levante mi vista pero no era nadie, me quede en la parada que me correspondía, una corriente de aire se hizo presente, alboroto un poco mi cabello, me lo ate y seguí en mi camino, volví a sentir que alguien venía detrás de mí al girarme me topé con una anciana — el no descansara hasta llevarte con él, el hará lo imposible— señora de quien habla—pregunte, pero aquella anciana había quedado en el limbo— hola pequeña me regalas una moneda— su rostro era tranquilo al parecer no recordaba lo que me había dicho, saque una moneda y se la di.

Entre a la universidad directo a la clase de Ontología, divise a lo lejos a Lilo quien me guiño un ojo, mi amigo conquistador llegaba bien acompañado por Ingrid.

Entre al salón, me senté detrás de los tortolos; entro el maestro y empezó a dar las clases, en el gran pizarrón escribió en latín inférnum & Caelus resalto las dos palabras;

—Abran todos sus libros en la página 132— ordeno el maestro, quien parecía estar algo agitado.

La clase iba avanzando como en cámara lenta, aquellas palabras resaltadas en el pizarrón me inquietaban cada vez más, recordé las palabras de la anciana.

—Inkeri de pie— me dijo el profesor; obedecí y me levante— ya que al parecer sabes mucho del tema ¿Cuál es el significado detrás del mito de los ángeles caídos? — solto sin más, me disponía a contestar pero un ruido extraño nos alertó a todos, eran gritos y venían del pasillo, nos levantamos de nuestros asientos y fuimos hasta el patio a ver que sucedía, todos miraban hacia arriba, hice lo mismo, viendo aquella escena, la anciana la cual me había hablado al llegar estaba al borde de la terraza del establecimiento, mire que no estaba sola, alguien estaba con ella. Y de repente salto al vacío cayendo a nuestros pies

Todos gritaban, volví alzar mi mirada y vi a un hombre en el mismo lugar donde estaba la señora —Inkeri, tu nariz— me dijo Lilo, me pase la mano y en efecto estaba sangrando, volví alzar la mirada y se había ido.

Pasaron 15 minutos y nos enviaron a casa, la universidad se había llenado de policías, Ingrid, Lilo y yo fuimos interrogados, le dije al policía lo que había visto, lo anoto en su libreta, salimos del salón donde nos tenían y fuimos a casa.

Entre a mi habitación, por la ventana vi a Mikael, estaba regando las plantas de mama, me saque la sudadera y busque algo mas cómodo, me tome las pastillas recetadas, baje a la cocina y o vi entrar, fui al fregadero por un vaso y volví a ver al encapuchado parado alado del árbol del jardín, solté el vaso se rompió, — ese hombre fue al que vi en la universidad— dije nerviosa, Mikael se acercó pero ya no había nadie, — juro que hace 5 segundos había un hombre observándome ahí— dije señalando el árbol.