Siete días • Chaelisa

Parte única

Te conocí cuando menos lo esperaba y más lo necesitaba.

Era un caluroso día de primavera y nos habíamos inscrito al mismo curso.
En realidad ese día nunca te vi. Hablé con otras personas y me agradaron, pero sabía que había algo en ellas que no encajaba conmigo.

Pasaron los días y me cambiaron de grupo al igual que a ti, poniéndonos en el mismo camino. Desde que nos cambiaron te noté. Es linda, realmente es muy linda, me dije muchas veces mientras te veía de lejos concentrada en tus libros.
Sonreía al verte, ya que yo también amaba leer y sobre todo, me gustaba tu estilo. Me interesaba cada libro que traías y la música que escuchabas, simplemente empezaste a interesarme.

—¿Te gusta este libro? —me preguntaste al notar que leía al mismo tiempo que tú—

—En realidad nunca lo e leído pero vi la película. Es sobre una pareja gay, ¿no? Una historia de amor —dije tímida y con un ligero rubor en mis mejillas ya que me habías atrapado leyendo a tu lado—

—¡Sí, exactamente! ¿Te gustan los gays? —me dijiste y yo no pude evitar esbozar una ligera sonrisa ante esa pregunta tan ocurrente.

—Supongo que es así, sí. ¿Tú también, no? ¡No entiendo porque a la gente no le gustan esas historias! Son súper lindas y llenas de amor como cualquier otra. ¡Realmente no lo entiendo! —te dije haciendo un pequeño puchero y tú reíste ante mi gesto, mirándome con esos grandes y enormes ojos. Esos ojos tan llenos de vida y amor—

—¿Cómo te llamas?

—Roseanne, pero me dicen Rosé. ¿Y tú?

—Lalisa, pero me dicen Lisa —me dedicaste otra sonrisa y seguimos platicando todo el día hasta que llegó la noche y nos despedimos—

Desde entonces, no existía un día en el que yo no pensara en ti, Lisa, porque cambiaste mi mundo con esa pregunta tan disparatada y con esos enormes y brillosos ojos.

Pasaron los días, pasaron las semanas y después los meses. Tú y yo ya éramos inseparables, realmente disfrutábamos de la compañía de la otra y solamente esperábamos que llegara la tarde para volver a vernos en ese curso.
Usualmente llegaba primero y trataba de leer para no hacer notar mi impaciencia por verte. Para cuando llegabas, yo siempre te recibía con una sonrisa cálida y grácil haciendo que tus enormes ojos brillarán.

     [💕]

—Hola...—me dijiste desanimada, ya que las dos ese día lo estábamos, porque era el fin de ese curso que nos unió—

—Hola, Li....-te dije a punto de llorar ya que en verdad me había acostumbrado a tu presencia y no quería perderte—

—Rosie...¡no quiero dejarte! —me dijiste abalanzándote contra mí y yo solo pude esbozar una ligera sonrisa mientras acariciaba tu cabello— en verdad no quiero hacerlo, estoy demasiado acostumbrada a ti.

—Li, no nos vamos a dejar de hablar y ver aunque el curso termine.
Eres más pequeña que yo, por eso iré a visitarse a tu casa cada sábado si es que tu madre me lo permite, ¿estás de acuerdo? —acaricie tu mejilla con dulzura y te dedique una pequeña sonrisa tranquilizadora—

—Quiero tenerte siempre a mi lado, ¿eso....está mal? Porque dicen que solo debes sentir eso por la persona que ames, y yo te amo, entonces no está mal, ¿cierto? —me dedicaste una mirada inocente y llena de dudas. Tus ojos brillosos y llenos de deseo atraparon mi corazón en tan solo minutos—

Siempre me dijeron que no podía enamorarme en siete días, ya que necesitaba conocer a la otra persona y ya de ahí podía desglosar algún sentimiento.