Llevaba puesto un sólo audífono, la música a volumen un poco alto. Me gustaba así.
El vidrio de la ventana se había empañado a causa de la lluvia. Acerqué mi dedo índice para trazar líneas y dibujos abstractos. Por último, escribí mi nombre.
Aparté mi mano y sonreí divertida por mi obra de arte un tanto rara.
—Lena. Lindo nombre.
Esa voz. Su voz.
Ahí estaba a mi costado el chico del otro día. Su cabello castaño se encontraba húmedo, su piel estaba pálida y sus ojos azulados estaban puestos en mí. Bajé la mirada a su regazo en el cual estaba mi mochila.
Al notar que lo observaba sin decir palabra alguna, sonrió.
Una maldita sonrisa encantadora. Sentí que me derretía por dentro.
El chico volvió a hablar.
—Hola.
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Encuentros pecosos |Completa|
Historia CortaEl autobús era el mejor lugar para toparse con personas desconocidas, era el mejor lugar para que Lena y Otto se conocieran. Luego que la chica se durmiera en su hombro y dejara un poco de baba en él, bastó para que se convirtieran en compañeros de...