¡SOY!

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SOY

Escena: una pequeña coqueta blanca con algunos utensilios para maquillaje encima y una pequeña botella negra de perfume. La luz se concentra allí. La actriz se arregla su pelo mientras tararea la canción de "Vete de mi" de Olga Guillot. Lleva puesto un traje amarillo con puntos negros, un maquillaje sencillo, casi inobservable. Mientras sigue con la canción, saca algunos maquillajes de la gaveta en la coqueta. Comienza monólogo:

- hoy sí espejo, hoy sí, escúchame bien, hoy, sí -su reflejo hace que el público la vea mientras ella habla consigo misma- Hoy, voy a salir, y la voy a pasar bien -respira hondo y aguanta la coqueta con ambas manos delicadamente y mira para abajo. Luego de dos segundos asume, con prisa, su pose original y aplica maquillaje a un ojo mientras tararea nuevamente la misma canción- si me peino lo suficiente, si me arreglo lo suficiente, si mi traje es lo suficiente -mira al público a través de su espejo y luego se voltea y se separa de la coqueta- me sacarán caballeros a bailar, de esos hombres galanes preparados por los dioses para arroyarnos a nosotras las mujeres sencillas y delicadas -dice esto anterior dando vueltas por el escenario como si bailara- ay, la dulce belleza del baile placentero y romántico, sencillamente embriagante de amor y dulzura -se detiene y da una mirada atroz al público, como si hubiera caído en una pesadilla. Se regresa a la coqueta nuevamente, con pasos silenciosos y prisa. Se mira al espejo mientras respira notablemente, su cara ahora en dolor y no en espanto. Con un golpe fuerte agarra la coqueta con ambas manos y la zarandea levemente con rabia mientras mira el piso- hoy sí -dice aún mirando el piso y con un tono agitado- hoy sí -dice con un tono más leve- hoy sí la noche promete y -vuelve a mirar el espejo, ahora sonriente- yo me prometo a la noche -vuelve a tararear mientras se añade color al otro ojo. Ahora en vez del maquillaje leve y claro, lleva colores oscuros en los ojos- hoy miraré a un joven galán mientras me abaniqueo levemente y el me sonreirá -se vuelve a despegar de la coqueta- y yo desentendida caminaré por la sala, saludaré a amigas mientras lo continúo mirando a lo lejos. El tendrá un nombre como Juan, Luis, Raul, quizás Víctor o Enrique. Me perseguirá por toda la sala y me invitará a bailar -se paraliza en su movimiento y actúa nuevamente con miedo, pero, esta vez camina lentamente a la coqueta. De la gaveta saca unos guantes de ceda negros y se los pone lentamente- hoy sí -le dice al espejo- hoy sí que no pasará lo de siempre -se termina de poner el primer guante y de acomodarlo- hoy sí que no oleré alcohol en su aliento -se termina de poner el segundo guante y agarra el lápiz labial, negro. Antes de hablar se mira al espejo fijamente y baja la cabeza- hoy no -dice en un volumen que casi no se escucha.  Su voz y respirar es aquella de una persona que está por llorar- hoy no -repite un poco más alto, luego se aplica el lápiz labial, entonces se mira al espejo- hoy Juan, Luis, Raul, quizás Víctor o Enrique no me miraran con esos ojos lindamente perversos que quieren arrancarme el traje -dice suave esto suave y débil, conservando la pena- que quieren llevarme a la parte de atrás del local, justo por donde pasa el río -respira hondo y se pone la mano izquierda sobre su cachete izquierdo- no me llevarán allí, al lado del almendro, no insistirán en guardar silencio y besarme sin yo quererlo -se pone la mano derecha en el cachete derecho- no me pasaran las manos por lugares a los que no han sido invitados y al escuchar mis quejas -la velocidad de hablar va aumentando como en desespero, va subiendo las manos hasta la cabeza- no me mirarán con ojos borrachos que me gritan COSA, MÍA, PROPIEDAD -respira con más velocidad y comienza a jalarse el pelo con ambas manos, lo próximo lo dice en tono alto y rápido sin gritar, respirando como si corriera y en asfixie- y no me dirán al oído -murmura y casi llora- "yo sé que tu quieres"-hace un cambio bruto entre tristeza y rabia- NO -da un golpe intenso con ambas manos en la coqueta, a la vez se escucha el ruido de cristales rompiéndose, inmediatamente empuja la coqueta hasta que el espejo casi mira por completo la parte trasera del escenario (en diagonal)- hoy eso no pasará -dice entre rabia y tristeza- hoy -habré la gaveta y mete la mano sin mirar, busca con el tacto, se escuchan golpes contra la madera- hoy no pasará, mi maquillaje es bello, mi pelo también, mi traje está perfecto y hoy -rie de manera un tanto maniaca- hoy -prolongando la palabra, saca un cuchillo y lo mira- hoy me daré a respetar -dice mientras sus ojos se reflejan en el cuerpo de la cuchilla- hoy no seré de nadie, hoy soy mía y mi cuerpo es mío y le demostrare al mundo que no soy solo bella -espeta la punta de la cuchilla el la coqueta y se voltea hacia el público aún aguantándolo- soy inteligente, soy capaz, soy importante -dice casi en llanto. Levanta el cuchillo y grita al señalar al público con él- SOY -prolongando la palabra hasta que acaba, guarda silencio y se pone una mano sobre el estómago- soy una persona -recobra el aire- entre tantas otras, convertidas en objeto de placer y diversión por otras que ni nuestros nombres conocen, pero, nos rebelamos contra ello y no nos dejamos y, yo SOY -grita da con el cuerpo de la cuchilla en la coqueta- Juana, Luisa, Ramona, quizás Victoria o Enriqueta. Soy, como persona, digna del buen trato y que pena que tenga que llegar a esto -recobra la postura, se arregla un poco el pelo mirando al público. Camina hasta verse en el espejo, esconde su cuchilla en su traje, se mira una vez más y dice casi cantado- "véte de mi".

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⏰ Última actualización: Jun 18, 2018 ⏰

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