parte uno.

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"la primera que tenga un polvo con algún famoso gana la apuesta. son cien dólares por cada una lo que le daría un total de ochocientos para la afortunada" miré a Lacey con una sonrisa en mis labios luego de oírla, me parecía una buena apuesta. tomé el billete que tenía guardado en mi bolso y lo puse sobre la mesa, esperando a que las demás hicieran lo mismo. Desde que nos habíamos mudado a Los Ángeles, todo había sido maravilloso; fiestas, drogas, alcohol y uno que otro famoso en algún bar por los que solíamos pasar a las altas horas de la noche por un trago antes de irnos a casa. Ya había visto a bastantes celebridades por los bares de la ciudad, pero no era hasta las horas de menos concurrencia en las calles que ellos salían sin guarda espaldas a algunos de los lugares más lujosos de la ciudad. Claramente ni yo, ni mis siete otras compañeras de piso podríamos pagar nada de lo que se ofrece en aquellos lugares,  pero igualmente es divertido ir a dar una vuelta y ver si alguien nos ofrece una copa. yo ya tenía a alguien en mente, me lo había topado unas cuantas veces y sabía por donde solía pasar sus viernes en la noche; Calum Hood, australiano, al igual que yo y muy guapo la verdad. el único posible problema eran sus compañeros de banda, esos cuatro van juntos a todas partes, no los he visto separados ni una sola vez, y al único que he visto irse con alguna chica de por  ahí es el rubio alto, ni puta idea su nombre y tampoco me interesa, no es mi tipo. todas las chicas terminaron por poner su dinero sobre la mesa al igual que yo y cerramos el trato juntando nuestras manos sobre los billetes. Por suerte, esa misma noche era viernes e iría a probar mi suerte a "The Groove" el bar que solían transitar estos cuatro. "Bien, que comiencen los juegos del hambre, y que la suerte esté siempre de su lado. saldré a cazar hoy mismo" dicho esto, me levanté de la mesa, puesto que ya era media noche y tenía que apresurarme si quería llegar a una hora prudente para poder comenzar esto. verdaderamente necesitaba esos ochocientos dólares. me marché a mi cuarto y una vez dentro busqué lo que tenía pensado usar: un vestido de dos partes negro, ajustado y muy lindo que había comprado por internet unas semanas atrás. me duché lo más rápido posible y me lo puse, junto con unos tacones del mismo color, un poco de maquillaje y luego de alisar mi cabello café oscuro, ya estaba lista para salir en busca de mi víctima.
me demoré unos veinte minutos en llegar al local, que se encontraba lleno, era el momento perfecto. ir sola no es la mejor opción pero ninguna de las chicas me acompañaría si les pidiera y además, quería ganar la apuesta lo más rápido posible. la puerta se encontraba llena de paparazzis y como era de esperarse, ninguno me tomó ni una foto, yo era una más de las miles de chicas que venían al bar a disfrutar un rato. ya dentro, pedí un trago y me senté en la barra, mirando justo en dirección al lugar que solían ocupar estos chicos. pasaron veinte minutos y cuando ya empezaba a creer que esto no iba a resultar, los vi entrar por la puerta frontal del local, no pude evitar sonreír disimuladamente y seguir  bebiendo  de mi copa mientras ellos pasaban a mi lado para coger su lugar de siempre.
un par de horas más tarde ya me encontraba algo mareada, debido a los efectos del alcohol y había bailado con un par de chicos, pero no con mi objetivo. todo iba bien, pero aun no sabía como acercarme al moreno que tenía en mente, así que aparté a el siguiente chico que se acercó y volví a sentarme en la barra, esta vez más cerca de los cuatro músicos, demasiado cerca diría yo, tanto que podía sentir la mirada de uno de ellos sobre mi culo. me volteé sobre mi hombro fingiendo ver algo en la pista de baile, pero lo que realmente percibí fue al rubio recorriéndome con la mirada. Calum ya no estaba sentado en la mesa, mierda, debía buscar un plan B y él parecía la solución más viable. me acomodé en el taburete bajando un poco el vestido por mis muslos al hacerlo, estaba a punto de pedirme otro trago, cuando se me acerca el chico del bar, a quién conocía muy bien, ya éramos prácticamente amigos "¿qué onda, Dave?" lo saludé con una mano y él me acercó dos shots de vodka, dejándolos frente a mi, a lo que fruncí el ceño algo confundida "te los manda ese cantante, Luke" Dave señala hacia la mesa de los chicos con la cabeza y no logro reaccionar hasta que el rubio ya está junto a mi, tomando uno de los shots entre sus dedos. "espero que no te moleste tomarte algo conmigo" dice, para luego sentarse a mi lado mientras el barman se aleja de nosotros. puedo sentir la mirada de unas chicas junto a nosotros, que parecen ser fans de este rubio. "hmm, no, claro que no me importa, total los has pagado tu" le dediqué una pequeña sonrisa al chico con aires de superioridad que tengo a mi lado. me apresuré a bajar el trago por mi garganta y sonreír luego de hacerlo. Luke, o como se llame, aún no se había  tomado el suyo y me miraba algo sorprendido, yo solo me encogí de hombros "¿nunca antes habías visto a una mujer bebiendo así o qué?" decidí responderle, a lo que solo se ríe, apoyándose en la barra con un codo "la verdad me sorprendiste nena, ¿cual es tu nombre?" rodé los ojos ante su apodo, nena, este debe ser un fuckboy de primeras "me llamo Brooklyn, pero puedes decirme Brooke, no nena; Brooke" le dediqué una sonrisa sarcástica y esperé que bebiera lo que le quedaba en su pequeño vaso. me espera una larga noche.

sex tape [L.H]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora