Mi Primer Amigo - PARTE ÚNICA -

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Siempre había estado sólo, los niños siempre huían de el por su altura, creían que los iba a aplastar, así que lo convirtió en su frase.

Su apellido era muy largo para ser pronunciado por los demás niños, así que decidieron ponerle nombres que no lo describían realmente, "monstruo" era el más frecuente.

Sus padres lo amaban, pero luego de varias sesiones de terapia y ver que su hijo no hacía amigos, se dieron por vencidos con el tema.

El niño de 5 años ya no tenía ganas de asistir al jardín de infantes, sus compañeros no lo entendían, no querían que el estuviese ahí, y se lo hacían saber. El, por su parte, tampoco quería estar ahí, con ellos.

Cuando la campana sonó, dando por finalizada la clase del viernes, el pequeño que portaba una cara desganada salió en busca de sus padres para empezar un nuevo fin de semana. Su pequeño paraíso, sonrió ante ese pensamiento, podría pasar tiempo con sus padres y jugar con ellos. Ellos lo amaban como era y como eran más altos que el, nunca creyeron que el los aplastaría.

Sin embargo, no todo dura para siempre y el lunes llegó. Temprano por la mañana, su madre amorosa como de costumbre lo despertó acariciando sus largos cabellos morados llevándole el desayuno a la cama. El niño sabía lo que significaba. Era lunes y tendría que volver a ir al lugar que el consideraba su pequeño infierno.

MURASAKIBARA'S P.O.V

Mami-chin me llevó caminando hasta la entrada de la escuela, no quiero entrar, pero tengo que hacerlo. Mami-chin me da un beso en la mejilla y entro a aquel lugar.

La misma rutina de siempre inicia, un empujón de parte de uno de los niños, un golpe de otro, bolitas de papel golpean mi cabeza y espalda, y los susurros de parte de los demás con palabras como "Monstruo" y "Gigante" llegan a mis oídos. La sonrisa que tenía se desvanece y les grito que los voy a aplastar. Ellos hacen silencio, me tienen miedo.

Sigo caminando hasta el salón, mami-chin dijo que tengo que ser fuerte, que en algún momento voy a encontrar a alguien con quien estar, un amigo, pero ahora, estoy solo. Llego a mi asiento en una de las mesas del fondo, para no taparle a los demás. Saco un caramelo del bolsillo de mi delantal y empiezo a comer. La maestra entra y anuncia que vamos a tener un compañero nuevo. Genial, alguien más que me tema y moleste. Decido ignorar lo que sucede a mi alrededor, como caramelos y miro por la ventana, el tobogán se ve divertido.

Siento dos suaves toques en mi hombro ¿la maestra ya se dio cuenta de que estoy distraído? Me doy vuelta y me encuentro con alguien desconocido, debe ser el niño nuevo.

Es más pequeño que los demás, tiene piel clara y ojos celestes, se ve muy frágil ¿Por qué no parece temerme? Lo miro preguntándole que quiere y me sonríe.

-¿Me puedo sentar aquí?- pregunta y señala la silla que esta a mi lado. Yo solo digo que si y el se acomoda en la mesa.-¿Cómo te llamas?- me pregunta otra vez, parece ignorar el hecho de que si me hace enfadar podría aplastarlo, después de todo soy mucho mas alto que el.

-Murasakibara Atsushi.- contesto aburrido, se que cuando los demás niños le hablen de mí, ya no volverá a sentarse aquí.

-Yo soy Kuroko Tetsuya ¡espero que nos llevemos bien Murasakibara-kun!- el peli-celeste me sonríe y saca sus lápices para hacer el dibujo que la maestra acaba de pedir, yo hago lo mismo, pensando en cómo es posible que haya podido decir mi nombre en el primer intento.

En la hora de la merienda uno de los grupos de niños que me molestan se acercan a nosotros para hablar con el nuevo. Yo sólo los veo.

-¿Por qué estas con el gigante?

-¿Qué haces con el monstruo?

-¿Acaso quieres que te aplaste?

-¡Sólo mira lo alto que es!

-¡Ven con nosotros! ¡Te divertirás!

El pequeño a mi lado sólo los mira serio e inclina la cabeza hacia un lado.-¿De qué monstruo hablan?- pregunta confundido mirando hacia todos lados. Hasta que se da cuenta de que hablan de mí, sus ojos se abren como platos, yo lo miro serio y espero a que se vaya con ellos, pero no lo hace. Su ceño se frunce levemente y les da la espalda para mirarme fijamente.

-¿Te gustan las cosas dulces? Mi abuela preparó galletas de vainilla con chocolate.- empezó a hablarme nuevamente con un tono animado y una sonrisa en su rostro. Mientras los demás quedaban con la boca abierta del asombro, yo no estoy muy lejos de hacer lo mismo. Ese niño acaba de rechazar la oportunidad de estar en un grupo por estar conmigo. Cuando salgo de mi trance, veo que me mira fijamente extendiendo una galleta en mi dirección, los niños malos están en sus mesas, ya no miran en nuestra dirección.

-Si, gracias Kuro-chin.- contesto con una sonrisa formándose en mis labios. Quizás, el jardín de infantes ya no sea un infierno.

EXTRA...

El resto del día estuvimos conversando sobre nuestros gustos hasta que sonó la campana de salida. Kuro-chin me abraza y va con su abuela que está parada cerca de un árbol, unos minutos después veo a Mami-chin y a Papi-chin llegar por mí, los veo con una sonrisa y corro a sus brazos.

-Luces muy feliz Atsushi ¿sucedió algo bueno?.- me preguntó Mami-chin, se veía feliz. Miro a Papi-chin y el me sonríe.

-Hoy llegó un niño nuevo.- empecé a contarles emocionado mientras tomaba sus manos para empezar a caminar a casa.

Estábamos por llegar a casa mientras les seguía hablando de Kuro-chin, hasta que veo un pequeño niño de ojos y cabellos celestes en el jardín de la casa de al lado jugando con un perro blanco y negro.

-¿Kuro-chin?-pregunto al aire, esperanzado de que fuese el. El niño levanta la mirada y me sonríe levantando una mano.

-¡Hola Murasakibara-kun!- dice caminando hacia donde yo estaba siendo seguido por el pequeño perro.-¡Este es Nigou!- Nigou ladra y Kuro-chin lo alza en brazos.- parece que seremos vecinos, cuida de mi por favor.- hace una leve reverencia, y yo sonrío.

-Siempre Kuro-chin.

Desde ese día Kuro-chin y yo somos mejores amigos.


MUCHAS GRACIAS POR LEER, ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO. 

Mi Primer AmigoWhere stories live. Discover now