VII

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Minion sangriento.

     Puede que haya exagerado un poco al decir que lo que veo no es de este mundo, pero considerando que nunca había visto un apartamento moderno con mis propios ojos, es normal que me sorprenda al ver lo más cercano al departamento de Christian G...

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Puede que haya exagerado un poco al decir que lo que veo no es de este mundo, pero considerando que nunca había visto un apartamento moderno con mis propios ojos, es normal que me sorprenda al ver lo más cercano al departamento de Christian Grey, un piso desbordante de asqueroso lujo. La diferencia con el de papi Grey y el de la familia García es que este apartamento no cuenta con un cuarto de juegos sexuales. O al menos eso creo; llegué algo tarde para el House tour.

Las paredes claras adornadas por repisas de vidrio que dan la sensación de estar flotando, la cerámica del suelo, negra con toques escarchados, están limpias y pulidas a la perfección, hay mesas de un estilo moderno, son de vidrio y la base que las sostiene son de color negro al igual que los muebles, si no fuera por los cojines, las mantas de colores, algunas plantas y cuadros abstractos agregados por la señora García este departamento podría pasar como un... pisito de soltero.

Todo es asquerosamente lujoso.

Aunque lo sorprendente son los aparatos electrónicos que equipan el lugar. Un mínimo picor se aloja con confianza en el dorso de mi mano, me siento como un niño en una juguetería, quiero probarlos y ver qué hacen, pero me contengo.

Sarah, es un departamento, deja de babear por él, lo ensucias, marrana.
   
No sé qué quiere Lucas al hacerme pasar a su departamento, porque su hermano es... muy pacífico, según yo.

Quizá quiera contarme los chismes de la vecindad. Al estilo del dúo chismoso, él es Petra trayendo el cafecito caliente y yo soy Gladys con las empanaditas de pollo; lista para cuchichear o yo qué sé.

Sin embargo, lo que me muestra es en lo absoluto distinto. Encuentro la pared del dormitorio principal  —el más lujoso cabe resaltar—, pintada de color verde vomito. Sobre este color tiene dibujos de lo que supongo que son caricaturas, pintadas de forma abstracta, y al pequeño Sebastián, admirando la clara demostración de garabatos coloridos como una:  Obra de arte no apreciada por el ojo humano. Que para colmo, sigue más fresca y húmeda que una lechuga.
   
El espectáculo no termina ahí, ahora es que se pone buena la función. Así que agárrate de tu asiento; y a ponerse las  alpargatas lo que viene es joropo.

El baño está lleno de agua y espuma, la bañera está a rebosar de agua jabonosa, la cocina, nunca —ni en los años que llevo sobreviviendo a la alta... mente desastrosa cocina del abuelo—, he visto algo tan caótico. Está cubierta de manchas de chocolate, por cada rincón. En un plato un intento fallido de panquecas y el mesón empegostado de miel me recibe con brazos abiertos.

Si yo creía que el abuelo era peligroso en la cocina, Lucas "Masterchef" García le ha robado el título.

Creo que me ha comenzado a palpitar el ojo, el tic está volviendo.

—¡Oh, mira, no puede ser! —Sebastián coloca sus dos pequeñas manos alrededor de sus mejillas con sorpresa, mira a su hermano mayor con desaprobación—. ¡Qué desastre de cocina, Luki! ¡por los Avengers! , ¡producción, producción!

El mar de su sonrisa ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora