- 30 - Y FUE LA LOCURA

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Estuve esperando varias horas en la puerta de aquella emisora de radio. Hasta llegué a pensar que ya se había marchado. Estaba a punto de irme al hotel otra vez cuando escuché su voz gritar desde lo lejos. 


-¿Qué haces aquí?- me quedé callado, parado en el mismo sitio donde me encontraba y sin moverme. Se acercó a mi y me miró fijamente.- Dani ¿qué haces?

-Lo siento.

-¿Qué?

-Que lo siento. Fui un estúpido. De verdad Malú, perdona. Estaba cansado y no pensé en lo que decía... 

-Tranquilo cariño... Debí entender que necesitabas descansar, y que tampoco es necesario que tengas que venir conmigo a todas partes el primer día... Yo también lo siento. 


Miré hacia los lados vigilando que no viniera nadie y besé sus labios. Le susurré un 'te quiero' y rápidamente nos separamos cuando escuchamos unas voces que se acercaban. Acto seguido nos subimos al coche que nos llevaría a la siguiente entrevista que tenía Malú ese día.

No se como podía aguantar tanto ajetreo nada más llegar, yo que solo estaba de acompañante ya me estaba desquiciando. 

Las siguientes dos horas las pasé en una cafetería que había cerca de donde ella daría las entrevistas. Tenía dos televisadas en platós muy juntos y en el mismo edificio otra entrevista en la radio. Aquello iba para largo.  

Cuando estaba empezando a cansarme de esperar me envió un whats app para que la esperara en la puerta trasera de aquel edificio donde se encontraba. Menos mal que me había dado una tarjetita que me autorizaba a estar allí, porque los dos gorilas que había allí parados por poco no me dejan pasar... 

Tuve que esperar unos minutos más y por fin llegó. La abracé con fuerza y volvimos a subirnos al coche. Ahora si, por fin volvíamos al hotel. 


-¿Quieres que vayamos a cenar a algún sitio o pedimos la cena para que nos la traigan?- dijo en bajito, aún en el coche. 

-Pues... Mejor la pedimos ¿no? Así descansas que debes de estar agotada... Pero si quieres salir, salimos. 

-Tienes razón.- sonrió- Mejor nos quedamos en el hotel tranquilos. 


Llegamos al hotel y ella se quedó pidiendo la comida en el restaurante y mientras tanto yo subía a la habitación y preparaba las cosas. 

Poco después llegó arriba con tres o cuatro paquetes bastante grandes. 


-¿Qué es todo esto?- dije divertido

-Nuestra cena cariño, es que no me decidía y...- no pude evitar reírme con su comentario

-Bueno, venga, ya he preparado el sofá y una peli. ¿Quieres algo más?

-No cariño, nada.- me besó y nos sentamos los dos en el sofá. 


La tranquilidad no duró mucho. Seguíamos cenando cuando llamaron a la puerta. Malú se levantó a abrir y yo mientras tanto seguía a lo mío. 


-¿Qué haces aquí?-la escuché decir algo nerviosa

-Cariño ¿va todo bien?

-Si, Dani... Todo va bien.


No dijo nada más, salió de la habitación y cerró la puerta. Todo era muy extraño. Malú no solía hacer estas cosas, digo yo... Aún así, por mucho que la curiosidad por saber quien era me estaba matando por dentro decidí quedarme allí sentado, ya me lo contaría cuando entrase. 

De todas formas se hizo esperar. Estuvo fuera bastante tiempo y cuando entró simplemente me dijo "no me esperes despierto cielo, voy a ir a dar una vuelta" lo cual, como comprenderéis, hizo que me quedara completamente helado. 

Por más que quise mantener la calma no fui capaz de no enfadarme. ¿Por qué no me decía quien era? ¿Por qué salía de la habitación en lugar de entrar con aquella persona? Y sobre todo, ¿por qué se iba así de la nada?

No lo entendía, no entendía nada pero me estaba enfadando cada vez más. Me comí tanto la cabeza que me tomé una pastilla para tranquilizarme y me quedé profundamente dormido.


(...)

Al despertarme por la mañana lo primero que hice fue caminar hasta la habitación para hablar con Malú, pero al parecer la suerte no se iba a poner de mi parte. 

No había dormido en el hotel, o por el contrario había venido y se había vuelto a ir, cosa que dudo. 

Ahora no es que estuviera enfadado, sino que estaba tremendamente nervioso por si le había podido pasar algo. 

Decidí llamar a su productor y después de muchos tonos se dignó a contestarme. Lo único que me dijo fue: 'Si, ha llagado hace media hora y ya está grabando.' 

Me quedé totalmente de piedra. Me despedí del hombre y le pedí que no le avisara de mi llamada. 

Enfadado me dispuse a desayunar. Después llamé a Martina, que se iba hoy a París y sin más me fui a dar un paseo. Creí que lo mejor en ese momento sería despejarme, tomar el aire para que se me aclararan las ideas. 

Horas y horas no fueron suficientes. No paraba de darle vueltas a las cosas, pero tampoco le encontraba explicación, entonces era peor. Aunque bueno, no todo tiene una explicación, quizás solo era una persona del pasado de Malú, que de repente había llegado y ella tenía muchas ganas de verle ¿no? Puede que una antigua amiga, una prima... 

No, no, si desde luego, lo de mirarle el lado positivo a las cosas me llevaba a pensar otras que no me ayudaban en absoluto a tranquilizarme. 

Y así seguía yo, dando vueltas por una ciudad que ni siquiera conocía, pero sobre todo a mi cabeza intentando entender todo aquello. ¿Que iba a pasar después de eso?

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