CAPÍTULO I "El Descenso"

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Me llamo Yowu soy un joven de 13 años de edad, hoy decidí luego de hacer mis tareas en salir de mi habitación y acostarme en el árbol que está en la entrada de mi casa. Para así no oír a mi mamá con algún regaño u mandato, quería paz y la temperatura era fresca mi jean oscuro junto a mi franel a de algodón me quedaba bien para el momento. Logré dormir por largo tiempo hasta que mi madre salió de la casa gritando mi nombre para solicitar algún favor.

Yo a regañadientes me levanto de donde estaba mientras desordenava mi cabello que tenía una flor del árbol donde descansaba, después de un largo bostezo le respondo a mi madre con un -"¿Que?"- mi mamá un poco brava me responde con fuerza -"que, NO... Señora!"- y aún dormido muestro donde estaba saliendo de la sombra del árbol y llendo en pos de mi madre que yacía en el porche de la casa, después de las palmeras que adornaban el camino al estacionamiento.

Yo iba con mis manos tapando mis ojos con una y con la otra aún desordenando mi cabello, allí noté algo extraño. a mi derecha observé que hubo una distorsión de la materia, como si me encontrará en otra parte, me limpie bien los ojos y volví a mirar y aún estaba en el camino dentro de mi casa, y supuse que fue una imaginación mía. Seguí caminando aún con el sueño atrapando mis movimientos que eran muy lentos, hasta que escuché la voz de mi mamá gritar con fuerza -"Yowu, quédate donde estas no te acerques"- ese grito me saco de mi estupor.

Notando para entonces como un círculo que rodeaba a mi madre con estelas de energías y rayos de electricidad la tenían prisionera, eso me hizo retroceder y nació un gran miedo en mi. Las palabras de mi mamá se repetían una y otra vez, pero mi cuerpo le desobedecio y cuando noté mi cuerpo corría para protegerla. Y tan sólo en un instante ya estaba a su lado abrazandola, para protegerla.

Al separarme de ella, sentí un golpe en mi cabeza y seguido a ello un regaño de ella -"PORQUE NUNCA ME HACES CASO ¿?"- yo con mi voz aún entre cortada sin tener una respuesta sólida sólo logré decirle -"soy tu hijo, a eso me dedico"- otro golpe recibí por ese comentario, y logré ver que ya no estábamos en el porche de mi casa. Nos encontrábamos en un bosque denso y oscuro con árboles extremadamente altos la cual jamás había visto en mi vida, Mi mamá se arreglaba su cabello ondulado y se veía un poco diferente, más alta un poco más flaca y vestía con una ropa muy elegante con un vestido dorado con encajes plateados. Tenía sarcillos y cadenas de oro sus manos tenían anillos y pulseras también muy costosas, estaba maquillada de forma hermosa.

No logre entender nada y allí le pregunté-"¿que es este lugar madre?"- ella mientras recogía su cabello y arreglaba las mangas de su vestido me dijo -"tranquilo hijo, buscaré la manera de sacarnos de aquí... no te preocupes"- yo aún con duda, le volví a preguntar -"¿sabes en donde estamos?"-  aún no tenía respuesta alguna, mientras mi madre se arrodillaba y escribía algo en el suelo.

En ese instante presenti algo, la presencia de unos seres. mire a todos lados de ese oscuro bosque y no logré encontrar nada, mire de nuevo a lo que hacía mi madre y allí Logré ver que caían unas hojas de esos enormes árboles, al subir mi mirada mi mente quedo en blanco se encontraban cuatro seres que cayeron a nuestro lado. Seres con caras de osos y cuerpo humanoides vestidos de ropas de capas como armaduras medievales, su pelaje era de un color azul oscuro. Eso me dejo perplejo, el líder del grupo se dirigió a mi mamá con mucho respeto pero aún así obligando a mi madre a hacer algo que ella se rehusaba, no entendí nada mi mente estaba muy confundida.

Hasta que uno de ellos agarro de la cintura a mi mamá y la alzó para llevársela a la fuerza, allí noté que mi madre me gritaba que me alejara lo más que pudiera. Caí en cuenta que había vuelto a desobedecerle y ya tenía en mis manos unas rocas, que no se de donde las había obtenido arroje una que golpeó al más pequeño en la cara dejándolo desmayado en el suelo, la otra golpeó al siguiente en el hombro que lo hirió, cuando baje mi mirada para buscar más y no encontré ninguna, sólo me hizo caer en cuenta el dolor que golpeaba en mi cara y hacia que dolerá todo mi cuerpo.

Caí al suelo con un dolor aterrador en mi rostro, sólo vi a la dirección a que se fueron los ositos. pero aún así sólo logré ver una imagen que antes había visto en no se que lugar, allí cerré mis ojos y quedé desmayado. un par de minutos luego volví en mi, con mi mirada al lugar a donde se había ido ellos con mi madre y me dispuse a seguirlos. Para así lograr salvarla, de lo que fueran a hacerle.

supongo que camine por días,  pero no estaba seguro porque siempre el lugar estaba oscuro. Allí noté que necesitaba otra camisa o un abrigo porque mi franela de algodón no me ayudaba en el frío gutural que hacía, el frío atravesaba mi piel y golpeaba mis huesos como si fueran campanas en navidad, me detuve por un momento para calentar mi cuerpo. Gracias a los dioses llevaba un encendedor que use para iniciar la fogata, para entonces noté que mi cuerpo y mi estómago pedían alimentó de gran manera e intente cazar algo para comer.

Pero falle sólo logré hayar unas bayas que eran muy dulces y tenían un sabor peculiar, comí hasta que mi cuerpo las rechazó pero aún así guardé algunas para el resto del camino, seguí caminando con una rama que me proporcionaba luz, por el fuego de la fogata. Supongo que camine un par de horas el fuego se había extinguido pero aún así seguí esa ruta hasta que mi cuerpo ya agotado descidió sentarse, al estar en el suelo a la lejanía logré ver una pequeña porción de luz que me animó.

Me dirigí a ella y Al acercarme logré ver un castillo enorme y azul... azul, era azul no se porque pero supongo que lo había asumido. allí habían en la entrada cuatro guardias osos azulados con trajes oscuros, y comencé a planear el como entrar para buscar a mi madre.

Logré idear un grandioso plan que comencé a efectuar sin pensarlo ni un instante más, arroje una roca a una dirección contraria a donde estaba para que los osos fueran en pos de ella y así yo correr como si no hubiera un mañana y así lograr entrar, y efectivamente funcionó tres de los osos se fueron a revisar el lugar del impacto... ¿tres? ... ¿no eran cuatro? otro golpe me saco de mi condenada distracción haciéndome caer desmayado. Lo último que vi fue la sonrisa asquerosa de el teddy que me miraba caer lentamente.

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⏰ Última actualización: Jun 19, 2018 ⏰

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