bloody + yoonmin

p r ó l o g o

- ¡Joder Min! Siempre haces lo mismo, ¿por qué no pruebas esta deliciosa sangre y te calmas un poco? - el cabrón de mi compañero me pone más histérico de lo que estoy.

- ¿¡Qué coño no entiendes de qué no bebo sangre, gilipollas!? Me pone histérico su olor, su textura, su sabor... - me estremecí recordando todo lo anterior, más un poquito de mi pasado oscuro.

- ¡Oh, venga ya! Sabes que no los hacemos daño, ellos mismos vienen hacia nosotros. - Namjoon se acercó a mi sitio con una nueva bolsa de ese líquido rojo repugnante de los humanos.

- Lo sé, lo sé. Pero aún así... - me escondí un poco en mi sitio.

- Sabes perfectamente las reglas, Yoongi. Tú no quieres que te suceda lo de D, ¿no? - me vino un recuerdo de mi mente de aquel fatídico día.

- No, joder ¡no! No quiero, pero no me siento atraído hacia la sangre... - tragué saliva viendo directamente la bolsa.

- Ya me lo h- interrumpió nuestra conversación el señor Lee, acompañado de un delicioso humano desconocido.

- ¡Atención! Hay un nuevo chico dispuesto a donar toda la sangre necesaria para alrededor de 4 años. ¿A alguien de ustedes mocosos le interesa? - el salón que antes reinaba el silencio se hizo el aula más escandalosa debido a esa noticia.

El chico se hallaba al lado de Lee, era un chaval al que le echaba de 14 a 17 años. No era muy alto que digamos, tenía unas mejillas regordetas que no le contrastaba para nada con su cuerpo de Dios griego. Se le notaba tímido, cohibido ante la intensa mirada de muchos de los presentes. Dio una vuelta con sus ojos por la clase hasta caer mi profunda mirada, ahí descubrí esos preciosos ojos con los cuales quisiera ver más allá de ellos.

- ¡Silencio, ostia! No dejáis dormir en paz. - un chico que se encontraba durmiendo por hay dijo eso, y yo pensé en golpearlo fuerte por ello.

- Cómo sea, preséntate chico. - el chico se adelantó un poco de Lee hasta quedar casi al frente de todo el mundo.

- Hola a todo el mundo. Mi nombre es Jimin y espero qué quien sea que me toque que me trate bien.

En definitiva él va a ser mío.