23. ― dreaming.

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dreaming. han hee jung.

He estado dudando,
sobre lo que está por venir

Voy y vengo entre
la emoción y la preocupación

Estoy soñando, esperando que
haya más días sonrientes

En vez de días llenos de lágrimas
I

ncluso si el viento frío se nos acerca


***

Haejin durmió tranquila esa noche. Aún tenía ciertos asuntos pesados sobre los hombros, pero al menos los besos inocentes de apenas horas antes funcionaban como un tranquilizante efectivo que la mantenía con una sonrisa boba en la cara y le volvía pura gelatina las extremidades.

Se despertó al día siguiente un poco más temprano de lo usual, aunque no lo suficiente porque la cama a su derecha estaba vacía, lo que significaba que su padre ya habría hecho mil cosas. Se frotó los ojos con pereza, incapaz de ver muy bien por las lagañas que traía encima y no pudo evitar soltar una risita pensando en lo que había pasado anoche. Todo se le hacía surreal y absurdo. ¿Qué tan segura estaba de que no lo había soñado?

Se cepilló los dientes un poco más despierta y atravesó los pasillos con la esperanza de encontrarse a Chanyeol y disfrutar de sus beneficios nuevos como su novia oficial. Vaya... eso sonaba extraño. Supuso que tardaría un tiempo en acostumbrarse a ello, aunque estaba lejos de fastidiarle, a decir verdad. Para su mala suerte, no estaba por allí, pero no estaba segura de lo que habría hecho de habérselo cruzado.

Encontró sus ojos marrones escaneando la habitación apenas entró a la cocina. Ahí estaba, sentado a la mesa con el cabello revuelto y la cara recién lavada, viéndola de vuelta con mirada emocionada. Peter estaba de espaldas a ellos, ocupado con el contenido de una olla sobre el fuego y Yoora servía el café, dándoles vistazos de reojo cuando dejó las tazas humeantes sobre la mesa.

—Buenos días.

—¿Dormiste bien?

Haejin contestó que sí y sopló un poco el líquido oscuro antes de tomar un poco, sintiendo casi enseguida una patada para nada sutil de Chanyeol por debajo de la mesa. Ella pegó un respingo cuando se quemó la lengua con el café.

—¡Ay, Chanyeol! ¡Me quemé por tu culpa! —susurró ella furiosamente, devolviéndole el gesto con el pie izquierdo.

Chanyeol se le acercó al oído a hablarle en voz bajita. —Pobrecita, si quieres te puedo curar.

—Qué asco.

—Eso no decías ayer.

Haejin dejó la taza sobre la mesa y lo golpeó en el hombro sin mucha fuerza, aunque logrando igual que él pusiera su mejor cara de actor dramático y se quejara. Yoora se cruzó de brazos a unos metros de distancia, apoyando la cadera sobre la encimera. ¿Ayer? ¿Y qué había pasado ayer?

Peter justo terminó de preparar el platillo en ese mismo momento, por lo que le dio oportunidad a su novia de sentarse a la mesa y encontrar el instante perfecto para atacarlos con preguntas. Se veían desde hacía mucho tiempo con ojos de tórtolos, así que seguro se pondrían en evidencia solitos.

—¿Puedes preguntar si están muy salados? —le murmuró Peter a un lado y ella hizo lo que le pidió.

En cada uno de sus platos había un par de huevos con clara esponjosa y enorme, encerrando a la yema en el centro. Despedían un aroma delicioso, como a finas hierbas y queso asado, quitándoles el protagonismo a las demás guarniciones de la mesa. Rápidamente negaron el exceso de sal, así como habían quedado estaban perfectos.

stay with me » p. chanyeolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora