~ 𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 56~

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—¿Cómo ésta?— le murmuró Anne mientras Taehyung tomaba la bandeja en sus manos. Se encogió de hombros. 

—Confundido, creo que... —Anne asintió, mirándolo solemne. 

—Está bien— suspiró, como si no hubiera esperado ningún cambio dramático— Haz que coma—dijo asintiendo con la cabeza hacía la bandeja— Y trata de ver si puede hacer que tome esos—señalo hacia una pequeña taza de papel blanco con tres píldoras dentro— No ha tomado nada últimamente. —Taehyung asintió. 

— ¿Puedo...?—se aclaró la garganta antes de susurrar—¿Puedo quedarme aquí esta noche?—Anne sonrió suavemente.

— Regresare con una respuesta. Ve si puedes conseguir que duerma. Creo que podría estar mucho mejor comiendo, durmiendo un poco, algo que lo pueda ayudar a aclarar su mente.—Taehyung tomó un profundo respiro y sujetó fuertemente la bandeja. 

— Si... Muy bien. —

—Me alegro de que hayas vuelto—dijo Anne entonces, mirándolo casi con lágrimas— Necesita esto. 

Taehyung sólo le sonrió un poco, la culpa se apoderó de nuevo de él. Si no se hubiera ido esto nunca habría pasado en primer lugar. Jungkook seguiría siendo el Jungkook que él conocía y no una averiada sombra de su ser. Había llegado demasiado tarde. Anne debió sentir los oscuros pensamientos de Taehyung por que dijo

—Lo hecho, hecho está— Puso una mano en su hombro como si tratara de confortarlo, pero no ayudó en nada — Cuídalo—dijo con un tono un poco de cuestionamiento, Taehyung asintió después de que Anne le sonriera una vez más y cerrará la puerta.

—Estabas murmurando— dijo Jungkook en voz baja mientras Taehyung dejaba la bandeja en la mesita de noche.

—Come— dijo Taehyung, dejando que su mano se deslizara a través del cabello de Jungkook, grasoso y enredado en la desesperada necesidad de una ducha y le insistió en que tomara uno de los dos sándwiches que habían en la bandeja. Cogió el más cercano y lo mordió lentamente.

Taehyung mantuvo una mano sobre su espalda, frotando sus tensos músculos. Pasaron veintes minutos para que Jungkook terminará con los dos pequeños bocadillos, sobre todo porque su estómago se había acostumbrado tanto a estar vacío que se sentía enfermo cuando comía demasiado rápido. Cuando terminó, se inclinaba hacia Taehyung con los ojos cerrados y temblando un poco. 

—¿Quieres tomar tus medicamentos?— dijo Taehyung lentamente. No quería decirle que lo hiciera, no quería que se sintiera presionado, quería que decidiera hacerlo por él mismo, y para su sorpresa, Jungkook no vaciló. 

— Sí. 

—Está bien— Taehyung alcanzó la pequeña taza de papel y la botella de agua y se la pasó a Jungkook que estaba sentado con la espalda recta.

 — Probablemente deberías...— Estaba a punto de decir que Jungkook probablemente debería tomar una a la vez, pero Jungkook inclinó su cabeza hacia atrás y metió las tres pastillas en su boca para después dar tres tragos a la botella de agua. Taehyung rió un poco. 

—O tómalos todos a la vez, es tu decisión— Los ojos de Jungkook se cerraron después de poner la botella de nuevo sobre la mesita. Se quedó así durante unos diez minutos sin decir nada en absoluto y Taehyung no hizo nada excepto verlo. Cuando sus ojos se volvieron a abrir, sólo se quedó sentado allí, mirando alrededor como si estuviera buscando algo. 

— Está tranquilo— dijo con sus ojos vagando cuidadosamente por la habitación. 

—¿El medicamento funcionó?— Como si lo escuchara por primera vez, la cabeza de Jungkook giró bruscamente. Lo miró por varios segundos, viéndolo de arriba abajo. Parecía un poco confundido.

* 𝕆𝕦𝕥𝕣𝕚𝕘𝕙𝕥 𝔻𝕖𝕔𝕖𝕡𝕥𝕚𝕠𝕟 *Donde viven las historias. Descúbrelo ahora