Capítulo 48

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Solo quise saber una cosa con JungKook, pero de repente todo se convirtió en algo que nunca busqué, nunca busqué casi que obsesionarme con sus besos; llegar a un punto donde casi le cuento sobre la fiesta que hay la otra semana y un propuesta sobre tener sexo.
Me encontraba tan complacido con él cuando unimos nuestros cuerpos que jamás imaginé que pasara todo éste caos.

Ya es de noche y no fui al burdel, no quiero ver a nadie. Soy un hombre un tanto despiadado pero al recordar como mi novia lo sacó sin dejarlo ponerse algo de ropa y como lo golpeaba me conmovió. Intenté de una y mil maneras hablar con Eun pero me negó rotundamente el querer  darle al menos sus cosas.
Ella tuvo que irse pero sin importar qué no bajé donde JungKook a pesar de verlo en el suelo destrozado, literalmente.

No dejó la casa por dos días y yo hago que pase eso para arruinar todo.
Todo el mundo está en mi contra, todavía queda la respuesta que le dedo dar a SeokJin para que pueda o no pueda volver.
Creo que al menos debería darle permiso de entrar, que tome sus cosas y se vaya, sin ningún caos de por medio. Bajo hasta la puerta, al momento de abrirla me arrepiento al ver a JungKook así y más aún cuando me mira con aquellos ojos llorosos.

—Entra, toma tus cosas, llama a alguien para que te recoja; te voy a prestar algo para que empaques las cosas.

Simplemente da media vuelta sin decirme almenos un perdón. Camino hasta la habitación donde me encuentro a Momo quien me da una pésima mirada; tomo las pocas cosas que tenía aquí, acto seguido voy al lugar donde fue mi refugio desde el primer día que llegué aquí. Me pongo ropa para salir por la maleta al escucharlo bajar; la tomo y empiezo a meter todo ahí.
Al tener todo listo no me queda nada más que irme, decido enviarle un mensaje a TaeHyung y NamJoon, tal vez alguno me ayude.

—Aló.

—TaeHyung ayúdame.

—¿Ahora qué pasó?

—No tengo donde vivir.

—¿Y JiMin?

—Me acaba de echar.

—¿Descubrió lo que haces?

—No.

—JungKook... Tú sabes que no puedo ayudarte, Hoseok no te quiere aquí.

—TaeHyung pero...

—No JungKook, adiós.

Sin una respuesta por parte de NamJoon y una negación total de TaeHyung mi única opción es hablar con YoonGi.

...

—¿Cómo estás?— le pregunté al entrar y verlo despierto.

—Mejor, tengo que aceptar que me golpeó fuerte.

—¿Pero por qué?— es la pregunta que me ronda en la cabeza.

—¿Y cómo estás tú?

—Ya no tengo donde vivir— nada del otro mundo.

—¿Qué pasó dónde estabas?— su rostro muestra preocupación.

—Me echaron como a un perro.

—Supongo que TaeHyung no te ayudó.

—No— grande también fue mi decepción.

—Por eso estás aquí— no quiero que se sienta como una segunda opción.

—Si.

—Tienes que hablar con Kim— abro mis ojos con notable sorpresa.

—¿Cómo te dejó a ti?— es algo un poco curioso.

—Acepté que ésta habitación fuese mía a cambio de trabajar solo por turnos— es algo que nadie quiere pero a si se recibe un techo a cambio cuando no hay posibilidades de tener uno, cualquiera lo haría.

—Ya está acá ¿Cierto?

—No he salido de esta habitación desde que me trajeron del hospital.

Me despido de él para ir donde las chicas para que me arreglen para ir a hablar con Kim.

...

Después de una casi que imposible charla con Kim, me dejó la habitación pero tal y como me dijo YoonGi; con la condición de trabajar acordándome con hombres pero sin dejar lo otro en el portátil.
Tampoco me encontré a JiMin, era algo obvio pero estuve con la esperanza de que vendría y podría pasar tiempo con él aunque no sea con el "verdadero" JungKook. Ahora acato las consecuencias; estoy en una cama no del todo limpia mientras mi poca dignidad coo persona se degrada al ser tomado por cualquier hombre.

...

Al menos somos cuatro personas incluyendo a YoonGi donde compartimos como desayuno un café amargo junto con un pan frío; nada comparado con el desayuno que tomaba donde JiMin. Es hora de aplicar tan sabia frase: "nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde."
Hay veces donde ni almorzamos, nuestra ducha es con agua fría que el bar suministra.

La noche cae, por fin puedo ver a JiMin; siempre llega tan pulcro con un traje formal, zapatos bien lustrados pero su cabello oscuro hacia atrás sin arreglar, le da un toque mas sexy.

—¿Quieren algo?— pregunté sin mirarlos, solo miro el alcohol, droga y dinero encima de la mesa.

—Yo te quiero a ti— dijo JiMin. Alzo la mirada para verlo levantarse de la silla hacia mí, me toma de la mano y me saca fuera del establecimiento. Bota su cigarro en el suelo donde queda como colección. Exhala el humo por su nariz mientras me arrincona contra la pared donde ataca mis labios, yo también lo extrañaba.

RIDE ME (Jikook) EDITANDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora