Dos besos son demasiado y un beso no bastará.

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Los días que Doyoung pedía que se vieran en público siempre llevaban a lo mismo, Johnny nunca le dejaría llegar a ese final que él quería porque no tenía sentido, porque no era lo que Doyoung realmente quería ya que no coincidician con sus acciones.

Doyoung simplemente lo hacía porque sus amigos le llenaban la cabeza diciendo que era lo mejor pero ¿qué iban a saber ellos de que era lo mejor para la relación de ambos? Ellos no saben nada de lo que sucede.

Y la única vez que estuvieron separados un mes, Doyoung llegó llorando a su departamento porque no quería que estén más distanciados, Johnny se había contenido de buscarlo porque todo el mundo interferia diciendo que él no era algo bueno para Doyoung y lo único que Johnny quería era que su enamorado sea feliz pero resultó que Doyoung no podía ser feliz sin él.

Johnny simplemente cogió las llaves del auto y su abrigo

Se habían conocido en la Universidad, Doyoung estaba estudiando Bellas Artes y Johnny abogacía, muchas cosas se interponian, eran muy diferentes en muchos aspectos pero aún así siempre se sentía bien estar juntos

Doyoung era diferente, necesitaba que le den atención constante, quería ser el centro siempre, Johnny los primeros años de su relación intentó hacerlo sentir el centro del universo pero luego sus estudios avanzaron y no podía permertirse distraerse tanto

Eso llevo a que terminarán por primera vez

Y no fue una casualidad que Doyoung estuviera llorando en la puerta del departamento "Johnny.. bebé no me dejes"

"Pero sí tú me haz dejado."

Cuando Johnny bajo de su auto negro pudo divisar rápidamente los cabellos azabache de Doyoung, estaba sentado en el mismo café al que siempre venían a discutir, Johnny ya podía ver las expresiones de los empleados preocupados por si deberán de interferir o no pero lo cierto es que la mayoría de las veces sólo acababan levantando la voz, no terminando los pedidos, pagandolos y yéndose hacia el auto.

La moza que lo atendió al entrar ya supuso que venía por Doyoung, tanto así que le indicó en cuál mesa estaba pero Johnny ya lo sabía, él podía encontrar fácilmente a Doyoung incluso si se tratara de una inmensa multitud ocultandolo, Doyoung no podía desaparecer fácilmente de su radar, Johnny ni siquiera pensaba permitirlo alguna vez.

—buenos días bebé—susurró besando los cabellos negros de Doyoung pero éste no se inmutó, tenía el contorno de los ojos rojos y los labios agrietados, seguramente había estado llorando.

Doyoung ya había hecho los pedidos, un café para Johnny mientras él tenía una taza de té rojo que emanaba cierto vapor.

—Johnny..—dijo con esa maravillosa voz de Ángel que poseía.

—¿qué sucede cariño?—Johnny vertió una cucharada de azúcar y comenzó a disolverla en su café

—quiero que terminemos, ya no puedo con esto, no .. No lo sé, no me siento bien.—aunque Johnny ya estaba acostumbrado a oír esas palabras, siempre dolían con la misma potencia, puesto que quizás algún día sean ciertas, tal vez un día llegue en que se conviertieron en verdad.

—¿qué sucedió?—preguntó viendo hacia los cristales para notar una calle desierta y un cielo gris.

—los chicos.. están cansados de verme solo, nunca te haces tiempo para mi y escuché..—escuchó, Johnny ya podía suponer lo que escuchó,  los rumores, esas malditas palabras mentirosas que siempre llegaban a los oídos de Doyoung—que .. que llevaste a alguien más a tu departamento, si no me quieres más—Doyoung bajo la mirada herido, sus dedos jugaban con la oreja de la taza—entonces no hay mucho que yo pueda hacer

Besos en guerra ♡ JohnDoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora