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El bullicio del aeropuerto inundaron sus oídos conforme avanzaba los pasos.

El aire a esperanza y desilusión inundaban el ambiente de manera desgarradora.

Sentía que las personas pasaban demasiado rápido a su alrededor, o simplemente ella pasaba demasiado lento.

Los recuerdos hicieron acto de presencia en su mente.

Las salidas con ellas, las risas que provocaban un dolor en el vientre, los llantos, los chistes sin sentido aparente.

Sus mejillas se colorearon de un rojo carmesí.

Una pequeña sonrisa apareció en sus labios de manera inconsciente.

La voz de la mujer del aeropuerto coló sus pensamientos.

Sus manos comenzaron a temblar y las maletas se sintieron tan pesadas.

Todo a su alrededor se volvió eco al cerrar sus papados para tranquilizar sus nervios.

Las maletas comenzaron a resbalarse de entre sus manos hasta caer al suelo en un sonido sordo.

El bullicio se detuvo de repente para quedarla mirando con curiosidad.

Abrió los ojos y sonrió ampliamente.

La mujer del aeropuerto volvió a comunicarse indicando que el vuelo ya estaba por despegar.

Tomo con decisión las maletas y camino a paso firme esquivando a las personas.

Las lágrimas comenzaron a deslizarse con suavidad por sus mejillas coloradas.

Pero la sonrisa seguía intacta.

Mientras se apoyaba en la ventanilla del avión que ya estaba por despegar.

Y nuevamente.

La joven pálida corrió, por entre la gran cantidad de personas que se encontraban en el aeropuerto.

Las personas se detenían a verla de manera un tanto rara mientras que la joven de coleta corría a gran velocidad.

La vestimenta mal puesta llamaba la atención de cualquiera que la viera.

Entre sus manos sostenía aquel collar rojo brillante que ella le había entregado.

Se detuvo de imprevisto al ver que la señorita que estaba tras el mostrador alto, atendía a un cliente.

Sus huesudos dedos se movieron de manera nerviosa por sus muslos.

Despeino su flequillo reiteradas veces aquel día.

Simplemente tomo su bolso y salio corriendo hacia el aeropuerto tras ella.

No tenia idea de que ella se iría.

Todo había pasado de imprevisto de un día a otro.

La frustración llego a su limite cuando la señorita se levantaba de su asiento y se iba.

Ignoro la fila que tenia por detrás y salio corriendo nuevamente a toda prisa.

Sujetado su gorro con una mano para que este no salga volando.

Tropezó y choco con demasiadas personas lanzando un grito de disculpas al aire.

Un guardia la detuvo al no tener el tiqued de vuelo.

Se quedo de entre las personas que esperaban su vuelo y otros que venían a despedirse.

Camino hasta ver como aquel avión despegaba y los pasajeros se dependía amenamente de sus familiares y amigos.

Se coloco de puntillas y salto para poder divisarla.

Y si.
De entre la ventanilla la vio sonriendo levemente.

Con lágrimas por sus mejillas y los ojos rojos.

Pero con una bella sonrisa en sus labios.

Las ganas de gritar se quedaron atoradas en su garganta como las ganas de salir corriendo hacia ella y sacarla de aquel avión.

Pero ella la vio con el collar entre sus manos que los agitaba en el aire para poder despedirse.

No veía su rostro pálido por el gorro que la cubría, pero juraría que ella lloraba tras el.

- Te esperare , no importa cuanto tiempo pase, te seguiré esperando, aqui.- hablo de entre lágrimas de tristeza, viendo como el avión ya estaba suspendido en el aire.

Gracias.

ZuruLC



D O  N O T  G O ❚诺言Donde viven las historias. Descúbrelo ahora