I

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Su respiración estaba demasiado agitada, su corazón latía desenfrenadamente y gotas de sudor resbalaban por su frente. Tratando de calmarse y batallando contra sus nervios que obviamente terminarían ganando. Miraba la carta color rosa que sostenía en sus manos que comenzaban a ponerse sudorosas mientras pensaba en lo que pudiera pasar después; en las posibilidades de que la carta no fuese leída o fuese destruida y con solo imaginarlo era como si su corazón recibiera un golpe.

El timbre sonó, eso indicaba que era cambio de clase y esto significaba que debía poner la carta antes de que alguien le viese.

¿Tan difícil era meter una carta a un casillero? La respuesta era muy sencilla, aunque para otros les pareciese absurdo o estúpido; la respuesta era un tonto Si.

Min Yoon Gi, el nombre que Seok Jin no podía olvidar ni siquiera en sus sueños, el nombre que estaba siempre en su mente y que absurdamente no paraba de decir.

SeokJin estaba enamorado de alguien que no conocía y no lo haría por su pena; por lo que decidió comunicarse con él de forma anónima mediante las cartas. Grandiosa idea, ¿No?. Para Jin era la mejor idea que pudo crear en su mente, era la mejor opción para comunicarse con el pálido que iba en el salón de al lado.  Y aunque existían las redes sociales, él era fanático de lo "antiguo"

Se preguntaba del porque no podía hablarle, del porque tenía tanta pena, del porque se sentía demasiado feliz con solo verle y se conformaba con eso. Tenía muchas dudas, mas que las respuestas.

Deseaba estar al lado del pálido, deseaba poder abrazarle y tocar aquella piel tan pálida que le gustaba demasiado, besar aquellos finos labios que deseaba con demasía. ¿Porque tuvo que enamorarse?

Él se consideraba como una mierda en el amor, siempre creía que era demasiado cursi como para el gusto de alguien. Como si fuese mucha azúcar que quisiera juntarse con un café amargo y sin vida. Siempre fue torpe para eso, nunca tuvo la oportunidad de ser él, de ser quien es realmente.

Mirando las palabras que otros alumnos habían escrito en su banca, cosas que le dolían demasiado y ahora no, que ahora no le importaba lo que dijesen de él. Seok era reconocido por una sola cosa: Por ser un marica.

Los primeros días fueron realmente difíciles para él. Llorando por todas las cosas que murmuraban todos cuando estaba cerca; sin embargo, con el tiempo todo se fue olvidando, quedando atrás como siempre.

Sabía que miradas estaban posadas en él, pero a este no le importaba, ya no. La sudadera color rosa llamaba mucho la atención de los demás. ¿Y que?

SeokJin no estaba solo, tenía a un mejor amigo que conocía desde la infancia y que no quería perder por nada del mundo, un chico tierno llamado JungKook, quien sentía amor por SeokJin sin que éste lo supiera.

Sin más, puso la carta por pura adrenalina de saber que el timbre sonaría. Corrió en cuanto la carta se encontraba adentro, aquella carta rosada era el inicio de un problema que poco a poco se hacía más grande.

"Hola, ¿Como empezar esto? Se que no sabes nada de mi y eso es gracioso por que yo si se sobre ti. Estaba pensando en algo muy absurdo, una metáfora que tal vez no sea la mejor, me gusta escribir, aunque no sea bueno en eso, pero lo intento.

Querido YoonGi, eres el café,
yo soy el azúcar.
El café tiene miedo a ser endulzado para no perder su amargura.
Tiene miedo de perder su característica,
Sin saber que no es la única.

¿O me equivoco?

atte: Pink"

Yoongi solo se preguntaba una cosa.
¿Quien carajos era Pink?

𖧹⸻𖠚ꪴ۟〬 

Altas cosas que tengo que corregir, pero siento que no lo haré, me gustaría saber cuánto he mejorado.

[EN EDICIÓN] ¿Eres Un Chico? [SuJin] Pt.1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora