Capítulo único.

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El corazón de TaeYong se detuvo cuando vio el sobre celeste sellado sobre su lado de la cama.

Él nunca había sido el mejor en expresar sus sentimientos, salir de la seguridad de sus barreras era su mayor temor. Una noche como esa, hacía un año, su novio y él habían comenzado a salir. Esa era la obvia razón del sobre. Pero él sin siquiera ver, sabía que Johnny había puesto las más hermosas palabras en el. ¿Y él? Él a penas podía decirle "te amo" sin sentir que las paredes escuchaban, que todos lo sabrían, que los despedirían, que los odiarían y millones de cosas más. Inseguridades, que más de una vez habían generado discusiones. Discusiones que generaban más inseguridades.

TaeYong odiaba la situación, pero lo amaba a la vez. Él amaba a YoungHo con todo lo que ésto viniera.

Tomó el sobre entre sus manos temblorosas a pesar del tiempo, y sonrió con destellos de lágrimas que ni él sabía su fundamento.

Recuerdo aquel día como si fuera hoy. Como si hace tan sólo cinco minutos mi corazón hubiese estado corriendo desenfrenado, mis manos sudando y mi mente hecha un desastre.

Ese día te besé. Ni siquiera sé qué pasaba por mi cabeza en ese momento, o qué no pasaba como para tirar abajo todo lo que me impedía hacer algo. Siempre serás mi primer amor, TaeYong. Realmente no hay nada que se iguale a tí.

No hay nada más inexplicable que tu mirada, es tan inigualable como la manera en que me celas y tratas de disimular que no estás mal. Es realmente adorable, pero nunca tienes algo de qué preocuparte realmente. Sabes –deberías saber–, que esos no son más que toques superficiales, mientras que tú tocas mi alma.

Siempre prometí que te amaría sin reproches, que te extrañaría en cada tempestad, y aunque existan mil y un razones para renunciar, no hay nadie más.

Y es que tú te lo llevaste todo, la tristeza, la soledad, la monotonía. Ya no existe espacio para la melancolía, no hay hueco en mi corazón que tú no llenes. A tu lado todo tiene más vida, más sentido. Secamos lágrimas, llegaron risas. A pesar del miedo inicial, ahora sé que cualquiera de nuestras peores pesadillas, podemos afrontarlas juntos. Porque podrán decir, pensar y hacer cualquier cosa, pero cuando estamos juntos la tierra se paraliza.

Eres mi todo y más.
Feliz aniversario, bebé.
Seo Johnny, xx.”

Silenciosas y ligeras lágrimas caían por sus mejillas, su sonrisa demostrando que eran de felicidad. Y es que en silencio, YoungHo siempre parecía saber sus preocupaciones y conseguía una manera de calmarla. Le hacía sentir tan amado. Y joder si no lo amaba de vuelta.

Envidiaba sus capacidades, porque él no encontraba la manera de demostrarle. Muchas noches quiso que existiera la capacidad de que Johnny pusiera la mano en su pecho, y más que sentir su pulso, sintiera su amor.

Secó las lágrimas rápidamente, se levantó y decididamente salió de la habitación, dispuesto, siendo lo menos que podía hacer, estar con Johnny sin restricciones ni vergüenza.

No hay nadie más – Sebastián Yatra.

No hay nadie más [ JohnYong ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora