— Entonces...
— No quiero.
JaeBum se quedó hecho piedra en frente de la tienda especializada en el cuidado de la piel y maquillaje, observando el suelo y haciendo prácticamente una rabieta.
— ¡Oh no, hyung! —Alguien que le explique porque aceptó que YoungJae lo acompañara. — Ya fue mucho venir aquí, no voy a dejar que te arrepientas.
La cosa era así: JaeBum ha estado notando —también, gracias a señalamientos de su estilista — qué la piel de su rostro ha comenzado a tener problemas, apariciones de granitos y adoptando extrañas texturas que hacen tener que su estilita haga malabares para poder ocultarlas y conseguir una piel lisa.
Era un poco vergonzoso para él darse cuenta que su piel estaba un poco maltratada, siempre aplicaba los cuidados básicos como lavarse la cara y el hidratante antes de maquillaje. Pero, a veces se le olvidaban su sencilla rutina y lograba así empeorar la situación.
Así qué, recurrió a la única persona que podía ayudarlo.
Kunpimook.
Bueno, en realidad tuvo que esperar más de quince minutos a que el tailandés dejara de burlarse de él y le escribiera una lista de cosas que necesitaba. El chico le recomendó que empezara a ser muy constante para ver resultados, también que le mandara una foto mientras usaba alguna mascarilla porque las de YuGyeom ya no le causaban tanta risa.
Gracias al comienzo de la gira, JaeBum perdió la oportunidad de pasar a comprar lo que Bambam le enlistó en Corea, donde se sentía mil veces más cómodo haciendo el ridículo y ni hablar de Japón, apenas pudo salir de su habitación para salir a cenar. Ahora que estaba en París y su estilista le llamó la atención por cuarta vez, terminó por adquirir las cosas allí.
Ni siquiera tenía tanta confianza a los productos europeos, pero el mapa de su móvil encontró una tienda que vendía específicamente productos coreanos y a juzgar a sus calificaciones y opiniones, de muy buena calidad. Lo vergonzoso fue comentarle a YoungJae, su pareja, qué llegaría un poco tarde al paseo turístico que habían planeado en secreto porque con la gira les hacía bastante falta un momento a solas. Como buen novio entrometido que era Choi, le insistió mil y una vez para que le dijera la razón y cuando se lo dijo, el chico inmediatamente se echó a reír.
«— Qué bueno que no lo notaste, creí que debía fingir que no me daba miedo que ese grano en tu nariz me explotara en la cara en cualquier momento. —YoungJae no temía decirle la verdad a JaeBum, al fin y al cabo, él siempre saldría ileso a comparación de los demás, era la ley de la vida.»
Como JaeBum en serio no podía hacerlo solo por más que lo negase, YoungJae terminó esperando por él un poco más temprano y fue, lastimosamente visto por fans y grabado y ya ambos no se molestaban en ver sus móviles porque solo se encontrarían con fotos, menciones de fans, uno que otro comentario fuera de lugar y regaños de su jefe por no avisar que estarían juntos para espantar a los fotógrafos desde antes.
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―skin care.
Fanfiction«El skin care no era tan malo después de todo» ©2jae, os, intento de fluff.