Cap. 2 "Esperando"

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Cap. 2 "Esperando"

Cuantos días he pasado sin ti... ¿o son semanas... meses... o quizá años?

No importa.

Aun, te sigo esperando.

Esperando, aferrado a la creencia de que volverás a mi.

¿Cómo?

No lo se.

¿Cuándo?

Tampoco lo se.

La carencia de respuestas es quizá mi mayor tormento, al esperar aquello que todos dicen es un imposible... TU REGRESO.

Pero... ¿qué más puedo hacer?... es todo lo que tengo... es todo lo que me has dejado...

...una vaga esperanza.

Esperanza efímera, alimentada por un sueño que cada noche tengo de ti.

Es extraño, porque, es TAN vivido... que JURARIA que es REAL.

O tal vez será, que tienen razón; simplemente no acepto que ya no estés, y negándome a dejar ir tu recuerdo, me engaño a mí mismo con falsas ilusiones.

¿Me habré vuelto loco?

De ser así... ¡Bendita locura!

Es preferible estar loco a admitir un mundo sin ti.

Sin embargo, conforme pasan los días (que si bien se han convertido en años), poco a poco, mi espíritu se ha visto aniquilado por tu ausencia, incrementando dentro de mí el dolor, sumergiendo mi corazón en la absoluta oscuridad, convirtiéndome en el monstruo que ahora temen.

A pesar de ello... de en lo que me he convertido... ¿Me amaras?

Si es así... ¡POR FAVOR, REGRESA!

Mi voluntad... pronto se desvanecerá.

El sonido repentino del ulular del viento que pasaba por la cueva en donde acampaba despertó a Naruto de sus... "¿sueños?", recordándole por enésima vez que no debía bajar la guardia, pues en cualquier momento, muy bien podría ser atacado por sus "numerosos" enemigos y asesinado.

-"Bah, que más da" –se dijo hastiado- "Me harían un favor"

Desde que "ella" no estaba, poco le importaba la conservación de su vida. Es más, se arrojaba de cara hacia las garras de la muerte a la menor oportunidad. No obstante, por más que trataba, milagrosamente siempre salía indemne. ¿Era acaso una broma retorcida del destino mantenerlo con vida a sabiendas de que no quería vivir? Tal vez sí, porque de aquellos que le rodeaban y se aferraban a la vida con desesperación, la perdían tan fácilmente sin el mayor esfuerzo, mientras que él, seguía con vida.

-"Que ironía" –se burló amargamente- "Los que quieren vivir... mueren, y los que quieren morir... viven. Qué mundo tan jodido. Pero en fin, quizá hoy tenga más suerte y lo logre".

Pero era inútil albergar tal esperanza, los que habían permanecido fielmente a su lado esos años a pesar de todo lo sucedido, difícilmente le permitirían morir "prematuramente" y menos aun suicidarse. Razón por la que lo vigilaban de cerca para impedirlo, por si se le ocurría intentarlo. Según ellos... "era por su bien"

-"Y un cuerno" –se dijo fastidiado- "Si fuese por mi bien, me ayudarían a tirarme al precipicio en vez de sacarme de él"

Y no es que fuese por ahí colgándose del primer árbol que se topaba. No. Desgraciadamente, hasta esa alternativa "ella" se la había arrebatado, al hacerle prometer que viviría tanto como pudiera. Aunque si bien, lo que él hacia cada día, no lo llamaría "vivir", sino más bien "sobrevivir". Además, antes de llegar a cometer "su última estupidez", debía terminar de ajustar las cuentas pendientes.

Si, su creciente dolor, era apenas superado por su profundo y creciente odio hacia aquellos que habían destrozado su mundo y cortado cualquier posibilidad de reconstruirlo, arrebatándole a aquella persona que era la razón de su existencia.

-Hinata... -musito en un murmullo lastimero, apenas audible, pero que sin embargo, fue escuchado por un inesperado visitante.

-Sabes que te haces daño al pensar en ella... -le dijo un hombre a sus espaldas saliendo de su escondite- ... entonces, ¿porque lo haces?

-Masoquismo supongo –contesto Naruto con una mueca.

-Mmm... -exclamo el otro considerando su respuesta- He leído sobre ese tema, pero te recomiendo la flagelación, físicamente es más permanente y mentalmente menos nociva.

-No, gracias –gruño Naruto molesto, muy tentado a mandarlo... MUY, pero MUY lejos de ahí, no obstante se contuvo.

-¿Estas molesto?

-No, que va –espeto Naruto con sarcasmo.

Sai era una de las pocas personas, en quien en esos tiempos, aun podía confiar, haciéndole en más de una ocasión, más llevadero su pesar. Sin embargo, a veces decía cada cosa (con su usual carencia de tacto), que le daban ganas de golpearlo. Como una prueba de ello, fue lo que dijo a continuación tras un largo silencio.

-Sabes que no volverá, ¿cierto? Ella esta...

-¡Lo sé! –lo callo con brusquedad, apretando con fuerza los puños hasta que se le pusieron blancos.

Se negaba a oír o pronunciar esa palabra, como si por el simple hecho de evadirla le quitase realidad a lo sucedido, y es que, aun se resistía a aceptarlo. Aun esperaba que en cualquier momento ella apareciera con su tímida sonrisa y lo abrazara, diciéndole que todo era una mentira, y que estaría con él para siempre.

-Daré una vuelta –anuncio por fin a su amigo- No me sigas –y sin esperar respuesta, se lanzó cuesta abajo en dirección al bosque, sin tener en mente un destino fijo. Solo quería correr, más y más lejos, alejarse de todo y de todos aquellos que pudiesen recordarle lo que ya no tenia, y que sin embargo... seguía "Esperando"

Paralelo (naruhina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora