Ojos Rojos

Bajo el crepitar de la lluvia

Quien si no él, el personaje que inspiro al país. Durante décadas, específicamente en los últimos veinte años de la vida existió un joven que se vio obligado a tener que actuar a raíz de los actos violentos ocasionados en manos de la tiranía instaurada. Pesé a los esfuerzos de los diversos grupos luchadores por la estabilidad no se lograba alcanzar un mínimo nivel de vida en la sociedad. Salvo aquellos pequeños conservadores afectos al poder.

El país que un día brillo a los ojos del mundo, ahora su luz se ve apagada. La oscuridad que reina parece destinada a plagar de miseria los últimos escondrijos de la vida humana.

Aquel joven que creció durante el periodo de Los Infructuosos se vio envuelto en las margenes de la necesidad y el hambre, sus pequeños ojos no alcanzaban ver otra cosa más que la marginalidad en la que él estaba creciendo, pero; dentro del joven yacía un gran poder, un poder que cambiaría la vida de todos. Cubrir los diversos sueños de aquellos hombres sufribles es la meta de José Antonio Palacio, no tenía un gran nombre, pero si una gran responsabilidad la que con el tiempo seguro descubriría.

José Antonio Palacio no conocía a fondo sus raíces de vida, había crecido a las margenes de la ciudad oculto entre los diferentes ojos de cada habitante, con un trabajo humilde: el de sobrevivir a toda costa. Vagando en las calles durmientes del pueblo se iría formando el joven, en principio con sueños negativos, la extraña figura que hace que todo cambie es la vida de una dulce joven que le ve a través del espejo de un vehículo cada mañana en la esquina norte. El año en curso fue obligando a los ciudadanos a sobrevivir a costa de todo, las familias que en otro tiempo se consideran vecinos fueron destruyéndose poco a poco, el miedo a ser expuesto ante otros hizo que muchos habitantes se alejaran de su naturaleza en si misma. Y los que antes fueron soldados ahora eran mercenarios a sueldo, la moneda de intercambio era el oro fuente pura del país aunque para tenerlo había que viajar hacia el oriente arriesgando parte de su vida, los que viven en las zonas occidentales sufren la agonía del oro, pero después de múltiples esfuerzos se instaura el alimento sea cual sea como producto de negocio lo que hace que aquellos que viven en las regiones centrales y orientales palidezcan bajo su poder a causa de su desgano en los intentos por obtener alimentos.

José Antonio creció entre las calles, vio con pesar el hambre, la codicia, la ira, la gula, la lujuria, todas de cerca fueron la base de su formación, a su lado el Padre Rodriguez miembro respetable de la iglesia le ayudará en su educación, no es mucho lo que puede enseñarle, pero aún así logró influenciar en él: bondad, termino que desconocía completamente. Él no era otro niño más a los que el Padre Rodriguez ayudaba a diario, la pequeña capilla de la cual era custodio albergaba asilo para aquellos miembros de las diversas familias afectadas por Los Infructuosos. El desgano, la pena y, la cólera cubría las calles del país lo que medianamente era claro es que esos hombres que iniciaron todo por el afán del poder de seguro lo pagarían a como diese lugar sin importar el qué, ni el cómo.

Desde el principio hubo personas que hablaban con claridad sobre el dichoso proyecto que se cernía sobre la nación, el pueblo resultaba ser muy ingenuo para los anhelos de El Supremo como se hizo llamar más adelante, una vez conquistado el corazón de Los Sufribles nacieron los proyectos que dominaron el sueño de todos y cada uno de los ciudadanos. En las calles oscuras y lejanas se pueden observar las sombras de aquellos que un día alcanzaron lo más alto. El pequeño país que debido a su número de habitantes escasamente llegaba a pueblo, ese lugar durante un tiempo vivió la dictadura luego se vio arropada en una huérfana democracia que no logró parir herederos honesto, se instauro una monarquía triunfante liderada por sus tiranos obedeciendo a los principios del poder como forma de vida.

La definición del caos paso a ser la del estilo de vida humana.

José Antonio empezó a experimentar cambios en su forma de vida, Manuelita la bella luchadora que acariciaba el ideal de cambiarlo todo a su alrededor, ella fue la que influyo en la mente del pequeño José Antonio haciéndole ver la esperanza. En el seno de las calles se aprecia el funesto e intranquilo palpitar de la vida carente de moral. El olor y la humedad cubren los sueños de José Antonio, obligado a dormir entre cartones y periódicos, amaneciendo en medio del dulzor amargo causado por los orines de los diferentes inquilinos del galpón donde habita día con día tratando de aceptar la realidad que le tocaba. En la soledad de los días crecen los sentimientos de rechazo hacia los demás sin imaginar que un gran poder subyace en el seno de él. Un pequeño grupo de huérfanos serían la esperanza promedio, enviando a las fauces del infierno el poder tirano que cobija al pueblo en decadencia, siguiendo los estándares de lucha no lograrían nada así que con el tiempo se formarían en una gran fuerza arrolladora.