Uno empieza a hartarse de ese trozo de carne atado al tobillo desde la condena. Lo podrían haber hecho bonito pero parece que lo horrible que es forma parte de la condena. Me tiene unido al anti-mundo absolutamente siempre, y la cosa no queda ahí, tiene truco. Tienes libertad entre muchas comillas, porque ese tubo de carne parecido a un intestino cuya superficie está plagada de venas que me mantiene unido por el tobillo a ese mundo se alarga todo lo que quieras, pero en cuanto te olvidas de que lo tienes, tira de ti con una fuerza que escapa cualquier tipo de comprensión.
Otro día como cualquiera estaba en "La apertura" saliendo fuera del anti-mundo. Abrí la carne sangrante de color rojo que conformaba ese pequeño orificio por el que se salía, suponía un esfuerzo sobre-humano, y mi cuerpo entero acababa siempre ensangrentado, pero no de mi sangre, sino de la que supuraban las paredes. Me abría paso como podía casi sin poder respirar, el espacio era pequeñísimo y me presionaba el pecho y el cuerpo entero muchísimo, no podía casi avanzar. Cuando al fin salí, tropecé un poco pero rápidamente recuperé el equilibrio y pude pararme a mirar el sol y el cielo azul. Sentía como el sol calentaba poco a poco mi piel y como la brisa aliviaba ese calor, era el bucle perfecto. Pero cometí el error de olvidar por un segundo mi atadura con ese mundo, y rápidamente tiró de mi con una fuerza descomunal, tirándome al suelo y arrastrándome hasta la entrada. "La apertura" la pasé en menos de un segundo, y el dolor que provoca pasar por esa zona a esa velocidad es inimaginable, parecía que una manda de elefantes había desfilado sobre mí. Me golpeé de nuevo con el suelo, en el gran río de sangre. Las voces volvieron a hablar y martirizarme, las caras que formaban la orilla del río me miraban con sus cuencas vacías mientras hacían muecas de burla, y los espíritus de color negro translucido me empujaban y estrujaban por cada centímetro de mi cuerpo. Me hundía en el fondo de sangre coagulada poco a poco. Cada vez me costaba más avanzar por el río y estaba ahogándome en sangre. Seguía esforzándome por salir mientras la cadena de carne que tenia unida al tobillo me hundía más y más. Aunque por una vez, me pregunté que por qué seguir esforzándome. Por que seguir intentando salir hacia afuera, por qué seguir adelante, por qué seguir. ¿Que importan 5 litros más de sangre en este río?
