Inés POV.
-Para ser escritora me sorprende que no lo hayas notado antes. – dijo León.
En ese momento todo el mundo horrorizado por la nueva información dada por León se quedó en silencio. Después de aproximadamente unos minutos Alberto habló.
-Entonces todos estos años me has mentido...– dijo con una expresión extraña en su rostro.
-Ayy por Dios Alberto solo mira a los cuatrillizos y a DFCA no se parecen en nada a ti. – dijo Myndí algo molesta
-Pero... entonces ¿qué hay de las trillizas? – dijo
-Ahh esas mocosas... si son tu hijas, fue un descuido de mi parte – dijo Myndí como si no quisiera a sus otras hijas.
-¡Lo sabia! – gritó Alberto con un poco de emoción en su voz.
-¿Sabias qué Alberto? – preguntó Cecilia
-Pues sabia que no podía ser que esos niños tan raros que no se parecen a mi y no se comportan como yo podían ser mi hijos. – dijo
-Bueno me gustaría quedar a charlar con ustedes pero mi osito y yo nos tenemos que ir. – dijo Myndí abrazando a León mientras que él se intentaba deshacer de ella como pudiera.
-¿Cómo que se tienen que ir? – preguntó Bárbara asustada
En ese momento Myndí y León partieron con los cuatrillizos, que aún no habían terminado de digerir la noticia de que Alberto no fuera su padre, en el "yate" de Alberto. Después de verlos partir Alberto comenzó a gritar y a correr detrás de ellos entre las piedras, sin embargo llego un punto en el que se acabaron las piedras y se tiró al mar intentando nadar detrás de ellos, pero fue inútil pues el "yate", aunque viejo y dañado, iba mucho más rápido que él. Viendo que Alberto se estaba cansando Pablo salió detrás de él para traerlo sano y salvo a la isla donde estábamos.
Cecilia POV.
-¿Y ahora qué vamos a hacer? Estamos en una isla desierta sin nada que comer ni beber... ayy me voy a desmayar – al decir esto, Alberto se desmayó y antes de que se golpeara Maximiliano lo atrapó y luego lo dejo en el piso. Después de hacer esto los hombres dijeron que se irían a buscar algo de frutas para comer junto con Tyler y Luciana.
-¡Ayy que bieeeen! Siempre quise quedarme en una isla desierta para poder escribir sobre esta y saber que es lo que se siente sobrevivir. – dijo Inés emocionada, pero creo que a Bárbara no le gustó mucho lo que dije porque comenzó a llorar y a gritar.
-¡NOOOOOO, no nos podemos quedar aquí, no quiero morir así... que vamos a hacer con nuestros hijos... ayy noo m-m-iis hijitas son muy pequeñas para morir. - dijo Bárbara asustadas y llorando.
Al decir esto todo explotó y parecía en un manicomio, los niños se atacaron a llorar al igual que los bebes, Alberto seguía desmayado, Inés parecía loca con su risa nerviosa y su emoción a esta situación espantosa, y pues Bárbara parecía como si estuviera comenzando a tener un ataque de nervios y lo hombres no estaban, parecía la única adulta responsable y con sus plenas capacidades mentales.
-¡CALLENSE TODOS! – grité e hice que todos me voltearan a ver.
-Hay muchos yates que pasan por esta zona, tal vez no esta hora porque creo que ya van a ser las 5 pm, pero vamos a salir de esta isla mañana así que niños y Bárbara cálmense y tú Inés tienes hasta mañana para crear una nueva historia o para explorar. Así por ahora intentemos calmar a las bebes, cada una con un bebe. – dije con autoridad, así que Bárbara calmó a Tenedor, Inés a Cosa 1 y yo a Cosa 2.
ESTÁS LEYENDO
Una familia numerosa
HumorAlberto Cabrera, un hombre solitario y exigente pensó que con sólo chasquear sus dedos conseguiría una esposa, pero no fue tan sencillo. Myndí Amaya: la única mujer dispuesta a cumplir los altos requerimientos de Alberto. Una química que crecerá s...